Estoy abrumado, de verdad, por la cantidad de felcitaciones que he recibido a través de Facebook y Twitter. Algunas veces he hecho mía aquella gracieta de «vales menos que un amigo en Facebook», pero me arrepiento de haberla pronunciado. Es una red que hace, al menos, que seiscientas personas –seiscientas, que se dice pronto– se hayan acordado de tí en el día de tu cumpleaños, te conozcan esas personas o no. Tanto a los que sí conozco personalmente como a los que (aún) no, muchísimas gracias, de corazón. Hoy he recibido una lección sobre lo que son y pueden ser las redes sociales…
(la foto es un regalo de Alfredo Urdaci)
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