Creo que estamos perdiendo el oremus. Los papeles. El sentido común. Aistimos estos días a debates absurdos. Antes yo los circunscribía a lo de Federico J. Losantos. Ahora creo que esto va más lejos. Lo de las banderas, el hmno, la fiesta nacional (sí, los toros también, aunque ahora no me refiero a esto), todo, se va desmadrando. No construímos país, sino que lo destruímos. ¿Por qué no proclamar que la bandera es signo de democracia, y hace mucho tiempo que ya no de dictadura? Y lo mismo vale para el himno y otros símbolos, ahora que los del franquismo ya van a desaparecer (y no me parece ni bien ni mal; a mí ya no me molestaban desde hace mucho). Hemos aguantado estatuas de Franco con paciencia borreguil y ahora nos encocorotamos porque la enseña nacional ondee en los ayuntamientos. Tamos locos. Pero ¿qué nación estamos haciendo?
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