El (decepcionante) gobierno que viene

No espero mucho, la verdad, del gobierno que viene. Algún nombre esperanzador, pero poco. Y lo del Parlamento, pues lo mismo. La composición del gabinete se hace más por agradecimientos, compromisos, presiones, cuotas –que esa es otra– y porque me da la real gana que por el interés verdadero de los españoles. Y, claro, pasa lo que pasa.

En un post adjunto mi crónica de hoy para Colpisa, no accesible para quienes no vivan en las provincias donde esta crónica se publica (creo que Santander, Granada, Badajoz, Zaragoza, Murcia y alguna más, dependiendo de las ocasiones y, supongo, del espacio que tengan los periódicos de la cadena).

Temo que, pese a algunas declaraciones alentadoras, la decepción, ante el inicio del curso político, de una nueva era política, sigue. Ojala me equivoque.

7 respuestas

  1. Puestos a titular, para qué buscar más adjetivos, si hay uno que es la continuación de la saga. Me da que es algo demasiado aventurado para un periodista titular algo que no se ha producido todavía. A mí no me enseñaron eso en la facul, pero ya se sabe que el periodismo de hoy es esencialmente opinativo. Aquello de los hechos sagrados pasó a la historia, a lo que se ve continuamente.

  2. MANIFIESTO POR LA REFORMA DE LA ACTUAL LEY ELECTORAL

    http://reformaleyelectoral.blogspot.com/

    Un cada vez más extenso grupo de ciudadanos considera una urgente necesidad democrática reformar la actual Ley Electoral.

    No es de justicia que a Izquierda Unida le cueste cada escaño 481.520 votos y a UPyD 303.535 votos mientras que al PNV le cuesta solamente 50.541, a Nafarroa Bai 62.073, al PSOE 65.470 y al PP 66.470 votos. No es equitativo que IU, tercera fuerza política en número de votos obtenga 2 escaños con 900.000 votos y UPyD, quinta fuerza política con 300.000 alcance únicamente 1 asiento en el Parlamento mientras el PNV con 300.000 votos consigue 6 diputados.

    Este sistema adultera la voluntad de los ciudadanos emitida en las urnas, escamotea la representatividad y proporcionalidad de un sistema multipartidista como el español y burla el deseo de gran parte de los votantes que observan como su voto no vale nada en virtud de una Ley Electoral caduca.

    Por tanto:

    Exigimos a las dos grandes formaciones políticas españolas una profunda reflexión sobre el tema desvinculada de sus intereses partidistas, coyunturales y electorales.

    Reclamamos que escuchen las voces que se alzan en la sociedad representando a una mayoría deseosa de un cambio que permita que el voto de todos los ciudadanos tenga el mismo valor.

    Demandamos una reforma de la actual Ley Electoral, por injusta y alejada del principio «Un ciudadano, un voto».

    http://reformaleyelectoral.blogspot.com/

    POR UNA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL.

    UN CIUDADANO, UN VOTO.

    Enlázanos desde tu blog/web a través de nuestro banner.

    Envíanos la URL de tu blog/web para añadirte a la lista de enlces que apoyan la reforma de la ley electoral a través de un post o de nuestro correo electrónico.

  3. A P.Miró:
    1.-Ni siquiera ha aguardado usted al post que he anunciado. Paciencia, hombre, paciencia.
    2.-¿No habíamos quedado en que esto era una tertjulia, y no una crónica periodística al uso?
    3.-El análisis de lo que pasa es una forma de comunicación. No invento realidades, están ahí esos rumores y me parece lícito comentarlos.
    4.-Le remito, insisto, al post que publico a continuación.
    Saludos

  4. Avatar de Fernando Jáuregui
    Fernando Jáuregui

    A propósito del gobierno que nos viene y de los portavoces parlamentarios y otros nombramientos, inserto a continuación la crónica enviada esta mañana del sábado a la agencia Colpisa:

    La que nos viene encima

    El baile de nombres que se avecina.

    Fernando Jáuregui

    “Prefiero prensa sin Parlamento que Parlamento sin prensa”. La frase que encabeza este comentario, o alguna muy parecida, ha sido atribuída a varios presidentes norteamericanos, aunque yo me inclino más por Jefferson que por ningún otro. Y ahora, cuando en esta semana de regreso político vamos a iniciar lo que muchos consideran como una nueva etapa, creo que viene muy al caso la reflexión sobre el equilibrio de poderes que Zapatero tendrá que respetar y potenciar. Comenzando por el Parlamento, cuyos portavoces de los diversos grupos vamos a conocer en los próximos días: un papel esencial, el de portavoz parlamentario, tanto en las filas gubernamentales, como, especialmente en las de la oposición. No me extraña la pelea subterránea por cubrir ambas plazas, más decisiva que la de un ministro, en el caso de los socialistas, más importante que la del mismísimo secretario general del partido, en el de los ‘populares’.

    El baile de nombres posibles se ha extendido, en estos días vacacionales y de escaso contenido en los informativos, desde las portavocías al Ejecutivo, pasando por el judicial, donde se asegura que un próximo acuerdo entre PSOE y PP pondrá fin al actual estado de provisionalidad de un Consejo del Poder Judicial que lleva ya demasiado tiempo prolongando su mandato contra lo que las leyes preveían. Está claro que Zapatero no está dispuesto a que Francisco José Hernando, el actual presidente del CGPJ y del Supremo, sea quien inaugure el nuevo año judicial, y que pretende sustituirlo en el plazo más corto posible por un candidato más ‘afín’.

    Así que suenan muchos recambios en los tres poderes clásicos de Montesquieu. En el Ejecutivo, el Legislativo –donde se renueva alrededor de la mitad de ambas cámaras—y el judicial. Pocas veces hemos estado, en el comienzo de una nueva legislatura, ante una tal avalancha de nombres presumiblemente nuevos, aunque algunos, por muy escuchados en los mentideros, ya no lo sean tanto. Porque, claro, aunque continúen los socialistas en el poder, lo cierto es que los relevos van a afectarles a muchos de ellos, pero también habrá movimientos, y muchos, en el seno de la oposición.

    De lo que vaya a ser el nuevo gobierno de Zapatero, la verdad es que me parece que casi nadie tiene ideas muy concretas, más allá de los rumores que circulan por los cenáculos y mentideros. Y, a través de estos rumores, puede deducirse que, en sus meditaciones en Doñana, Zapatero habrá tenido que incluir, a la hora de confeccionar sus listas, las presiones de algunos ‘barones’, la paridad de sexos y sus propias simpatías y antipatías. De manera que algunos posibles nuevos ministros que circulan por esos cenáculos y mentideros no dejan de preocuparme, aunque desisto de ser más concreto por si esas hipótesis, filtradas a los medios siempre con algún propósito determinado –por supuesto, para beneficiar o perjudicar al protagonista del rumor–, no llegasen a hacerse realidad, o nunca fueron reales.

    Lo que sí me inquieta es que los ‘pesos pesados’, esos que ocupan cargos de alta responsabilidad fuera de España, nunca entran en las quinielas. Y si Joaquín Almunia o Javier Solana, por poner dos ejemplos señeros, no han sido llamados a ejercer responsabilidades aquí y ahora, malo. Y si ellos no las han aceptado, o ni se han planteado aceptarlas, peor aún. ¿Por qué hacer un gobierno de nivel discreto cuado se podría volar mucho más alto? Porque para ello, naturalmente, hace falta planteárselo y no actuar solamente en función de grados de amistad y camaradería: ya sabemos que ni Almunia ni Solana son uña y carne con el presidente del gobierno, pero el Consejo de Ministros no tiene por qué albergar voces monocordes.

    Y lo mismo sea dicho para los otros dos poderes en cuestión, el Legislativo (cada ‘barón’ quiere ‘colocar’ sus piezas en los grupos parlamentarios) y el Judicial, donde el sistema de ‘cuotas’, en función de afinidades políticas, sigue primando, digan lo que digan. Sería una buena oportunidad, pienso, para que ese cambio de rostros que nos viene –sí, parece que también en lugares clave del cuarto poder, es decir, los medios de comunicación– sea realmente una renovación, y no un mero maquillaje.

    ((fin de esto, sigue despiece))

    El papel clave de los portavoces

    FJ

    Entre portavoces anda el juego. Los parlamentarios y los de los partidos, así como los gubernamentales. Tanto en el PP como en el PSOE se ha repetido estos días la vieja cantinela de que ‘no se comunica bien’ lo que cada uno de ellos está haciendo. Los jefes de comunicación, dice un viejo adagio, son siempre los culpables hasta de que los autobuses estén mal aparcados durante los mítines. Y casi nunca es ello verdad: lo que ocurre es que lo que se comunica es una realidad, y esa realidad es lo que usualmente evidencia grietas.

    Tiene, en todo caso, su importancia saber si en el Congreso el jefe del grupo parlamentario será el valenciano González Pons o el turolense (aunque apoyado por Esperanza Aguirre) Manuel Pizarro, o ninguno de los dos y sería Soraya Saénz de Santamaría, entre otros nombres posibles, quien llevase la difícil batuta de controlar a la tropa de sus señorías del PP. En el campo del PSOE también hay varios aspirantes, según la rumorología, para ocupar el importante cargo, pero muchos creen que, con su afición a las sorpresas –el poder te permite sorprender a los periodistas, contrariando las especulaciones que publican casi a voluntad–, Zapatero sacará conejos nuevos de sus varias chisteras.

    Y lo mismo con el gobierno. Pero tiene también indudable interés saber, por ejemplo y ya que hablamos de portavoces, quién sustituirá a Fernando Moraleda –a quién se da anticipadamente por sustituído—en el cargo al frente de la Secretaría de Estado del Portavoz y quién, eventualmente, ocupara las funciones de María Teresa Fernández de la Vega como portavoz, si es que logran finalmente despojarla de estas funciones en lo que es, o parece, un movimiento por cambiar –¿debilitar?– el contenido de la vicepresidencia primera del gobierno. Porque si se hicieran buenos los rumores que apuntan a una ministra actual, casada con quien ya ocupó esa secretaría de Estado –y que sigue asesorando desde la sombra a Zapatero–, la cuestión sería muy indicativa de por dónde van a ir los tiros en esta legislatura. Y quedaría bastante claro quiénes son los que de verdad mandan, por la vía de la influencia en La Moncloa.

    (fin)

  5. Avatar de Un votante de UPD
    Un votante de UPD

    A Pierre Miró:
    ¿Entonces estudiaste periodismo?
    Ahora lo entiendo todo.

  6. A Jauregui

    Al menos estos, aunque decepcionantes, vienen. De los otros, los de la oposición, con el Gallego al frente, llevan una semana sin saber si van o vienen

    Un saudo y que Dios nos coja confesados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *