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(ciento cinco periodistas literarios y cincuenta gráficos se dan cita en este libro, verdaderamente irrepetible)
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Sí, fue un éxito la presentación de ‘Los periodistas estábamos allí para contarlo’. Y no, no le gustó a Podemos –los demás grupos parlamentarios sí estuvieron allí con representación– un acto con ‘resabios’ de la Transición y de la Constitución. Me consta que los representantes podemitas en el Congreso, donde se celebró un acto que congregó a cuatrocientas personas, torcieron mucho el gesto antes de resignarse a admitir que fuese presentado el libro en ‘su’ Cámara Baja. La patente hostilidad con la que me saludó Mayoral, con quien tropecé a la entrada –él se marchaba del Congreso, no estaba allí para asistir, desde luego–, me demuestra que lo que me contaron sobre estas reticencias era cierto.
Lo lamento. Nada tengo contra Podemos, que me parece un partido necesario para impulsar reformas, aunque no listo para gobernar. Sí tengo algunos datos acumulados en mi bloc de mirón acerca de Pablo Iglesias, cuyo comportamiento siempre es nefasto para lo que me parece que interesa al país. Creo que en Podemos se tiene que producir una ‘operación relevo’, dejar que tranquilamente Pablo Iglesias se vaya a casa y sean otros, muy señaladamente el ‘purgado’ Errejón –si es que da el paso adelante, que parece que le cuesta– quienes lleven las riendas. Iglesias lleva a Podemos, a Sánchez, todo lo que toca –o sea, a usted y a mí, por ejemplo–, al desastre.
En fin, que ciento cincuenta periodistas estaban allí para contarlo. Y, lo siento por Iglesias, pero muchos ahí seguimos, contándolo.
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