A ZP se le acaban los pretextos para cambiar ministros

A Zapatero se le acaban los pretextos para demorar una crisis de su Gobierno. La descoordinación es patente, especialmente –pero no solo—en el quipo económico. Así, reuniéronse el jueves con gran estruendo mediático los ministros económicos bajo la presidencia del mismísimo ZP y apenas llegaron a un acuerdo de austeridad en los presupuestos de los ministerios. Se esperaba algo mas, pero hubo muy poco que añadir, aunque el titular de Fomento dio una cierta marcha atrás en su política de ‘casi ni un euro para obra pública’, que seguía a la difusión de tesis radicalmente contrarias, en el sentido de que hay que gastar en infraestructuras: dos cambios de rumbo en apenas unas semanas… Pero hay más, bastantes más, ejemplos de la escasa sintonía reinante.

No resulta sorprendente, por tanto, que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, dijese el viernes que la tesis aventada horas antes por su colega el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, sugiriendo la conveniencia de ampliar el período de cotización para el cálculo de la pensión era apenas “una hipótesis”. La misma vicepresidenta desmentía de forma tajante la pasada semana nada menos que a José Blanco cuando este lanzó el ‘globo sonda’ de que quizá sea conveniente subir los impuestos, “que están entre los más bajos de Europa”. Así que siguen las incertidumbres acerca de lo que vaya a pasarnos, De hecho, apenas se divisa una certidumbre: la de que Zapatero tiene que poner orden, una vez retornados de esta algarabía veraniega, para retoma la seguridad jurídica y moral perdidas.

Es decir, tiene que poner orden ya mismo. Carece de sentido predicar la austeridad en los presupuestos de cada Departamento y no proceder a suprimir algunos ministerios cuya actividad es más bien descriptible, por decirlo de una manera piadosa. Una medida, es cierto, que tendría más de ejemplar que de efectiva, pero la ejemplaridad también es factor que cuenta cuando se trata de pedir sacrificios a la ciudadanía, máxime cuando esta reducción de ministerios viene exigida por dos resoluciones emanadas del Congreso de los Diputados.

Añádase a todo ello el hecho de que dos ministros –Corbacho en Cataluña, y Trinidad Jiménez en Madrid—tendrán que emplear toda su energía en sus respectivas campañas electorales. La ministra de Sanidad, que en mi opinión ha hecho un buen trabajo en su Departamento, no puede permitir que nadie llegue a albergar la más mínima sospecha de que se emplean medios o personas del Ministerio en apoyo de su pelea interna contra Tomás Gómez; pienso que debe abandonar cuanto antes su actual cargo para concentrarse en estas importantes primarias. Jiménez quiere presentar su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid el próximo 1 de septiembre: ahí debería anunciar también, entiendo, su dimisión como ministra.

El Gobierno, en suma, no tiene ya más recorrido globalmente, aunque haya individualidades que están manteniendo muy buenas trayectorias
Personales. Este elenco, tal como está, no debería pasar del mes de septiembre. Es más: no debería haber llegado hasta este mes de agosto.

8 respuestas

  1. No entiendo por qué un cambio de ministros es denominado crisis. Entiendo que lo fuera en los tiempos duros de la UCD, o en los tiempos del Duque de Lerma, pero hoy un cambio de ministros ha de ser solamente eso, un cambio de personas por otras que en las circunstancias lo pueden hacer mejor.

    Tampoco entiendo por qué cada ministro se siente un poco presidente del gobierno y dice lo que le rota cuando le rota… ¿Será por aquello del primus inter pares y ellos se sienten los pares?

    El gobierno es un instrumento para mejorar el país, para crear nuevas condiciones que mejoren a la mayoría mayoritaria de la sociedad ya que no a todos. Es el Gran Premio, el Big Jackpot, de quienes realmente quieren servir a su país y a sus conciudadanos. Sin embargo, hoy parece que el Gobierno es una conquista del partido que lo sustenta y que se debe gobernar contra la otra mitad del país. tal vez esto ocurre porque se gobierna no para servir a la nación si no para… (Complétenlo otros, que a mí se me saltan las lágrimas)

    Es una postura leirepajinesca (neologismo que usaré ahora con permiso bloomsbergiano para defirnir la excentricidad borderline de algunos de nuestros políticos) que no solo no nos hace avanzar como sociedad, si no que además nos enlodaza e impide el avance de nuestra «carreta».

    JLRZ se equivocó no cambiando a sus ministros con alevosía y agostidad y se equivocará no haciéndolo en septiembre con Luz y Taquígrafos. El gobierno no es que esté amortizado, es que no sabe cómo salir de las circunstancias.

    abrazos para todos.

  2. Lo de siempre, don Fernando. Cuando ya la crisis es inminente, solamente basta comentarlo en los medios para que esta no se produzca.

    Puede más un orgullo malentendido que las necesidades del país.

    Por otra parte, me parece muy importante el tema de lo «simbólico», que usted menciona de pasada.

    No se pueden pedir sacrificios, no se puede jugar con anunciar subidas de impuestos para ver qué sucede, mientras la gente de la calle, yo por ejemplo, no vea que se eliminen gastos de tipo «suntuario».

    Viajar en un Falcon para recorrer 250 kilómetros, y no hacerlo en coche o en tren, me parecen dispendios que hace ya rato deberían estar terminantemente prohibidos. No se ahorrará mucho, pero al menos tendríamos la sensación de que todos debemos adaptarnos a la situación de crisis, y no como sucede ahora que los que no la provocamos debemos pagarla y los culpables no están siendo afectados.

    En Inglaterra se han cambiado las normas para viajes oficiales de funcionarios. Ya no pueden viajar en en avión o en tren en primera clase. Los ministros han perdido sus coches oficiales. Ahora solamente pueden desplazarse en transporte público o pueden juntarse varios para compartir UN coche.

    Son medidas que no provocarán un ahorro suculento, pero, leñe, son «símbolos» de solidaridad, de comprensión, son «mensajes» de que, si todos eliminamos gastos superfluos, si todos nos sacrificamos, saldremos adelante.

    Por cierto, retomando el tema originalmente planteado por nuestro anfitrión:

    ¿Habrá gente capacitada, capaz, reconocidamente eficiente, que quiera, hoy, con las cosas como están, formar parte del Consejo de Ministros de don José Luis??

    Difícil lo veo.

    Un saludo,

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  5. Avatar de Carmen Sánchez Carazo
    Carmen Sánchez Carazo

    Bueno, pues Trinidad Jiménez pide que Tomás Gómez deje de hacer oposición. Después de leer tu magnifico artículo entiendo menos que la ministra pida tal cosa

  6. A Pascua:
    ‘leirepajinesco’ es un hallazgo, como lo es lo del conde-duque de Pepiñares aportado por el también boomsburyano Bruno bueno, lo de Pepiñares es mío, lo del conde-duque, que es lo principal, de Bruno Perez-Salado).
    A Marcos:
    la crisis –es un término acuñado, aunque debería ser ‘remodelación’– se aplazó porque Pedro J. publicó un artículo en El Mundo que hizo clamar a ZP (me consta): «a mí no me hace la crisis un periódico, y menos Pdro Jota».
    A Carmen:
    enhorabuena, concejala, por tu valor y coherencia a la hora de definir tu campo.

  7. La crisis de gobierno va a tener que hacerse.

    A zapatero no le queda otro remedio, son muchas cosas. Poca coordinación, exceso de número, gasto, falta de idea de conjunto en el ejecutivo.

    A todo esto va a haber que sumarle un calentamiento de su situación interna y de la coyuntura. Al final,debería dar igual lo que diga la prensa. No puedes permitirte que una filtración, o una opinión o un comentario obstaculice una labor de gobierno.

    A estas alturas, el presidente tiene que estar muy por encima de todo eso.

  8. Fernando & bloomsbergs: vamos a tener que abrir sección de diccionario español-forobloomsberg-español, a ver si al final nos va a pasar como a los de babel. 😉

    ¡Por cierto, un gran plas plas por el Conde Duque de Pepiñares!

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