De mi diario: un cafelito

Al final, resulta que el formato de la entrevista televisiva del ‘pueblo versus Zapatero’ funcionó bien. Incluso ganó en audiencia al doctor House y a Los Serrano, que eran los imbatibles. Lo digo porque en La Moncloa andan encantados con el ‘share’ obtenido por el presidente, a quien llegaron a ver más de siete millones de telespectadores en los mejores momentos (supongo que coincidiendo con lo del ‘cafelito’, que manda narices que ese haya sido el pasaje más comentado y reproducido de las dos horas largas de preguntas ‘de la gente corriente’ y de las respuestas presidenciales).

Pero me temo que no hay lugar para tanta euforia monclovita. Claro, quien suscribe fue uno más de los siete millones de personas sentadas frente a esa pantalla en la noche del martes. Confieso que me aburrí bastante con Zapatero, aunque tampoco sea yo un ‘fan’ del doctor House ni de los avatares de la familia Serrano (la tele, en general, me gusta lo justo). Me parece que el formato es válido y es valiente por parte de las gentes de TVE el hecho de haberlo puesto en marcha; la cosa tenía sus riesgos –también para el presidente– y, de hecho, no todo resultó tan ameno y variopinto como se esperaba. Esa ‘gente corriente’ (supongo que con ello se quiere decir que no son periodistas) iba a los estudios de la tele a preguntar por lo suyo, entendiendo que ‘lo suyo’ para un joven es la vivienda exclusivamente, para una madre sólo las guarderías y para un jubilado apenas su pensión. O sea, algo tópico el asunto.

Me pareció aún más desafortunado el modelo que eligió para sí mismo ZP que el de las preguntas agrupadas por temas, con escasa posibilidad de repreguntar, que se otorgó a los muy correctos y educados preguntantes (ya quisiera el Gobierno que ese público fuese el asistente a las manifestaciones que convoca el señor Alcaraz). El presidente estuvo en lo de siempre: que la economía va muy bien y que las leyes sociales son un éxito. Hasta el moderador tuvo que cortar el aria entusiasta y de optimismo antropológico zapateril. No se entiende cómo es posible que, con una previsión de audiencia como la que en efecto se logró, los asesores que aconsejaron a ZP que hablase de ‘tú’ a quienes le interrogaban no le indujeran a que ofreciese alguna noticia que al día siguiente copase los titulares, en lugar de facilitar que los acaparase la desafortunada respuesta sobre el precio del cafelito.

Bueno, al menos se ha dado un tímido paso a favor del periodismo ciudadano, en favor de la participación de la gente, que es lo que nos gusta a quienes hacemos este nuevo periodismo sin red en la Red. Y es de suponer que Mariano Rajoy habrá aprendido algo para cuando le toque a él comparecer con el mismo formato y esperemos que con un decorado no tan atroz y afrancesado: al menos, cuánto cuesta una taza de café en un bar que no sea el del Congreso de los Diputados. O el de La Moncloa, donde ya se sabe que el café, hasta con churros, es gratis.

9 respuestas

  1. Este es un texto que escribí en la arena ya borrada de un humilde foro de pueblo en Enero de 2004 y aquí se lo republico a ustedes porque me parece que la cosa ha cogido actualidad.
    ———————–
    Gmbrfzstias, le he dao sin querer a la tecla de escape y he perdido el texto, si no, alguno de los de la pesoe me hubiera puesto velas negras en un altarcito ad hoc o hubiera pinchado nuevos alfileres en una figurita de cera que, creo, me representa.

    Pero como ya se me ha pasado la inspiración (o la mala leche), pues ahí va otro texto algo más personal, porque intervengo yo. Pero que seppan los de las autodenominadas izquierdas que la cosa no tiene copyright.

    Bueno, al turrón:

    Hoy, por estar solo, me he ido a comer bastante más pronto de lo habitual. Pero quien me conoce bien, sabe que el motivo más íntimo que me mueve a mi a salir a la calle no es la comida o la desconexión por un rato del acelerado ambiente de trabajo. Es más, hoy no he comido por no gastar tiempo, me he tomado una cerveza y una tapa y con éso me ha bastado, y luego, me he dado un paseo de veinte minutos que me ha sabido a gloria.

    Efectivamente, el Peritta, a lo que va, es a fumar.

    Total, que de vuelta hacia el trabajo y con todo el morao me he metido a echar un café en uno de los muchos bares de comidas que hay por allí cerca.
    Todos son más o menos iguales, pero éste es un poquitín superior a la media. Debe de ser porque los precios también lo son, por la decoración, o porque abundan en él más los trajes y las corbatas que los monos azules o blancos aunque también los haya, y no por la comida o por la simpatía del personal, pues alguna vez he comido allí y nunca ha sido gran cosa.

    Había muy poca gente: algunos comensales aún sin ser servidos y algunos camareros acabando de montar el comedor.

    En la barra un buen rollito de risas que se traían entre los que, supongo yo, serían los dueños, con el que, creo yo, encargado, pues estaba al otro lado de la barra.
    Un joven y eficiente camarero andino (costeño, no serrano), también estaba al otro lado de la barra y sonreía divertido con las frases hechas y los giros del lenguaje que aquí usamos y que iba cazando al vuelo a la vez que me atendía a mi o ayudaba con los pedidos y las comandas a un compañero que iba y venía a la cocina algo agobiado.

    Mal apenas presté atención a las guasas que se traían, quizá porque los que yo supuse dueños me parecieron algo estirados o porque yo andaba ensimismado (¿enmimismado?) en mis propios pensamientos. Total, que me tomé el café y me dispuse a pagar y marcharme.

    -¿Cuanto es?.
    -Uno con veinte señor-

    Debí de arquear las cejas, porque al momento añadió, no sin cierta humildad:
    -Ha subido.

    Oyess, que me salió de los más hondo de las tripas:

    -¿A que a ti no te han subido el sueldo?-. Le dije poniendo el euro y pico en la barra.
    -No-. Contestó él en voz baja y algo turbado por la presencia del encargado y los dueños.

    -…. ¡Ah!-. Rematé yo, haciendo una pausa al estilo manchego.

    Y con las mismas salí por la puerta despacito, muy despacito, sabiendo que atrás les había dejado cortado todo el buen rollito interclasista que se traían.

    Y ahora vas y lo cascas.
    —————————
    http://www.telefonica.net/web/villacadima/valencia2.swf

  2. El miércoles leyendo la prensa cai en el tópico de hacerme la misma pregunta que usted, señor Jáuregui: ¿cómo es posible que los asesores de ZP no le aconsejaran alguna frase exitosa que ofreciera una portada más lucida en los diarios del miércoles? Pero he caído en la cuenta de que a lo mejor minusvaloramos a dichos asesores y, manejando con audacia la situación, han dejado que la prensa se haga eco de un tema tan folclórico como es el precio de un café, y así evitar temas espinosos (véase terrorismo). No nos engañemos, hoy por hoy, al presidente le interesa más que se comente, no sin cierta sorna, que desconoce el precio de un café a que se hable de De Juana, Otegi o de Abertzale Sozialisten Batasuna. Por todo, ¿sigue creyendo que fue una ‘desafortunada’ respuesta o cabe la posibilidad de que fuera una afortunada y estudiada respuesta?

  3. No, sigo pensando que prepararon mal un programa tan estelar. Prueba de que hay que prepararlo es que Rajoy se mostraba ayer, en los pasillos del Congreso, bastante ‘acojonao’ ante el reto.

  4. Fernando, no vi el programa porque vivo fuera de España, pero yo creo que tambien influyen las expectativas: uno pensaria que el publico en general considera a ZP mas capaz de conectar que Rajoy, por lo que Rajoy tiene una cierta ventaja: nadie espera que sea Moncho Borrajo precisamente.

    Por otro lado, Rajoy esta en la oposicion y puede prometer mucho mas que ZP, no creo que recurra a tratar de tu a la gente (eso fue ante todo una falta de respeto). Si es que las cosas son de sentido comun, no hacen falta asesores: le basta con dejar hablar a la concurrencia y responder tranquilamente. Si le preguntan que cuanto vale un kilo de lechazo, simplemente decir que no lo sabe o dar una cantidad muy alta añadiendo que no esta seguro. Contestar rapidamente para dar mas juego a la gente. Cosas normales y, sobretodo, SER UNO MISMO!!!

    No viene mal estar acojonado si eso le sirve para prepararse mejor, mira, ya tiene algo que hacer esta Semana Santa.

    Pd. Por cierto, en Francia, la audiencia fue mayor en el segundo programa (Segolene) que en el primero (Sarko).

  5. Zapatero estuvo bastante bien. Las preguntas quedaban un poco frias con ese formato en batería sin réplica. En lo que respecta a los temas que a mí más me interesan, que son el trabajo y la inmigración, creo que estuvo un poco flojo, como su política. Y le queda poco tiempo para espavilar. Espero que gasten algunas más energías en pensar en los trabajadores y menos en otras cosas, que para eso presume de ser un partido «obrero».

  6. Siete millones serían durante los intermedios de esas series “Serranos” y “House” ¡Qué curioso!, yo que veo las dos series, un ratillo una y otro ratillo la otra, aún me quedó tiempo – durante los ANUNCIOS – para escuchar alguna que otra respuesta de ZP.
    Y puestos a contar, pues… les voy a confesar mi modo de proceder ante la TV, llego a casa sobre las diez… ceno con la TV, veo un poco de aquí, otro de allí, en fin, cuando algo me interesa me quedo un poco más… cosa que no ocurre con frecuencia… ¿No hacen lo mismo? Y para mí este nuevo programa – que no digo que la idea en principio sea mala, al contrario – fue otro más… realmente me entretuvieron más las personalidades de House y de los Serranos “típicas” de personajes de HOY. Seguro que todos conocemos a un House, o un Serrano mayor, o un Serrano menor, o un “fiti”… Si hablásemos de políticos ¿quién podría ser House? y ¿el Serrano mayor?… o quizás ¿todos estos personajes son demasiados buenos para ser políticos?, aunque en cuanto a manipuladores y enredas… ¡tan bien son menos que los políticos!
    María José, totalmente de acuerdo con lo que dices… pero esto no es nuevo, lo hacen todos los partidos desde hace ufff…
    Y estoy de acuerdo con ZP en una cosa, sus leyes sociales son bastante buenas? lo que ocurre es que ahora hay que desarrollarlas BIEENNN y ahí es donde está el mayor problema… y hay MAAASSSSSS ¡eh! Y en cuanto a la economía, ya veremos cuando se acaben las ayudas de…

  7. A mí la iniciativa me pareció muy interesante, y creo que los políticos deberían prestarse más a este tipo de formatos, porque bajo cuestiones a priori tan baladís como el precio del café subyace la lejanía entre la clase política y los ciudadanos de a pie.

    Un saludo

    http://blogs.periodistadigital.com/dioshamuerto.php

  8. Me muero de ganas de ver al señor Rajoy en el próximo programa. Que nos va a contar? Como va aconvencer y a quién?
    Que le van a preguntar? Porque en el tema de la vivienda gran parte de la responsabilidad la tuvo su gobierno al no aplicar medidas que frenasen la especulación, y sobre qué a contestar; sobre las medidas sociales que nunca pusieron en marcha? que nos va acontar? Si no lo creen ni los de su propio partido.
    Y si sacan el tema del terrorismo que va a soltarnos otra vez en mismo rollo!
    De verdad, tengo ganas de verlo pero es para saber hasta que punto ese personaje de cuchufleta es capaz aún de convencer.
    Es patético!

  9. No voy a discutir ni me interesa si ZP estuvo bien, mal, o regular. Personalmete, lo que me interesa es cuando se va a cambiar la ley electoral, cuando los elegidos van a estar más controlados por los ciudadanos que por los partidos, cuando historias, acontecimientos virtuales van a ser algo más reales, en definitiva: cuando los ciudadanos vamos a tener más opciones que elegir entre este o ese, cuando vamos a dejar de ser vasallos para actuar como ciudadanos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *