Hay quien lo piensa: lento, pero incansable, el ex general Alfonso Armada ha emprendido una operación de lavado de imagen ante el 30 aniversario del fallido golpe de Estado involucionista del 23 de febrero de 1981. Desde su finca de cultivo de flores, Armada habló con el autor de un libro, que ahora se intenta potenciar, que pretende revelar detalles nuevos sobre aquel lamentable acontecimiento y que vierte algunas sombras sobre Juan Carlos I y, sobre todo, sobre Adolfo Suárez, mientras trata de limpiar la figura del ex alto cargo en la casa del Rey. Igualmente, ha hablado con redactores de El Mundo, haciendo alguna nueva aportación en la que ahora pretende erigirse como defensor de la democracia en aquellos momentos.
Es mucho, sin duda, lo que Armada tiene que contar. Algunas cosas las revela en su libro ‘Al Servicio de la Corona’. Pero ni es todo ni es, siquiera, la parte principal. Treinta años después del 23-f, son muchas las incógnitas que restan y que, presumiblemente, jamás van a quedar ya claras. Lo que parece que ahora toca es lanzar versiones interesadas, tratando de exculpar a algunos y de verter la sombra de la sospecha sobre otros.
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