Bueno, vamos a por el segundo día del debate. Luego hacemos balance, ¿de acuerdo?
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Dispense don Jáuregui pero me parece que es usté mu chinche y me barrunto yo que se lo habrán contagiado en la educación ésa de colegio religioso que padeció cuando era chico, ya sabe: to se pega menos la hermosura (sic. popular) y el suyo es un deje muy común entre los que estudiaron en colegio de curas, vaya, que no le pasa a usté sólo.
He de reconocer que aunque me caiga más mal que bien, mi locutor favorito es el Jimenez Losantos ya que es de los pocos que no está en la conspiración del silencio o en la conjura de los mudos que parecen acatar con disciplina militar nuestros periodistas al respecto del 11-M, y era en su blog donde solía escribir yo con cierta asiduidad. Pero tenga por seguro que si el menda hubiera aflojado la faltriquera yo habría escrito con frecuencia, ahora que si no,
pues no.
Ahí te quedas lodreras, el que quiera adorar a alguien que se pase por una iglesia, o mejor por una mezquita y así hace ejercicio mientas reza. Yo soy un siervo de veedía y no me importa tener cien amos al día.
Sin embargo ahora no puedo oírle porque estoy en un pueblito de la meseta castellana donde mal a penas hay cobertura de movil, a mi me da igual porque nunca he tenido teléfono celular y menos ahora que habría de ponerme las gafas cada vez que quiera ver los números y la pantallita, ni internet, ni tengo yo aquí televisión, ni ná de ná. Total que como sólo llega con claridad la Punto Radio ésa del Luis del Olmo, pues resulta que le he oído a usté, mesié, criticar la celebración furbolera, de fúrbol-soccer claro, y encima incitando a que los de la plebe del común vayamos a echarle visita a su blog si es que queremos llevarle la contraria, jua,jua, jua. ¿No quieres caldo?
pues éso mismo.
Efectivamente don Fernando España huele a pueblo, lo admito, la ceremonia ésa quedó mu chabacana y paleta, pero me tiene que reconocer que Espain es asín, mu del Paco Martinez Soria y la Gracita Morales, del Manolo Escobar, el Bisbal o del Alfredo Landa y Paquito el Chocolatero. Lo del Almodovar, ¿pues qué quiere que le diga?, que sólo son esperpentos a los que parece que también somos algo aficionados.
Digo que es usté mu chinche porque en lugar de alegrarse porque salieran de sus cuevas y madrigueras hasta los fachas a celebrarlo, parece que le escoció a usté mucho más el que algún nostálgico luciera la banderita con el escudito del aguilucho: Aguila de San Juan, por éso lleva la orlita alrededor de la cabeza, simbolo que, como el del Yugo y las flechas, tiene bastantes más años -o siglos- que el General Bajito Ése si viviera todavía (como ve don Fernando, no he puesto el nombre para que no le salieran a usté sarpullidos). No sé, a lo mejor lo que peor le ha sentado es que, aunque viéramos banderas asturianas, canarias, extremeñas o catalanas en la celebración ésa y a nadie le pareciera mal, no vimos ninguna banderita tricolor.
¿Qué pasa?, ¿es que éstos tíos no se alegran?, ¿o sólo lo hacen si lo ordena el komisario político de zona siguiendo consignas de la superioridad?.
¿Además de perder el sentido común los militantes de ésta u otras causas han de perder el sentido del humor?.
Miau.
A Peritta:
No, no me molestaron las banderas con el águila, si las hubo, que no sé. Me molestó, y no soy ningún elitista, de verdad, la chabacanería, la mala educación y la caspa. Que no me digas que no se puede encontrar algo más representativo de esta España –nos veían cientos de millones de personas– que Manolo Escobar vestido de banderola…
Un saludo
A mí sí me molestan las banderas con el águila, con la franja morada o con el yugo y las flechas. Me da igual su origen histórico, me da igual su antigüedad y me dan igual los sentimientos que tras ellas se alberguen o escondan: una bandera es un trozo de tela de colorines, pero unas son constitucionales y otras no. Las que no lo son no deberían tener cabida en celebraciones oficiales u oficionsas. En cualquier otra manifestación pacífica me parecen formas de expresión respetables, no censurables y necesarias en una sociedad plural.
Cómo no habría de ser así si yo creo que quemar una bandera o una foto del rey son formas de expresar una opinión y, por tanto, deberían estar amparadas por el derecho a la libre expresión, independientemente de que me parezcan provocaciones majaderas.
Nuestra pérdida de perspectiva lleva a que gobiernos como el de la C Valenciana retire unas fotos de una exposición porque no les gusta el tema o que el conseller de la cosa sancione a un Instituto porque los alumnos colgaron su foto boca abajo en un tablón de anuncios hjusto el día en que el conseller visitó el centro.
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