6 respuestas

1. 

   Ignacio (el primo, pero no jilipollas)

   22 de marzo de 2011

   Hay que proteger a la población civil de Libia y a la no civil.
   Hay que proteger a TODOS los libios de la bestialidad de la guerra electrónica.
   Hay que recuperar la decencia y la actitud y el discurso pacíficos y tolerantes.
   Todo esto es una MIERDA.
   Es una opinión. Que la sepáis los del ardor guerrero.
   Salud y larga vida a todos los que no tenéis que vivir y trabajar en Trípoli.
   Buenas noches.

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2. 

   pascuamejia

   23 de marzo de 2011

   La cuestión tiene demasiadas aristas para un analista de pueblo como yo, pero veo algunos elementos a destacar:

   1) Si no matamos a Gadafi, la cosa va a acabar como Yugoslavia.

   2) En todas estas revueltas pro libertatis omnia, ¿de dónde salen los sucesores y quién los propone? Huele terriblemente a islamismo radical… o en proceso de.

   3) Más tarde o más temprano les tocará a los al sabah, los Ben laden y a sus primos consanguíneos los al saud.

   4) A pesar de todos los pesares, el porcentaje del PIB mundial en manos árabes (y no me refiero solamente a los pibs de sus países sumados, sino también y muy especialmente a sus inversiones worldwide) es tan alto que muchas decisiones, aparentemente politicas, están teñidas de petrodólares y de apuestas bursátiles: si en algo no hay racismo ni colores es en el dinero y derivados.

   5) ¿Matar a Gadafi o no, atacar Libia o no? Parecen decisiones gatopardas

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3. 

   kroker

   23 de marzo de 2011

   @Pascua.
   No tengo tan claro que la alternativa a Gadafi sea el islamismo radical; es más, ese ha sido el pretexto que ha movido a los occidentales a mirar para otro lado con individuos como éste, que se han presentado siempre como un mal menor. Las revoluciones árabes a que estamos asistiendo, tienen cada una sus peculiaridades, cada país es distinto, sus situaciones son diferentes, y probablemente las salidas a esas revueltas y también lo sean. En los casos de Túnez y Egipto, las salidas han sido muy parecidas pero más que nada, porque las fuerzas armadas mayoritariamente no se han opuesto por la fuerza al cambio de régimen. El caso libio es muy diferente, hecho que ya ha sido analizado en todos los medios hasta la saciedad. ¿Se puede llegar a una secesión de la parte oriental de Libia?, pues si y no, depende como se desarrollen los acontecimientos, cosa que en Túnez y Egipto, ni se hubiera llegado a plantear.
   Creo que el islamismo radical, no sólo está descolocado en todo este movimiento de masas, es que no saben a qué carta quedarse; desparecido el enemigo que subyuga al pueblo, que pretexto les queda, ¿imponer la Ley Islámica a gentes que están hasta el turbante de imposiciones, prohibiciones y/o represiones?; no creo que sean capaces de imponer nada salvo atentados a mansalva, que por otra parte serían de difícil justificación, y provocaría la caza del islamista sin contemplaciones.
   Como toda revolución, sabes cuándo empieza y como (aunque no se sepa muy bien el porqué), pero no sabemos, ni cuánto va a durar, ni cómo va a terminar.

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4. 

   Cirus

   23 de marzo de 2011

   Como poco, y al margen de las razones para invadir Libia (dudé de ciertas masacres atribuidas a Gadafi, porque nunca me enseñaron los muertos), yo creo que nuestro Presidente se ha pasado de «chulo guerrero» y nuestro Jefe de oposición de honesto y blando. Comportarte como un Zarra cuando te marca un Dani Alves, es exponerse demasiado. Y gastar como ricos cuando no tenemos ni para cubrir nuestros gastos (quiero decir los de nuestro gobiernos autonómicos y gobierno central, más todos los nombrados a dedo y todas las corrupciones de dinero y de lenguaje), porque nos hemos dejado convertir en pobres de solemnidad, votando a un gobierno de mentirosos y tramposos (Crisis, Pizarro Solbes), es de una imprudencia cósmica.
   Como estamos en Cuaresma me he leído un Viacrucis escrito por el Cardenal Ratzinger, actual Papa. Jesucristo les dice a las mujeres que lloran por él: «Más bien llorad por vosotras mismas y por los vuestros». Creo que nos viene al pelo. Podemos y debemos llorar por Libia y por los libios, injustamente martirizados; pero ya podemos empezar a llorar por nuestros soldados y por nosotros mismos. El final no está escrito. Y la muerte no es el final, pero tiene muy poca gracia. Cirus.

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5. 

   pascuamejia

   23 de marzo de 2011

   @ kroker: ojalá tengas razón, ojalá haya llegado el momento y sean los propios árabes -musulmanes o no- los que definan una ruta no integrista y, sobre todo, no violenta de su devenir. Ojalá, que es palabra árabe.

   @ Cirus: han pasado 200 años desde la cínica pero acertada frase de Clausewitz acerca de que la guerra es la continuación de la política por otras vías. Ante esto, las lagrimas, por unos o por otros, valen de poco. Un cura, de los pocos que han afectado mi vida, solía decir «don`t cry, act» (Father Cormack era inglés), no llores, actúa. Es de lo mejorcito que he oído en tiempo.

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6. 

   pascuamejia

   24 de marzo de 2011

   @ kroker: no creas que está la cosa tan clara. El 9 de marzo en El Cairo, según el relato de una periodista (Rasha Azeb), un grupo de policías, aparentemente Hermanos Musulmanes, la detuvo junto con otras mujeres a las que llevó a comisaría para someterlas a Virginity Tests (sic) y comprobar si eran vírgenes o ser acusadas de prostitución en caso de no serlo. Como verás, mi temor sobre el islamismo radical no es infundado, lamentablemente. Te dejo el link

   http://morallowground.com/tag/rasha-azeb/

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