Me acusa María en el anterior post, y con razón, de tener algo abandonado mi blog. Cierto. Ando por Caracas, adonde he venido para potenciar el periódico de mi grupo en Venezuela. Y para dar una charla en la Sociedad Interamericana de Prensa sobre libertad de expresión y esas cosas de las que nos gusta –y nos cabe– hablar a los periodistas. Bueno, el caso es que andaba un poco asfixiado y ni siquiera me he detenido a compartir con vosotros ustedes la experiencia bolivariana, que no es del todo positiva. Este país, tan querido para mí –y me parece que para muchísimos españoles–, así, no tiene remedio, temo. Aunque siempre habrá una salida. Prometo comentar más a fondo.
Deja una respuesta