Me ha hecho ilusión ver a algunos de mis amigos de las ideassentados en la blogomesa que les han colocado en el congreso del PSOE. Y ello me ha llevado a reflexionar sobre una ya casi clásica discusión que mantengo con César Calderón acerca de la importancia de unas cosas y otras y sobre la percepción de la realidad. A mí me parece, sin desdeñar nada, que la realidad del congreso está en los pasillos, en las charletas con los que vienen y van, en las confidencias que te hacen y en los debates –algunos bien interesantes, aunque haya quien pretenda que cuestiones como el aborto, la eutanasia o el voto de los inmigrantes son temas sin interés; sobfre todo, para ellos–. Es decir, la realidad sigue siendo presencial, no la de la red. Lo que no está en Internet, no existe, me dice a veces César. Yo creo que sí: la Red sirve para hacer circular una realidad, ni la crea ni la destruye.
¿Por qué digo esto? Pues por eso mismo: enhorabuena por la incorporación de blogueros –por cierto: atención que viene congresazo– a las tareas de observación y, supongo, comentarios del congreso. Pero dad al blog lo que es del blog, César, y a la vida de carne y hueso lo que es de la vida. Cada cosa tiene su importancia, y yo le doy más a la vida que se toca y se huele.
Por lo demás, cuando acabe el congreso habrá que comentarlo a fondo en este blog, y me uniré a los compis de Las Ideas. De momento, creo que estamos en los prolegómenos, y ni siquiera sé si la estupenda Elena Valenciano va a ser o no la ‘número tres’. Bueno, marcho para el congreso, que lo importante, ya digo, es estar allí. Viendo, tocando, hablando y escuchando. Y leyendo a los muchachos de mi comunidad bloguera, claro.
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