Tiene razón María, nuestra estupenda conrtertulia. Que uno se va abandonando en brazos de la actualidad, peleando con el periódico que uno se lleva entre manos y…pues eso, que deja abandonado el blog donde tantos amigos (y no solo amigos, claro) encuentra.
María, que yo no soy Malatesta, y no tengo sus capacidades poéticas (unos días más y otros menos, por cierto. Pero siempre es simpático). Así que a mí no me queda más remedio que ponerme en manos de la prosa, y que si tiene barba, San Antón, y, si no, la Purísima Concepción. Y de las prosas posibles, hoy la que me provoca, a mí y a todo este país nuestro, es la chapuza del Alakrana.
Les voy a contar un secreto: ayer me telefoneó –estaba yo con mi amiga Susana Huerta, excelente periodista hoy en un obligado y confío en que pasajero retiro– una alta fuente del Gobierno. Estaba la fuente enfadada conmigo, porque pensaba que yo me incluía entre quienes culpaban a María Teresa F. de la Vega de haberse marchado a Argentina con la que estaba cayendo con los marineros secuestrados.
La verdad es que no puedo culpar a la vice por haberse marchado: era la tercera vez que aplazaba el viaje a B.Aires, y menuda es la señora Kirchner como para que le hagan estas cosas. LO que pasa es que la vice es insustituíble, hoy por hoy –pese a quien pese– en sus labores de portavoz del Gobierno para cosas complicadas. Y lo del Alakrana es bien complicado, aunque me parece que no es el Gobierno el principal responsable.
Esta responsabilidad la situaría yo en quíntuple escala:
–Primero, los piratas. Noventa por ciento de la culpa, y les doy el diez por ciento de disculpa por el atraso, la falta de medios para vivir, porque esquilmamos los occidentales sus aguas…
–Segundo, algún juez ególatra, que, sin pensarlo dos veces, se trajo a los dos piratas en plan Guantánamo. Tres por ciento.
–Tercero, algún otro juez falsamente garantista, que menuda la que ha armado con la presunta minoría de edad del pirata Willy. Dos por ciento.
–Cuarto, el presidente del Gobierno, que es que no se entera. Otro dos por ciento.
–El resto, que se lo repartan entre otros ministros, algún medio de comunicación lerdo y algún portavoz de la oposición que no ha podido evitar ceder al oportunismo (otros, como el gallego FGeijoo o el vasco Basagoiti, no lo han hecho) de hacer leña de este árbol caído.
–Y dejar unas décimas de culpa a los pescadores, que se arriesgaron imprudentemente.
En fin, que no hemos dado, ninguno, el do de pecho. Pero la verdad, culpar de todo al viaje a Argentina de la vice me parece un dislate…
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