A Rubal le queda poco de ministro de Interior

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(De derecha a izquierda, Camacho, Velázquez, Ares: tres de los nombres que se citan como posibles –¿probables?– sustitutos de Rubalcaba. Los tres son cercanos al aún ministro del Interior).
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Aseguran viajeros a la sede socialista de la calle Ferraz que Alfredo Pérez-Rubalcaba está preparando con especial mimo su discurso de aceptación de la candidatura a la presidencia del Gobierno, ante el comité federal del PSOE el próximo 9 de julio. Y aventuran que el ya proclamado candidato, vicepresidente primero del Gobierno, portavoz gubernamental y ministro del Interior podría anunciar en ese acto el abandono de, al menos, este último cargo: la seguridad del Estado, en estos tiempos de cólera, exige dedicación exclusiva y cuanto antes deje Rubalcaba el ministerio, que con bastante acierto ha venido desempeñando hasta ahora, en manos de algún colaborador cercano a su persona, mejor.

Reconozco que, como observador de larga trayectoria de la alucinante cosa política española, tengo mucho interés en conocer lo que Rubalcaba haya de decirnos. No solamente, claro está, por saber si finalmente deja un cargo –también el de portavoz—que forzosamente habrá de abandonar en un momento u otro. No: mi curiosidad nace de lo que un veterano como el aún ‘número dos’ de Zapatero tenga que decir de movimientos como el del 15-m, que este domingo sale nuevamente, puede que bastante masivamente, a la calle.

Me parece que los ‘indignados’ tienen algunas cosas que hacerse perdonar por la sociedad, y que lo intentarán –espero—este 19-j: nos tienen que quitar a todos el mal sabor de boca de sucesos como los de Barcelona, ante el Parlament, el pasado miércoles. Pero los partidos, el Gobierno, las instituciones, también han de tender necesariamente una mano a los desesperados con causa: la sociedad española no puede fragmentarse tanto. De ahí la expectación ante el discurso de un Rubalcaba que tiene que intentar ‘pescar votos’ en el revuelto río de los ‘indignados’.

Rubalcaba tiene que empezar a actuar ‘en estadista’ si quiere competir con un Mariano Rajoy cómodamente instalado en un discurso reivindicativo en lo económico y moderado en lo demás. El ‘vicecasitodo’ tiene que decirnos, para hablar convencionalmente, si su viraje será hacia la derecha, hacia la izquierda o, simplemente, hacia el realismo de lo posible. Puede que este hombre, que lleva toda su vida en la política, donde ha desempeñado casi todos los puestos posibles, se encuentre ante el momento más difícil de su ya larga trayectoria: tiene, nada menos, que volver a ilusionar a los muy desencantados votantes socialistas. Y, para ello, el’mago’, como le llaman algunos, el ‘mesías’, como le quieren sus entusiastas, tendrá que hacer algo más que sacar un conejo –o dos– de la chistera.

7 respuestas

  1. Lo de «Mesías» aplicado a Rubalcaba me parece una demasía por su parte. Lo de magnífico ministro de Interior supongo que no lo dirá por las negociaciones con Eta, cuyos primeros efectos estamos viendo, el chivatazo del Bar Faisán a la mismísima Eta por parte de Interior, o a su tolerancia frente al poblado chabolista durante un mes en la Puerta del Sol. El que lucha contra el terrorismo es Francia, ayer mismo detenía a un etarra con material para atentados. Le hemos visto portavoz negando el Gal, destruyendo la enseñanza, haciendo agit-prop del fatídico 11 de Marzo al 14, demasiadas cosas para que vd. hable de «ilusionar» ni a los suyos. Su devoción es conmovedora.

  2. Evidentemente lo de mesías es un exceso en relación con el conjunto de la ciudadanía, quizá desde la perspectiva del PSOE si lo sea; los que ha pretendido disputarle la candidatura tienen menos peso que aire que respiran.
    De todas maneras a pesar de faisanes y chabolismos contestatarios, su labor al frente del Ministerio del Interior es indiscutiblemente de las mejores de la democracia, por mucho que se empeñen en desacreditar al personaje: solo hay que releer las hemerotecas y ver los balances finales de cualquier otro Ministro del Interior.
    Desde hace un tiempo a esta parte, las apariciones de Zapatero en cualquier medio, me causan una mezcla entre rechazo e indiferencia; su discurso se ha convertido en una especia de “cacofonía del más allá”, de un cadáver político que se empeña en no ser enterrado. Si el interés que despierta entre sus interlocutores, es la misma que despierta en mí cada vez que lo veo, lo mejor es que se esté calladito y hable únicamente para poner fecha a las elecciones, o a su dimisión como Presidente. Recuerda un poco los últimos días de Suárez al frente de la Presidencia, con la diferencia de que Suárez lidiaba no solo con amigos externos, los peores estaban dentro de su propio partido, por ello la comparación tampoco es muy afortunada, pero Suárez lo tuvo mil veces peor que éste personaje.
    No creo que Rubalcaba sea un personaje que enardezca a las masas, un líder carismático; pero si pasa por ser un individuo solvente en su trabajo; aunque con un gran dosis de maquiavelismo, pero ¿qué político que se precie no lo es?. Eso de presentar a Rajoy, Aguirre etc., como “palomas”, es un ejercicio de cinismo político o una tomadura de pelo.
    No creo que este candidato sea capaz de movilizar al votante decepcionado de izquierdas, pero sí mucho más que si se hubiera empeñado en seguir Zapatero o fuera Chacón la candidata. En entre lo peor, es lo menos malo; eso sí, después de las elecciones asistiremos casi a una refundación del PSOE, pues si como se espera si la goleada es del mismo calibre que el 22 M, el siguiente congreso será una noche de “cuchillos largos”.

  3. fe de errores
    «amigos»…por no decir enemigos.

  4. la política profesional, lamentablemente, es un juego de navajeros que se sofistica hasta los límites mismos de la guerra. Rubalcaba como mesías deja mucho que desear, casi me quedo con Brian ahora que he vuelto a ver la peli de Monty Python. Lo que sí es indudable es que de cara al afiliado y simpatizante más acérrimo, APR es el mejor candidato posible y concita las simpatías o empatías de todos los sectores del PSOE. ¿Ganará? No lo sé, sinceramente hoy por hoy no lo creo, pero sé que es mucho mejor político y gestor que Rajoy Brey que, además, lleva el estigma difícil de magnificar del perdedor inaceptado hasta por una buena parte de los suyos.

    Supongo que en el juego de Catán que estamos viendo, CiU estará ya jugando a darle un beso a Sánchez Camacho en Barcelona y una patadita en los cataplines al PSC mientras en Madrid le pasa la mano por la espalda a APR y muestra educada equidistancia con MRB. Si el juego le sale bien -y a lo que se va viendo las cartas le son propicias-, PP no ganará por mayoría absoluta y por mayoría simple no solo va a necesitar los escaños de CiU, puede que la aritmética parlamentaria nos traiga un tripartito nacional que pondría punto final a la ¿brillante? carrera de MRB.

    En fin, como siempre en este sistema desastroso que tenemos, ganarán CiU, PNV, CC y hasta puede que BNGa, cualquiera menos la voluntad mayoritaria de los electores.

    P.S.: Por más faisanes que vuelen y más gritos que los atemperen, APR ha sido el mejor ministro del interior que yo recuerdo desde Martin Villa y, dado que la lista es francamente desalentadora, tampoco es un mérito desmesurado.

  5. A Cuqiña:
    de verdad que no es devoción, sino imparcialidad. No debo nada a Rubalcaba –es más: informativamente, me ha maltratado siempre–, no siento ninguna simpatía especial por él y devoción, mucho menos. Pero ha sido un buen ministro del Interior, incontestablemente (lo del Faisán no es suyo, créame) y ya no puede seguirlo siéndolo. No sé si es buen candidato –da lo mismo: va a ganar Rajoy– y sí creo que es honrado, en cuanto que no se ha llevado una peseta que no sea suya. No es mucho, pero con los tiempos que corren, qué quiere que le diga…
    Y, a ver, en todo caso, es un figurón político, no puede usted negármelo; sobre todo, en comparación con…

  6. En este desordenado país de cuyo nombre me acuerdo perfectamente, existe la obsesión machacona por desprestigiar a los políticos a poco que despunten, por parte de sus adversarios. Los medios, tampoco escatiman en el esfuerzo.

    Se inventan las leyendas que hagan falta, se miente y el simple forofo del «periodista» Mesías, cree a pie juntillas, se pueda demostrar o no, lo que le cuentan.

    La mayoría no intenta verificar si el medio TV, radio o díario, es sensacionalista o no, si da caña al adversario es suficiente.

    No pienso que Rubalcaba sea el no va más, pero si lo comparo con algún otro político, me merece más confianza él, que cualquier otro de los que están en el escaparate político.

    No me refiero en mis comentarios sobre los Gurús o Mesías a Vd. Sr Jaúregui, creo que se entiende, pero prefiero curame de mal entendidos.

    Entiendo además, que cuanto más se machaque a un político, más auge tendrá para sus adeptos.

  7. No había leído su comentario pascuamejía, y coincido plenamente con el.

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