Lo confieso: el único político del PNV con el que tenía un cierto trato, aparte de mi amigo Iñaki Anasagasti, al que tienen bastante apartado ambas fracciones (¿o facciones?) era Josu Jon Imaz. Al lehendakari apenas lo conozco, y cada vez que he intentado contactar con él, su implacable jefe de prensa, García Bengoechea, dice no sé qué de «los periodistas de Madrid». Con su antecesor, Javier Vizcaya, era aún peor, y prefiero no recordarle; ahora ganan los suyos, y me echo a temblar. Joseba Egíbar no puede, simplemente no puede, representar al partido político que gana en las elecciones del País Vasco: los vascos no lo merecen, como creo que tampoco se merecen a este lehendakari medio marciano.
Te vamos a echar mucho de menos, Josu Jon. La moderación huye de las playas de la política española a velocidad de vértigo.
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