(aquí vemos al presi, sin auriculares, riendo ante el discurso de Van Rompuy. Pero fue cuando soltó, en español, que ZP «coge el toro por las –sic– cuernos»).
Conmoción y risitas en el abarrotado patio de butacas del Teatro de la Zarzuela: ¿Ha aprendido inglés Zapatero? Eso parecía cuando, en la tarde del viernes, en un acto en Madrid organizado por el foro Nueva Economía, escuchaba sin auriculares el discurso en inglés del presidente del Consejo Europeo, el belga Herman van Rompuy. Cierto que el belga, con el salero típico de sus conciudadanos, soltó un par de frases en un graciosísimo español –“José Luis, has cogido el toro por los cuernos”–; pero el discurso, unos veinte minutos, transcurrió en un inglés fácil de entender, pero no para quien no domine el idioma.
Y así lo reconocieron, con sus auriculares de traducción simultánea puestos, el presidente del Senado y los ministros de Trabajo y de la Presidencia, que en el acto organizado por el presidente del Foro, el también leonés José Luis Rodríguez –“paisano”, le llamó el otro José Luis Rodríguez (Zapatero)–, se colocaron humildemente las ‘orejeras’.
Los asistentes, mucho ‘establihment’ y casi ningún ‘pepero’ (andaban de ‘ejercicios espirituales’ en Segovia), dividían sus hipótesis respecto al aprendizaje del inglés de ZP –ya se sabe que tiene un profesor, nativo de Goa—en dos supuestos: uno, que ZP se estaba tirando un farol y no entendió nada del discurso de van Rompuy, muy elogioso, por cierto, para el mandatario español. Otro, que a ver si resulta que los papeles de WikiLealks tienen razón y Zapatero entiende más inglés del que dice y está haciendo lo que le atribuyen a Stalin: que hablaba suficiente inglés, pero que esperaba a que el traductor hiciera su trabajo para pensar en la respuesta…Usted ¿con cuál se queda?
Yo, sinceramente, creo que con la primera, pero sé que ZP, aunqe negado para esto de las lenguas, lleva años recibiendo clases aceleradas y algo se le habrá pegado, digo yo. Me hubiese gustado preguntárselo a la salida, pero los chicos del audífono en la oreja (que no son precisamente los de traducción simultánea) lo impedían de manera categórica, y solamente los vips podían acercarse al presidente que se marchaba…
Perdón por la frivolización del texto –y del acto–; pero es que la cosa suscitó mucho cuchicheo entre la ‘clase instalada’.
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