Sí, Luis Planas, un hombre con un extenso curriculum tras sí, estuvo a punto de ser director general del Centro Nacional de Inteligencia, puesto que finalmente fua a parar a manos de un militar, Félix Sanz Roldán. Nunca trascendió la noticia, más allá de algunos círculos informados, pero esa es la verdad: los responsables entonces de la diplomacia española y algunos círculos europeos apoyaban la candidatura de Planas como sustituto del catastrófico Alberto Sáez. El discreto Planas, hoy consejero de Agricultura de la Junta andaluza (repite en el cargo) y candidato desde ahora a suceder a Griñán al frente del Gobierno andaluz (clave en la renovación del PSOE), ya había ocupado la embajada en Marruecos, observatorio clave para los intereses españoles, una representación a la que no envían a cualquiera. ¿Puede compararse con la ‘aparatosa’ Susana Díaz, que encarna eso que los andaluces llaman ‘el susanismo’?
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