No puedo irme hoy a la cama sin hacer este comentario: ahora ya sabemos por qué acusaron a Julian Assange, el de WikiLeaks, de todo aquello relacionado con no sé qué acosos sexuales en Suecia. Y es que tenía mucho más que sacar a la luz. Lo que me extraña (y me alegra, porque antes los métodos de los chicos de la gabardina eran más expeditivos) es que siga vivo…
Viva Internet. Esto, antes, no pasaba.
Ahora ya sabemos por qué se atacaba a Assange…
9 respuestas
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Dos frases de Assange, en una imprescindible entrevista este domingo en El País, que me han hecho pensar no poco:
«Dado el estado actual de impotencia del periodismo, me parecería ofensivo que me llamaran periodista».
Otra:
«Periódicos y televisiones se han convertido en seleccionadores de contenidos tutelados».
¿A usted no le dan material para pensar estas afirmaciones? ¿Tiene razón Assange? ¿Por qué los periodistas –menudo peloteo el viernes con Rubalcaba-portavoz en el Consejo de Ministros– somos el tercer colectivo con menor prestigio en España?Ya creí que no hablarías de Assange y de wikieleaks. Llevo desde el viernes de madrugada buceando en su web y pone los pelos como escarpias… aunque abruma tanta información y resulta difícil encontrar muchas cosas, es como el libro de arena.
Los periodistas españoles, ah la hija de la bicha. La culpa es del gremio, sinceramente. Podríamos empezar por desgajar de la FAPE a todos los que se dediquen al cáncer rosa y recluirles en una Asociación exclusivamente para ellos, alejada de la FAPE y que no tenga vaso comunicante con la FAPE y sus afiliadas. No es disparatado ni descabellado: he oído que Antonio David Flores, el benemérito que metió mano en la caja de las multas, Belén Esteban -pobrecita, cada vez más cerca de la castaña a la que la empujan-, La Piedra -una streapper y actriz porno-, Matamoros -un imbécil sin un pelo de tonto- se denominan a sí mismos «profesionales de la información».
Podríamos seguir por exigir un mínimo de 2 fuentes a cada dato publicable antes de hacerlo y la obligatoriedad de contrastar las informaciones. Podríamos fomentar que los chic@s salieran a la calle no con la pregunta -insulsa, mediocre y ajena- dictada por el jefe de sección sino con hambre preguntón e informativo. (veo y oigo el nivel, la dureza y la complejidad de las preguntas no ya de los periodistas anglosajones, sino de nuestros primos los chilenos y argentinos y, sinceramente, aquí nadie sabe preguntar así.
Podríamos obligar a los políticos a asumir el artículo 20.d de nuestra Consti y acabar de una vez con las R de P sin preguntas (¿dónde está la Rueda, entonces?) o con los «eso no toca»: desde cuándo un político dice lo que toca o no toca preguntar a un periodista, de cuándo acá un político sabe mejor que un periodista lo que quieren oír, ver o leer sus oyentes, televidentes o lectores?
Assange es un ejemplo y nos debería hacer reflexionar. Nos miramos demasiado el ombligo y somos muy autocomplacientes con nosotros mismos y nuestros defectos. Los periodistas están vendidos a los grupos editoriales que responden a intereses económicos y polñiticos, también en el mundo anglosajón, pero en aquellos lares aún está vigente, viva y es dolorosa para los gestores la Cláusula de Conciencia. En España, tal cláusula parece cada vez más un vestigio arqueológico de un pasado que nunca fue brillante.
Lo más probable es que si en España un periodista accediera a una fuente así, llamaría al Director del CNI y le diría quién es el topo que filtra documentos, a la vez que le hace llegar los documentos obtenidos, todo a cambio de unos chismes «exclusivos» y una suculenta cena, pagada por cierto con dinero de todos, en agradecimiento a tan importante colaboración con la Seguridad Nacional.
Les honra a los periodistas españoles enaltecer la amistad y no querer enemistarse con gente importante.
El pequeño detalle es que ser amiguete de los «VIP» es incompatible con el libre y leal ejercicio de la profesión de periodista.
Creo que así como los políticos prefieren estar bien con el sistema antes que con los ciudadanos, los periodistas dirigen sus lealtades no a sus lectores, oyentes o «televisores» sino que también prefieren estar bien con el «sistema». No vaya a ser cosa que queden fuera y vean como los demás reciben publicidad oficial y ellos no.
La gente, que no es tan tonta, ya tiene su opinión acerca de estos profesionales. Baste ver como califican a periodistas y políticos cada vez que un encuestador les solicita opinión al respecto.
Creo que hay mucho que mejorar en estos gremios, y desde aquí seremos «colaboradores necesarios» para que esta «regeneración» se produzca.
Un saludo,
también a esta me apunto, Mario
Muy bien, Mario. Nos tenemos que aplicar el cuento, hacer una autocrítica feroz –feroz– y actuar en consecuencia. Assange, que ni siquiera es periodista ‘profesional’ (buf…), nos está dando una lección a todos los informadores y demás camarilla del mundo. Me pregunto si yo tendría, en su caso, los huevos de seguir adelante, y me respondo que lo que es seguro es que no me darían –a Assange ya verán ustedes cómo no– el premio Príncipe de Asturias de Comunicación. Ni el Pulitzer. Así que menos mal que nos quedan assanges a los que ‘el sistema’ puede lanzar insinuaciones sobre su vida privada, calumniar o difamar sobre presuntos –que no reales– asaltos sexuales, etcétera. Qué horror de mundo hemos hecho, en el que hay quien se rasga las vestiduras por el riesgo que estas informaciones suponen para medio centenar de torturadores y se olvidan de ¡cien mil! muertos civiles por los ataques militares en Irak.
El sistema no premia, don Fernando, a quienes son capaces de mostrarnos lo que se cuece de verdad detrás de los decorados.
Y son pocos los que se atreven a informar de verdad a los ciudadanos.
Supongo que no existe periodista que nos diga todo lo que sabe. Siempre se guardan algo para no molestar al poder.
Ah que sí ????’
Bloomsbury:
A veces, Mario, el sistema castiga a los héroes pequeños sin los cuales la libertad estaría aún más cercenada.
Bradley Manning, 22 años, servicio de inteligencia del ejército USA en Irak, posiblemente pasará 53 años en la cárcel. Sin él wikileaks habría sido imposible.
http://www.freebradley.org/english.html
Ya hubo un precedente en los 70, Daniel Ellsberg, los más talluditos lo recordarán: gracias a él la guerra del Vietnam empezó su declive y los estadounideneses a denunciarla. Fue el principio del fin de Nixon.
«El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas».
Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-Philosophicus, Londres 1953A Mario:
Si y no…Mi experiencia es que los periodistas, en general, lo acaban contando todo (y más). Aunque ‘algunos periodistas’ se reservan cosas por razones varias:
-Conviene al Estado (lerdos)
-políticamente correcto (sandos)
-«Eso ya se ha dado, no es noticia» (antiperiodistas)
-No les conviene a ‘ellos’, por razones varias (¿corruptos, transigentes?)Pero todo, o casi todo, acaba saliendo. Que se convenzan los que creen que ‘noticia es todo aquello que alguien sí quiere que se publique’. Y no.
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