Congreso y conferencia

Han sido días de enorme agitación. Perdón por el (relativo) abandono del blog. Merezco que no me hagáis ni caso…
Bueno, pues lo cierto es que el congreso de Cáceres tuvo claroscuros. Los claros, que los diga cada cual. Lo oscuro, sin duda el lugar donde lo hicimos, un centro médico-científico muy bueno, pero inadecuado para un congreso de estas características: no solo no había wi-fi, sino que ni siquiera nos abrían la cafetería en horas que no fuesen las de comer. Y el día, allí aislados, a kilómetros de Cáceres ciudad, era largo…
¿Conclusiones? Hubo mesas interesantes, se dijeron cosas nuevas, hubo ciertos debates –agrio el de los blogueros-periodistas. innecesario–. Pero me parece que faltó una unidad de criterio que conduzca a conclusiones que merezcan el nombre de tales. Los asistentes, bien, y protestaron, ay, cuando tenían que protestar (aunque en algún caso haciendo política de pasilleo en lugar de plantear las cosas abiertamente, lo que me dolió).
Tengo, pues, que pedir disculpas en loq ue me toca. Quizá nunca debí aceptar la propuesta de la Junta de Extremadura –que lo hizo con su mejor voluntad– para hacer el congreso en ese lugar. Quizá quise engañarme cuando me aseguraron que tenían la mejor tecnología, y luego ya era tarde.
En fin, lecciones a aprender para el congreso de Santiago.
En cuanto a la conferencia del 3-n, reacciones diversas. Algún enfado. Quizá fui demasiado tajante en algunas opiniones, qué le vamos a hacer…

4 respuestas

  1. ¿»Congreso de Santiago»? Si es el de Compostela, cuenta conmigo, que vivo aquí

  2. Espero que se publique con tiempo la información sobre ese Congreso.

    En cuanto a la conferencia, para mí fue útil, quizá también por la importancia de los invitados. Por exponer un tema tan urgente de debatir (prensa digital) – o quizá la urgencia esté ya en la toma de decisiones – en un foro de influencia como el que se reunió en el Palace. Fue absolutamente pertinente pedir la regulación de Internet.

    Por otra parte, creí percibir que quedó decepcionado en el Congreso al conocer las actitudes de algunos blogueros. Muchos, probablemente, no saben a lo que están jugando y como no somos nada corporativos para hacer frente común y defender un oficio con las bases ya asentadas. Tengo la sensación de que si en las formas hay que ir hacia delante, con respecto al fondo hay que volver atrás. Buscar las especificidades de los nuevos soportes no afecta a una de las partes más importantes ( e intocables) de la labor periodística: la búsqueda, selección y elaboración de la información (volver al periodismo presencial y al manejo reflexivo, crítico y honesto); esto y tener la conciencia de saber lo que se tiene entre manos nos diferencia, en mi humilde opinión.

    Discrepo sobre lo que dijo del código deontológico. No tiene por qué ser un cortapisas y mucho me temo que hace falta recordarlo.

    Bueno, creo que me he pasado con la perorata,
    un cordial saludo!

  3. Los claros estuvieron especialmente en la grada. Lo que eché de menos fue ver a más periodistas de los de siempre en esa grada.

  4. Me bajé el pdf y lo tengo leído y subrayado. Hay algunas ideas interesantes, algunos lloros relacionados con la publicidad, y alguna que otra acusación del tipo tiro la piedra y escondo la mano. En conjunto, y leída en el papel, me pareció amena. La polémica blogueros-periodistas, a mi juicio, es artificiosa. Lo que sí parece más que evidente es que la prensa, tal cual la conocemos, va a tener que cambiar a marchas forzadíiiiiiiiiisimas.
    Salud.

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