No todo es, por supuesto, langiostino, bocata, maletines de marca falsos, rebujito y horterada. Los sindicatos son mucho más que eso. Y sus líderes son honrados. Pero están fallando en su papel fundamental: diseñar un panorama laboral acorde con la realidad, no con sus postulados, que se han quedado antiguos. Ahora mismo son ajenos al gran debate: ¿es mejor un part-job que un no-job? Yo lo tengo claro, pero ellos, que por lo visto no tienen hisjas en el paro como uno que yo me sé, no lo ven. Así que sobre eso he escrito hoy mi columna para OTR.
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