El agobio

Ayer, cuatro horas entre el coche y taxis o autobuses para ir de un sitio a otro de Madrid. De todas las citas profesionales (porque las copas que ofrecen los políticos también son citas navideño-profesionales), tuve que cancelar tres sobre la marcha (menos mal que existen los móviles). No quiero ni pensar lo que me gasté en gasolina, en taxis y en tiempo. Lo mismo que todos los desesperados que me rodeaban. Madrid se convierte a pasos agigantados en una ciudad al borde del colapso, agravado por las obras simultáneas decretadas /manu militari/ por Gallardón, el de las grandes obras. Los constructores, algunos sobre todo, se forran, y hasta les cierran al tráfico una parte de la Castellana para que puedan progresar con sus torres inmensas que provocarán atascos mortales en una entrada de Madrid. Y ¿dónde está la oposición? De fiesta. Como en todas las demás partes: el Parlamento Europeo ha tenido que intervenir para frenar la terrible especulación en una de nuestras costas. Las restantes partes de nuestro litoral quizá las den ya por perdidas. Y sigue la angustia: ¿estamos dejando un mundo mejor para nuestros hijos? ¿Estamos creciendo a costa de un futuro peor, que llegará cuando explote la burbuja inmobiliaria? Y, en todo caso, ¿merece la pena este presente de ladrillo, cemento y rostros de hormigón armado?

Perdón por el tono pesimista: ver que se te va la vida agarrado a un volante y entre bufidos de claxon no te pone de demasiado buen humor ni exacerba el sentido navideño.

Muchas felicidades a todos, en todo caso, bloggeros. Porque, pese a todo, hay que cultivar ese espíritu de las fiestas. Un abrazo.

4 respuestas

  1. Felicidades a ti y a todo el equipo. Llevas unos días quemado con el tema cemento. Sabes que por razones que ya ni entiendo la economías española se basa en la construcción, es el «motor». Así nos va a los jóvenes, el derecho a la vivienda es algo tan inalcanzable como un empleo estable. Espero que el 2006 nos traiga menos estatutos y más provecho para los ciudadanos.

    Feliz Navidad

  2. Esto ya es otra cosa. Sin emoticones da gusto leer.
    Yo no sufro Madrid, es decir sus obras y atascos, así que no opino sobre el tema. En cualquier caso agobiarse por estar en un atasco camino de varias copas de Navidad me parece que no es agobiarse por poca cosa. Le oí el otro día desde una copa que se celebraba en Moncloa (creo) y se le intuía encantado Sr. Jauregui, venga, venga que se lo pasa usted bien, no me diga que no…

  3. Avatar de Uno de los Progres
    Uno de los Progres

    Todavía con el retumbar de los máquinas de las Obras de la M-30 en mis oidos, que una noche más me han fastidiado el sueño, te escribo, mi querido Fernando, para desearte a tí y a todos unas etupendas fiestas y un 2006 lleno de alegrías, que buena falta nos hace¡¡¡.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *