Jooder la que se ha montado con el secuestr por el juez del Olmo de la revista El Jueves…No ha servido más que para que todo el mundo vea la dichosa portada, que me parece un compendio de mal gusto, de humor (?) zafio y de ganas de provocar. ¡Qué bien le ha venido a la en otros tiempos revista satírica, hoy languideciente, este secuestro! Probablemente, la medida cautelar ha sido una tontería, porque ha logrado el efecto contrario al pretendido. Pero…
Pero yo creo que todo el mundo merece respeto en su vida privada, aunque sea príncpe, y quizá precisamente también por ello. A mí, sinceramenmte, no me gustaría nada verme caricaturizado como en la portada deEl Jueves, y creo que mis derechos deben quedar amparados judicialmente. Quiero decir que, lógicamente, me hubiese querellado contra la revista (¿usted no?). Creo que el asunto debe circunscribirse al ámbito de lo privado, pero también en un terreno periodístico: no todo vale, ni siquiera bajo el tejado del humor. Y muchos de los que se rasgan las vestiduras ahora clamando por la libertad de expresión violada, deberían recordar cuánto gritaron para que encarcelasen a Arnaldo Otegi por injurias a la Monarquía. Que no es que yo defienda a Otegi, pero a mí esto de las injurias al jefe del Estado me parece un cajón de sastre donde todo puede tener cabida según le dé al juez –o a la opinión pública, o a la coyuntura– de turno
No es, por tanto, de un delito de imjurias a la Corona de lo que aquí se trata, en mi opinión, ni de abrir el debate sobre Monarquía o República, que ya llegará en su momento, sin duda. Se trata más bien de una ofensa grave a una persona. Y, claro, ya se sabe que el Príncipe, por aquello de la imagen, no va a demandar a una revista, como sin duda lo haría yo. Y usted, supongo.
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