Con todo respeto, monseñor


(quizá he estado esta mañana en Punto Radio un poco extremista en mis opiniones sobre Rouco Varela. Me han escrito varios oyentes con opiniones a favor y en contra).
Ya sé que a mí no me tocaba votar para la reelección o no del presidente de la Conferencia Episcopal española; pero tampoco me toca estar en el Consejo de Ministros y no por ello puedo o debo hacer dejación de mi facultad y obligación de ejercer el análisis y la crítica. Así que, como periodista, como ciudadano y, si usted quiere, como mal y escasamente practicante católico, me atrevo a dar mi opinión, monseñor. Con todo respeto, con toda la cautela del mundo y esperando no ofender sensibilidad alguna.

Alguna vez he dicho que no soy excesivamente partidario de monseñor Rouco Varela: creo que sus postulados se han quedado algo anticuados y dan la imagen de una Iglesia con mayor afán de prohibir y levantar muros para impedir el avance del progreso que de construir y adaptarse a esos avances de la tecnología. Que el más reciente de los mensajes del nuevamente presidente de los obispos, o al menos el que mayor ‘éxito’ mediático ha tenido, sea un posicionamiento en contra de las redes sociales, me parece un error: no soy un fanático de las redes, y en ellas mismas expreso mis críticas, pero me parece que ofrecen unas posibilidades de desarrollo intelectual y humano, sabiamente administradas, como jamás hemos visto en la Historia. Google, Facebook, Twitter, Youtube y demás tienen, claro está, contraindicaciones, pero me parece que ofrecen aún muchas más ventajas. Y, en todo caso, ahí están, imparables: ¿no sería mejor que la Iglesia española tratase, en lugar de pensar en frenarlas, de competir en estas redes, máxime cuando está realizando un esfuerzo notable para congregar en Madrid este verano a un millón de jóvenes en torno a Benedicto XVI? ¿O es que cree monseñor, lo digo con todo respeto, que esos jóvenes son ajenos a la implacable modernidad que gravita sobre nosotros?

12 respuestas

  1. Estoy de acuerdo en que la Iglesia debe estar abierta a las novedades y al progreso. Lo que ya no está tan claro es quién, de verdad, propugna un auténtico progreso.
    Para retrógrado, prohibicionista y ARQUITECTO DE INNOVACIONES SOCIALES que no sabemos dónde nos llevarán (leyes de divorcio exprés, aborto, píldora del día después, ley antitabaco, ley anitinsultos, ley antivelocidad…y lo que se les ocurra) nuestro muy progresista, feminista, igualitario y socialmente avanzado GOBIERNO DEL PSOE. Cirus.

  2. La Iglesia, como institución, es en sí misma un anacronismo. Nada tiene que ver mi comentario con la religiosidad o la espiritualidad de las personas, solo con una multinacional que vende terror a la muerte y no ofrece prácticamente nada a cambio.

    Rouco es un buen representante de lo que es la Iglesia de inicios del siglo XXI: vieja, inmóvil e impermeable a la ciencia y la tecnología. Rouco coincide con Ratzinger y este con Wojtila en que es mejor dejar que se expanda el sida que repartir condones, que es mejor dejar morir de leucemia a los enfermos que auspiciar la investigación genómica o con células madre, esconder a los delincuentes sexuales en sus filas antes de entregarlos a la justicia, permitir la explotación de millones de seres humanos antes que enfrentar -y puede hacerlo- a los poderosos que los subyugan, condenar a la ignominia a dos personas que se aman antes que ensalzar la pureza de su amor solamente porque son del mismo sexo…

    ¿Y Cáritas, y los misioneros y las monjitas que cuidan enfermos…? Nada tienen que ver con la Iglesia, salvo la coincidencia en que su jefazo está en el solio de Pedro en Roma. Estos buernos ejemplos y los millones de feñligreses de buena fe que intentan hacer del nuestro un mundo mejor, nada tienen que ver con la multinacional del miedo y el poder.

    Ahora Rouco Varela, contra quien me cuesta esconder mi antipatía, la ha tomado con las redes sociales. Posiblemente su homólogo de hace 120 años dijo lo mismo del teléfono y hace 70 de la tele. Él, ahora y sin embargo, las dice de grueso calibre -las majaderías digo- para poder salir en la tele, en la radio y en los periódicos. Seguro que también será la wandering star de todos los cibergrupos ultracatólicos que pueblan la red.

    Y las 2 únicas razones por las que mantengo una beligerancia pública contra este caballero y lo que representa son, en primer lugar que él plantea públicamente los debates y eso me legitima para responderle y dos, que su institución recibe dinero del erario público y sus asociados hacen proselitismo en las aulas sin estar controlados por el ministerio de educación y las distintas consejerías, lo que me sonroja por inicuo.

    P.S.: Me gustaría saber qué opina la ciber monja represaliada por la ranciedumbre eclesiástica acerca de las opinones de este caballero.

  3. Avatar de Uno de los progres
    Uno de los progres

    Que pereza da hablar una y otra vez de esa magna institución: La Igelsia ,y en especial la española, que se caracteriza por querer mantener su influencia y poder de siglos sobre nuestra sociedad, en lugar de adaptarse a los tiempos y ajustarse a sus cambios.

    Rouco es un legítimo reperesentante de la iglesia, no ya del siglo XX, sino del XIX, pero menos mal que aun quedan acólitos como nuestro inefable Cirrus que sujetan y mantienen viva la llama de la fe y de las buenas costumbres, frente al materialismo progre que nos rodea y que no nos deja vivir …

  4. Quizá, una de las mayores desgracias de los últimos tiempos que le ha ocurrido a la Iglesia Católica, fue la muerte tan prematura de Juan Pablo I, que según todos los indicios iba a ser una continuación del pontificado de Pablo VI. No sé si algún día se sabrá, el porqué la Curia lo quitó de en medio de manera expeditiva (a los 33 días por un supuesto infarto), pero lo cierto es que su desaparición dio paso a uno de los pontificados más retrógrados desde el siglo XIX, con Juan Pablo II y su fiel acólito ahora Benedicto XVI. Rouco no es más, que un producto químicamente puro de esta golfería vaticana instalada desde hace décadas, no voy a repetir lo dicho por Pascua, pero en la mente de todos está.
    ¿Qué tiene que ver una Cardenal Primado de España (vestido de “princesa de la noche” con su túnica roja), con una persona como Vicente Ferrer?, fallecido recientemente en la India; pues aparte de ser católicos, nada de nada. Uno representa la Iglesia que come en el mismo plato que los poderosos, que se beneficia de ello, que ha cultivado esa relación desde los tiempos de Constantino; el otro representa a la verdadera iglesia cristiana, la que trata de acercarse a sus principios, tal y como pretendía el Concilio Vaticano II (del cual solo queda ya el nombre para la historia). Rouco, para los católicos como yo, solo representa la Iglesia bastarda, la Iglesia de los Judas, la Iglesia que solo ansía el poder, y el control de toda la sociedad, sin importares absolutamente nada, cual es el destino de esa sociedad.
    Por eso me gusta una sociedad laica; la religión es un asunto personal de cada uno.
    Una sociedad relativista, no hay valores absolutos más allá del respeto por los derechos humanos y….la libertad, igualdad y fraternidad.

  5. No sé de dónde os sacáis esa dicotomía en la Iglesia. No soy partidario de Rouco, pero que no me toquen al Papa actual. En defender a este Papa, más allá de los estereotipos «progres» – que me extrañan en personas tan respetadas por mi como las que han opinado sobre la Iglesia en este mismo blog donde yo vuelvo a escribir (en mi opinión muy superficialmente)- estoy con mi admirado ateo y filósofo Gabriel Albiac.
    Yo acabo de estar a la puerta de la muerte (me operó el Dr. Montero y me hizo lo mismo que a Di Stéfano). No tuve miedo a la muerte. Soy un creyente bastante escéptico, pero creo que más respetuoso que vosotros con la gente de Iglesia es Bertin Osborne, que hace un programa maravilloso en Intereconomía los domingos por la noche: «Un granito de arena». Esas monjas, esos miembros de Cáritas, esas buenas personas, casi siempre creyentes, (no siempre) esa buena gente que, como el Servita que me dio los últimos sacramentos a petición mía (no por miedo, os lo aseguro), esos creyentes se merecen el mismo respeto que yo tengo por vosotros. Con todo respeto y afecto. Cirus.

  6. @Cirus.

    Enhorabuena por haber salido de ese trance amigo.
    Añadir que todos estamos a las puertas de la muerte en este momento; la única condición para morirse es estar vivo. En cuanto a los sacramentos, yo hubiera hecho lo mismo.
    En relación al respeto por la Iglesia…si, pero el respeto hay que ganárselo, no viene dado sólo por la púrpura; los otros (mojas, Cáritas, etc.) se lo han ganado con creces
    Si me permite una broma….esa dolencia no será por ver tanto Intereconomía…

  7. @ Cirus:

    No pretendía ser irrespetuoso y menos aún con los creyentes. Discúlpame si ha habido algo en mis palabras que te ofendiera porque solamente pretendía mostrar algo de la jerarquía eclesiástica que resulta poco cristiano, después de todo.

    Yo, como kroker, creo que la sociedad debe ser total y completamente laica (lo de aconfesional es como un paliativo que a mí no acaba de convencerme, la verdad) y que la religiosidad, se vista con los ropajes católicos, luteranos, hebreos, musulmanes o cualesquiera otros, es cuestión de la interioridad de cada uno.

    Cuando este hombre habla públicamente y lo hace por encima del púlpito y con intención de alcanzar a la sociedad más allá de su feligresía, me involucra (a veces hasta me solivianta) y creo justo contestarle.

    En cuanto a lo del miedo… bueno, es otro debate, pero un creyente lo es porque después de su muerte espera llegar a otra vida, lo cual es como no morirse.

    P.S.: una curiosidad. Ser creyente es un estado binario: se cree o no se cree. ¿Cómo se puede ser creyente escéptico? No lo digo con sarcasmo, en absoluto. Un saludo afectuoso.

  8. Pascua:
    Déjame te de una pista sobre lo de ser creyente escéptico. Yo personalmente me tengo por creyente pero, mantengo una gran suspicacia o, lejanía con las tesis de la iglesia católica. Por tanto la respuesta a tu pregunta es sí, se puede ser creyente (cristiano en mi caso) y, escéptico (no católico). Creo que además nuestro país ya ha dejado de ser católico mayoritariamente, para ser cristiano a secas.

  9. @ soneu: eso no es creyente escéptico. Crees y eso es binario. Pero no estás (plenamente) de acuerdo con el «vehículo» de tu fe (el catolicismo) y optas por «otra» solución (la que sea). Eso mismo fue lo que le pasó a Lutero y no creo que él (ni ningún luterano, calvinista o protestante) se considerara a sí mismo «escéptico». En todo caso, serás un «católico descontento» o «disconforme» o, incluso, un «católico escéptico (con las enseñanazas de la Iglesia Romana)», pero en todos los casos, el estado binario de tu fe es 1 (creer) frente a 0 (no creer). Vamos, es lo que me parece a mí ¿no?

  10. A todos:
    Gracias por vuestra sinceridad en un tema que es importante para tanta gente. Yo, desde luego, no me tengo por ateo (creo) y, como todos, busco una religión a mi medida: ¿qué otra cosa exige un traje a medida como la relación personal con lo que llamamos Dios? Por eso, que me tracen el camino hasta en los menores detalles me produce incomodidad; máxime cuando esa regulación quiere afectar a cuestiones de la vida cotidiana, como el uso de las redes sociales. ¿Qué diablos (nunca peor dicho) tiene que opinar monseñor Rouco sobre el tema cuando me consta que ni utiliza ni sabe hacerlo estas redes? Claro que, ya que estamos, ¿qué diantre tiene que opinar monseñor sobre el sexo, que a él técnicamente le está prohibido? Somos espíritus libres y no tenemos por qué aceptar opiniones ‘a priori’ sin discutirlas. Y, claro está, quien no lo vea así, que acate, calle y siga directrices. Todo mi respeto hacia ellos, a quienes pido que me respeten a mí.

  11. Sr. Jáuregui,no tiene que pedir disculpas por su opinión en Punto Radio,somos muchos que opinamos como usted lo que pasa que lo opinamos en otros medios no en una radio tan derechista como esta ,ya hace dias que le noto molesto de como toman sus opiniones tanto tertulianos como oyentes y sobre todo el conductor del programa que podia ser un poco mas imparcial y no estar solo a favor del pp .lo he considerado siempre un periodista más del ala conservadora pero eso no es malo si se es honrado y considero que usted lo es aunque discrepe a veces dice lo que piensa aunque este contra corriente .felicidades

  12. Pues yo comparto casi todo lo que usted dice. Hay una Iglesia, la oficial, fuera totalmente de la realidad, a la que, quien quiera, puede apuntarse – desapuntarse es practicamente imposible, los que quieren apostatar se pasan años en esa lucha-. Y está muy bien que si se creen lo que dice el Papa o Rouco, pues que actúen en consecuencia. Eso sí, que no pretendan imponernos a los demás sus normas, su moral, sus opiniones, sus constumbres…. Una Iglesia absolutamente incoherente, en muchos casos, con los principios del critianismo: amor a los demás, caridad, pobreza, justicia, generosidad, tolerancia…. Vamos lo que, según cuenta la Biblia, fué la vida de Jesús.
    Y luego, como usted dice sr Jáuregui,hay otra Iglesia, la de los misioneros en los países en desarrollo y en los desarrollados. La primera ONG, cuando las ONGs no existían. En eso creo yo, xq yo, como usted, soy creyente, no soy atea, pero creyente a mi manera. Creo en lo mejor que me enseñaron las monjas -14 años-, pero también los padres, mis amigos, la vida…. Mi vida, mi moral, mis normas, no las que quiera Rouco, ni el Papa. Y la primera de todas no hacer daño a los demás -conscientemente-, ni siquiera, imponiendo aquello en lo que yo creo.

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