Eppur, si muove (ma non troppo)


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Galileo tuvo que abjurar de sus ideas para que la santa (¡!) inquisición no le friese. Pero, read my lips, dicen que dijo aquello de ‘eppur, si muove’. Puede que ni eso dijese, que con la censura no se juega…
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“Eppur si muove”. Y, sin embargo, se mueve. Es la frase que la tradición atribuye a Galileo tras haber abjurado ante la inquisición, para salvar el pellejo, de su teoría heliocéntrica. Sí, la tierra se movía, y así lo proclamaba Galileo ‘off the record’ después de haber asegurado en público lo contrario. Se movía, aunque a los inquisidores no les gustase y no conviniese publicarlo ante los censores micrófonos de la época (porque siempre ha habido micrófonos indiscretos, como se sabe). Hoy, claro, la censura es menos pesada, las hogueras queman menos. Pero los micros y cámaras reflejan hasta el movimiento más leve de los labios, de manera que hay que tener cuidado, porque, en la asfixiante política española, el que se mueve no sale en la foto.

Así que, tras el debate sobre el estado de la nación, en el que solamente quienes no tenían nada que perder –ni que ganar– dijeron su verdad, la tesis oficial es que nada se mueve: todo va mal, para el principal partido de la oposición. No tan mal, para el Gobierno. Pero en ambos casos parece existir un acuerdo subterráneo: nada de proponer cambios radicales ni por uno ni otro lado, que ya se sabe que la sabia máxima ignaciana predicaba que, en tiempo de crisis, no conviene hacer mudanza.

Cierto: la impresión a primera vista es la de que aquí todo permanece, nada cambia, contra lo que decía el gran Heráclito de Efeso. Hasta las señales que limitaban la velocidad a 110 kilómetros/hora han vuelto a su ser prístino y ahora que muchos automovilistas comienzas sus vacaciones, retornamos a las esencias de consumo (y tributación) para el Estado. Una impresión que se refuerza cuando vemos el tenor de esas resoluciones salidas del debate sobre el estado de la nación. Unas resoluciones que nunca se cumplen, claro está, pero que, por si acaso, tienen toda pretensión de ‘imaginación al poder’ severamente recortada.

Y aquí seguimos, negando que la tierra se mueve alrededor del sol y afirmando lo contrario: Alfredo P.Rubalcaba prepara su discurso de aceptación de la candidatura a La Moncloa, molesto por los consejos que le llegan de los amigos (Felipe González) para que abandone cuanto antes sus puestos ejecutivos; Mariano Rajoy permanece en el silencio sobre sus intenciones y programa para cuando alcance, como sin duda alcanzará, el poder; las encuestas siguen preguntándose, como cada año, quién ganó en el ‘debatazo’ parlamentario, como si lo hubiese ganado alguien; Bildu sigue haciendo presagiar, perdiendo la oportunidad de mostrar lo contrario, un horizonte de nubarrones en el País Vasco, lo mismo que sus predecesores ‘batasunos’… Así, ‘ad nauseam’.

Pero, si usted lo mira atentamente, sí hay cosas que se mueven en el seno de la sociedad civil. Desde lo que está ocurriendo en el mundillo –o mundazo—financiero hasta las muestras de descontento ciudadano, patentes cada vez más incluso en las actividades festivas. Nunca hubo mayor distancia entre la España oficial y la España real, y me cuentan que incluso José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre del eterno adiós, comenta que lo ha percibido. Así que el único movimiento a observar con interés de la primera de esas españas, la oficial, es la larga marcha del aún presidente del Gobierno. Algo se mueve, por tanto, aunque a los inquisidores del anti-cambo no les guste. Lo que ocurre es que se mueve demasiado despacio, y el tiempo se agota.

8 respuestas

  1. aunque es un mito porque nunca pudo decir semejante cosa y seguir vivo, eppur si muove. mas tarde o mas temprano, el cambio se impondrá.

  2. No estoy tan segura de que nada se mueva. Tal vez hay cosas que se mueven demasiado deprisa, para mal, especialmente en la cosa financiera. Mientras que la respuesta es lenta, demasiado lenta, por parte de la democracia. Los mercados se imponen y la política, desgraciadamente, retroce. Y todo con mucha rapidez, casi sin sentir, aunque lo sentiremos.

  3. Sobre Galileo y la Inquisición hay muchas leyendas negras. Sin duda fue mucho más santa que otras inquisiciones nazis, comunistas, socialistas, feministas, gays etc (¿me quemarán por escribir esto?). Por si acaso lo escribo en castellano, porque si lo escribo en valenciano, me quemarán seguro muchos más, incluido el temible Joan Tardá y algún progre. Hoy hay (no puedo resistirme al encanto del «Yo; ya») muchas leyendas negras, y algún mito que se traga hasta mi admirado y venerado Fernando Jáuregui. Para censuras e inquisiciones, las actuales. ¿Cuántos desterrados de Euskadi no pueden votar en su tierra, sin que nadie diga nada?¿Cuántos no nacidos mueren mucho más alevosamente que un toro en la plaza de toros, sin que nadie diga nada, tal vez porque hay detrás un gran negocio?¿Cuántas guerras no son guerras más que si las defiende (aunque no nos meta técnicamente en ellas) Aznar?¿Cuántas contaminaciones de chapapote no son contaminaciones más que si le pasan a Aznar o Bush?¿Cuántos excesos de grupos concretos se justifican sólo porque se hacen en nombre del llamado «orgullo gay» que abochorna a muchos homosexuales, y se tolera porque ir contra ellos o no ayudarles adecuadamente quitaría muchos votos al político de turno, aunque se llame Gallardón?¿Cuántos trajes se pueden comprar con un AVE inútil que gastaba cada día el equivalente a muchísimos trajes, sin que nadie encause al autor de tal desmán, mientras se pasaron años hablando de los trajes de Camps?¿Cuántas ruinas ha de causar un gobernante, aunque sea progre y se llame ZP o Pepunto y aparte, para merecer un juicio serio por traicionar a sus votantes y engañarlos?¿Como se llama a lo que ha hecho el TC pasando ilegalmente por encima del TS?¿Y qué pasa con Garzón el encausado?
    ¿Cuántos pederastas hay en muchas instituciones de todo tipo de los que no se habla, a no ser que sean sacerdotes católicos?¿Cuántas violencias civiles y religiosas son mucho peores y causan mucho más muertos que los que causó la Santa Inquisición?¿Cuántos murieron por no querer pisar un crucifijo, por no querer blasfemar, por conservar sencillamente su Fe?¿Cuántos siguen muriendo en paises de otras culturas sin que ninguno de los que tachan de santa, irónicamente, a la Inquisición digan ni pío?
    Discutamos sobre lo que queráis, pero dejemos ya los mitos y las estupideces sobre la Iglesia Católica. Otros enemigos tienen, mucho más temibles, los ateos, las feministas y los homosexuales. De la Iglesia actual, que ya ha pedido perdón por tantas cosas como hizo mal, pocos males podemos esperar; sin embargo de los que la persiguen y de los que la persiguieron con inusitada saña y crueldad, de los que arruinaron y quemaron sus bienes, sus obras de arte y su patrimonio, de los que asesinaron a tantos curas, monjas y católicos sin classificasr, no he visto a nadie que, en nombre de los perseguidores, pida perdón de nada. Carrillo podría pedir perdón por algunas cosas, aunque esté debidamente amnistiado. Los de ETA podrían pedir perdón también por otras cuantas y podrían entregar las armas en señal de arrepentimiento sincero.
    Mediten en ello como hizo el lúcido y honesto ateo Gabriel Albiac. Cirus.

  4. Se atribuye a Sócrates un comentario sobre Heráclito de Éfeso, apodado “el oscuro”, al conocer su obra: “lo que he entendido es excelente, y lo que no he entendido probablemente lo es también”. (Castro Cid: Teoría del Derecho).
    Un poco nos pasa a nosotros con la economía y la política, lo que a Sócrates le pasaba con la obra del de Éfeso. Decía el griego: “el movimiento permanente responde a un orden impecable, que se produce “según medida”, y esta armonía del eterno flujo procede de un principio inteligente, un “logos” que gobierna todas las cosas”…
    Nuestro orden cósmico gira en torno a los “mercados”, regidos por el principio inteligente del logos: “laissez faire”; pero al cuál le falta la “díke”, la justicia cósmica de Anaximandro, principio por el cual desde mi punto de vista es: “el que la caga la paga”, y los que se van voluntariamente a la ruina por imprudentes deben cargar con esa “díke”. La oscuridad de todo esto, es que la estamos pagando los demás.
    De todas maneras, si el “logos” de la política española continúa como hasta ahora, los problemas se pudrirán ellos solos, y saldremos de la crisis, cuando los demás llevan ya años fuera. Como le diría el Caudillo a “Martínez el facha” (en la obra de humor), usted haga como yo Martínez, no se meta en política.

  5. A Kroker:
    la anécdota de Franco es verdad.
    A Pascua:
    seguramente, lo de Galileo es falso, como yo mismo decía. Pero si non é vero, é…ya sabes.

  6. A Cirus:
    de acuerdo contigo en algunas cosas, en otras no tanto (así es la vida). Pero el ser católico y aceptar los dogmas no puede excluir la verdad histórica: la Iglesia Católica cometió muchas tropelías. Algunas no pueden sacarse, es verdad, del contexto histórico y sería injusto olvidar ese ‘historicismo’ que debe enmarcar el juicio sobre el pasado. Pero las cosas son como son, algunos papas fueron como fueron y la no tan sancta Inquisición fue lo que fue. No podemos, simplemente, desconocerlo. Y eso, al margen de lo que Galileo dijese o no en voz baja: en voz alta tuvo que manifestar lo contrario de lo que pensaba, porque si no…

  7. Gracias, Fernando, por sólo apostillarme. No soy católico de los que ignoran la historia de la Iglesia a la que pertenezco muy críticamente, triste muchas veces y, contradictoriamente, justificadora, para algunos, de su logevidad y eficacia, porque, según ellos (Chesterton) «sólo puede ser divina una sociedad con tantas lacras y con dirigentes, en muchos momentos de su historia, tan criminales e indignos» (cito textualmente de memoria). Lo que pido es que «los otros», los que «la critican tanto y le exigen tanto» (¿serán creyentes frustrados ante los pecados de su Madre?), pidan alguna vez perdón por las miserias de sus «madres» intelectuales (que han vivido y florecido menos de cien años), sean éstas el nazismo o el comunismo, ambos hijos de una herejía de raíz cristiana.
    Por lo demás creo honestamente que los últimos Papas, desde San Pio X, merecen mucho más respeto moral e intelectual que muchísimos filósofos y pensadores de toas las tendencias en el mundo moderno. Especialmente me merece un respeto especial el actual Benedicto XVI. En esto me siento identificado con Gasbriel Albiac. Un posible payaso que firma Cirus (no Circus) en honor de mi abuelo paterno Ciro. Con todo afecto, Cirus.

  8. ¡ Que lástima tener que abjurar de tus ideas para que los cobardes no te hagan pupa !
    Saludos
    http://twitter.com/rrosaparedes
    http://rosaparedes-rosa.blogspot.com

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