El artista

Es seguro que nunca le van a dar un Oscar, pero qué duda cabe de que es un auténtico artista. Podría aquí referirme a varios artistas en lo suyo, pero ahora hablo del Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, que, para mí, que me reconozco monárquico ‘crítico’, representa, con claroscuros patentes, la etapa más feraz y feliz de la Historia contemporánea española. A veces, ante la sucesión de cosas que están pasando, ante la estulticia de algunos, uno se pregunta si no estaremos situándonos al borde de un abismo que suponga el final de esta etapa.

Desde luego que el ‘caso Urdangarín’, que tantas horas de ajetreo ha dado este fin de semana a los medios de comunicación, contribuye no poco a consolidar esa inquietud ante el futuro. La Monarquía, que es ahora el arquitrabe del sistema, ha sufrido un duro revolcón con las andanzas, al filo de la ilegalidad y dentro plenamente de lo intolerable, del yerno del Rey.

Pero es este un episodio -la memoria de los ciudadanos es flaca-que pasará, como han pasado otros casos de ilustres corruptos. No estoy seguro de que la imagen del Rey, y menos aún la de su hijo y heredero, salga demasiado tocada -tampoco beneficiada, desde luego-por este ‘affaire’, tan doloroso familiarmente. Pero sí estoy convencido de que ‘el artista’, más asediado que nunca por libros y comentarios escasamente respetuosos y pancartas callejeras claramente insultantes, está ahora reaccionando bien, dosificando sus silencios y más aún sus escasa palabras.

No va a ser el ‘affaire Urdangarín’ el reto más importante para la Corona, y eso creo que lo sabe quien, en un futuro más o menos cercano, ocupará el Trono. La crisis económica que desespera a los españoles y lanza a muchos de ellos a la calle, los desajustes institucionales y legales, comenzando por la propia Constitución, que necesita unos buenos retoques, son amenazas potencialmente mucho mayores para la forma de Estado que ningún ‘paseíllo’ que el aún duque de Palma pueda hacer hasta las puertas del Juzgado.

Estamos cada vez más claramente asomados a unja nueva era, y pienso que todos, comenzando por la llamada clase política, hemos de ser conscientes de la enormidad de los cambios necesarios. Muchas veces hemos repetido algunos que de esta situación, algo desencantada, en la que vivimos no se saldrá sin un pacto de amplio espectro entre el Gobierno -por mucha mayoría absoluta que tenga – y la oposición -a ver si, tras los congresos regionales y las elecciones andaluzas y asturianas, Rubalcaba se consolida, o no, como el líder definitivo del PSOE–.

Por el momento, lamentablemente, la hoja de ruta no parece pasar fácilmente por ese pacto, que habría de incluir acciones para consolidar una Monarquía que a mí me parece que nos sigue siendo, algo rehabilitada la fachada, eso sí, muy necesaria. Y mira que ‘el artista’ ha hecho oír tantas y tantas veces su voz pidiendo ese necesario acuerdo a los políticos y a la sociedad, frecuentemente tan cainita.

2 respuestas

  1. Perdón por el relativo desasistimiento en las últimas horas, pero es que han estado actualizando los blogs del periódico. Gracias por la comprensión.

  2. […] convincentes… o ambas cosas.” Fernando Jauregui en Cenáculos y Mentideros: “El artista“. Cree que “La Monarquía ha sufrido un duro revolcón con las andanzas, al filo de la […]

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