El sueño americano

Ando estos dias haciendo las americas –es decir, un poco de relax, un poco de turismo y un algo mas de trabajo– y, como siempre, me quedo maravillado ante las posibilidades que los españoles desdeñamos cada dia en America Latina –perdon por los acentos: es el teclado–. He presentado el diariocriticodeperu en Lima y la acogida ha sido magnifica, como supongo que lo sera en Quito el diariocriticodeecuador y en La Paz el diariocriticodebolivia. O como lo fue el año pasado el diariocriticodemexico, el de Argentina y el de Chile. O, dentro de algunos meses, el de Venezuela y Panama. En todas partes he encontrado socios estupendos, deseosos de hacer sociedad con un grupo español como el de diariocritico, y sin duda con una fuerte dosios de admiracion por España.

No siempre ocurre, sin embargo: creo que subsisten corrientes de pensamiento influenciadas por una historia que, sin duda, los propios españoles fomentamos, y que luego, en la historia que nos enseñaron en el franquismo, bautizaron como ‘leyenda negra’. En Cuzco, la maravillosa ciudad que da paso a la cordillera magica de los incas, los guias hablan y no paran de la «barbarie» de los conquistadores que arrasaron toda una cultura. La inquina con la que estos gu{ias cuentan a los turistas los desmanes de los colonizadores resulta, a todas luces, excesiva, por cuanto solamente se pone el acentoo en los oscuros, y nunca en los claros.

Me temo que algo de esto vamos a vivir cuando, dentro de poco mas de un año, comiencen las celebraciones del bicentenario de la independencia de muchos paises latinoamericanos, o iberoamericanos, que no deben dolernos las prendas semanticas. Creo que, en general, esas conmemoraciones se pueden, y deben, hacer en colaboracion con la que fue la Metropoli, y as{i se preparan algunos actos oficiales, en los que pienso que van a participar los reyes, cuya huella queda aqui en muchas placas conmemorativas. Pero que duda cabe de que aun quedan restos de la ira –y no faltan motivos historicos para ello–, que habra que tratar de minimizar con las armas de la moderacion, el dialogo y, sobre todo, la verdad. De nada va a servir esconder la verdad historica, si bien es cierto que nunca los españoles supimos ensalzar suficientemente los valores de civilizacion y modernidad que aportamos a America. Y no menos cierto es que aun sigue permitiendo ‘Madrid’ que subsistan focos de oincomprension: ¡a que viene que se siga exaltando la figura de Franco –y la de Pinochet, por cierto– en un museo oficial tan importante como el del oro de Lima? Pues eso, señores, sigue ocurriendo.

En fin, que os ire contando mas cosas de este interesante viaje, cuyos resultados espero que se noten a corto plazo en los periodicos que aqui hemos ayudado a establecer. Un saludo «vacacional» a todos/as.

6 respuestas

  1. Como usted bien dice los españoles hicimos muchas cosas mal en la llamada colonización, pero hay, al menos, una positiva que siempre se les olvida a quienes, en parte con razón nos critican: los españoles nos mezclamos con los nativos, los franceses o los británicos ni se les ocurrió semejante cosa. Y sin embargo las relaciones entre los EEUU y Gran Bretaña son muy distintas a las que mantenemos España e Iberoamérica…. Hay mucho que analizar de todos eso, pero creo que es más importante lo mucho que podemos hacer juntos de cara al futuro.
    Y sin duda, iniciativas como la de Diariocrítico contribuyen a ello. Felicidades por tan importante proyecto como el que representa esa red de medios comunicación a ambos lados del charco. Tal vez asi no vayamos conociendo mejor.
    Saludos vacacionales también para usted desde la costa de la luz….

  2. Distinguido D. Fernando

    Hoy me produce usted una envidia sana. Se que aunque soy jovén, es más que probable que nunca conozca la tierra de Zitarrosa y Benedetti o la Isla Negra de Neruda, viendo su casa junto al mar en ese Chile austral. Como verá prefiero olvidar la Moneda y la Casa Rosada que tantas tristezas aportaron al mundo en los 70 y 80.

    Pero haría bien españa en recordar otros aspectos, como que fuimos la única metrópoli en promover e implantar las primeras leyes de protección de los indígenas, las Leyes de Indias de Bartolomé de las Casas, cosa que jamás hicieron los ingleses, franceses, holandeses y portugueses (compañeros nuestros en la gran aventura sudamericana gracias al nunca ponderado tratado de Tordesillas).

    En España hubo mestizaje, como acertadamente dice Inmaculada, y más allá de obras como la de Elliot que nos intentan presentar como esquilmadores de América, pero que obvian Elliot el papel esclavista de las demás naciones y del auténtico espiritu genocida de otros conquistadores.

    Excesos los hubo, y muchos. Todos ellos injustificables, pero hemos permitido que nuestra historia la escriban nuestros antagonistas, que bajo el reconocimiento de «hispanistas» insisten en una «leyenda negra» no más denostable que la de sus paises de origen y que pretenden que vaya calando hasta crearnos un sentido de culpabilidad.

    Lo cierto es que cada vez que un país americano ha pedido amparo internacional, recurre a a la «Madre patria, madre pu…». Autocrítica, si. Flagelarnos, creo sinceramente que no hay motivo.

    Un saludo y buenas vacaciones (lo del trabajo, que no le desborde)

  3. A Servet:
    En lo único que no estoy de acuerdo es en que no conocerá la casa de Neruda en Isla Negra. Si es por razones económicas, debo alentar sus esperanzas. La IATA mediante, los precios de los billetes se van a seguir bajando, y cumpliremos todos ese sueño de cruzar el charco con relativa frecuencia (siempre y cuando las compañías de tarifa económica no actúen como una que yo me sé y que la pasada semana me dejó doce horas tirado en Barajas).

    España, el Estado español, fracasó lamentablemente a la hora de ‘venderse’. Más barbaridades hicieron los colonizadores venidos de Inglaterra y de otros países con los ‘pieles rojas’ y, claro, como ellos escribieron su historia –los vencedores siempre lo hacen, menos en España–, glorificaron al cow boy depredador y dejaron a los indios como unos salvajes cortadores de cabelleras.

    Nosotros no hemos sabido hacerlo, es la verdad; hombre, ni Cortés ni Núñez de Balboa, ni tantos otros, fueron precisamente hermanitas de la caridad. En algún caso, hablamos de auténticos asesinos. Pero eso que usted e Inmaculada dicen: que algo bueno sí trajo la colonización española, en lo que se refiere a exportación de modernidad y de costumbres civilizadas –aunque a veces no lo pareciesen tanto–.

    Por eso digo que conviene recuperar la historia, la que nos vedaron a los niños que estudiábamos durante el franquismo y la que exageraron algunos de esos ‘hispanistas’ que beben solamente en unas fuentes que se les ofrecen con más facilidad y generosidad –e imaginación– que las oficiales u oficiosas españolas.

  4. Avatar de Patricia Gómez
    Patricia Gómez

    Hola,

    Soy colombiana y lo que comenta Fernando Jáuregui es totalmente cierto. La historia que nos han contado es la de los genocidios, la del maltrato a nuestros indígenas y a nuestras raíces. Lo bueno que nos dejaron muy pocas veces se dice. Considero que en Colombia, no puedo hablar por el resto de Latinoamérica, aún existe una rabiecita interna (e histórica) hacia España. Esta rabia se acrecienta cuando en los medios se escucha que un español ha agredido a un suramericano por cuestiones racistas o cuando una multinacional mediática como el grupo Prisa compra medios en Colombia o cuando vemos que tantas empresas españolas (como Gas Natural) entran al mercado colombiano porque saben que pueden hacer allí con los consumidores lo que les da la gana (y todo esto avalado por nuestros propios gobernantes).

    Estoy aquí hace un año y al llegar mis padres temían porque me hicieran algo por ser latina, tuve que tranquilizarlos y decirles que no me iban a golpear en el metro, que era cuestión del enfoque que los medios le daban a las noticias. Conclusión: no sólo la información dada, sino la forma y la fuente influyen en que se lleven tan malas impresiones tanto los colombianos de los españoles como ustedes de nosotros (Colombia no es sólo guerrilla, Uribe y drogas). Gracias.

    Mucha culpa de que esta rabia cont

  5. Estimado Fernando:
    Quizás sean los países de la cordillera andina donde mas los predisponen contra todo lo que suene a España. No hay manera de quitarles ese complejo; inmediatamente te recuerdan los 500 años de colonización, que si el cerro de Potosí, etc., en definitiva, te están recordando y reclamando todo lo mal que hicimos.
    Los sudamericanos deberían saber que los españoles estuvimos colonizados tres siglos por romanos, ocho por los moros luego entonces, ¿tenemos que reclamar también?
    Olvidan que Simon Bolívar los libertó y era hijo de español, lo mismo que San Martín.
    ¿Por qué no se meten con ellos?
    Hay que quedarse con lo bueno.
    Un saludo

  6. La ‘Inmigrofobia’ es una palabra que empecé ha utilizarla hace unos cuantos años. Nunca la había oído antes por lo que creo que ‘la inventé’.
    Petulancias aparte, todo lo que conlleva ‘fobia’, es un fenómeno aprendido y no adquirido. A los españoles les empezó a dar fobia los inmigrantes (inmigrofobia) porque se imaginaron que les iban a quitar el puesto de trabajo; comenzaron a sentir temor de perder su status de ‘nacional’. Pero, ¡ojo! Solo con los inmigrantes latinos; de los musulmanes poco, sin embargo de los anglosajones, nórdicos y germanos nada de nada, ellos son ‘extranjeros’, no ‘inmigrantes’.
    Lo mismo pasa con los millonarios que viven en la Costa del Sol: árabes son los ricos y moros los que vienen en pateras.
    En España todavía no esta claramente definida la diferencia entre ‘extranjero’ e ‘inmigrante’.
    Un saludo

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