¿Es usted socialdemócrata?

No sé, a estas alturas de mi vida, si soy socialdemócrata, liberal o, más bien, un mirón profesional de la política, más bien impasible, pero no indiferente. Aún me irrito ante la falacia y me inquieto ante los errores estratégicos, tantas veces consecuencia de ambiones incontroladas. Lo de que Rajoy gusta más a los socialdemócratas, como si los liberales gustasen más de Esperanza Aguirre, por simplificar, es, simplemente, uno de esos ardides absurdos que se inventan los mercaderes de imagen y los inventores de ideas sin ideas. La cosa no se tiene en pie, es un invento que significa una huída hacia adelante. Tiemblen cuando las cosas van mal en los partidos: siempre acaba pagando el vecino o el primero que pasa.

Yo, por supuesto, no tengo por qué preferir una opción sobre otra. No me siento identificado con el PP (ni con el PSOE, ni, plenamente, con ninguna formación política). Pero me disgusta que haya colegas famosos que tratan de decidir quién ha de ser, al margen de las urnas, el jefe del gobierno y quién el jefe de la oposición. Una cosa es la crítica legítima (y necesaria); otra, las presiones interesadas sobre los dirigentes elegidos y votados en los congresos de sus partidos.

¿Significa eso que prefiero a Rajoy sobre Aguirre? Creo que no me toca preferir, y a nadie le importa si me gusta más una opción sobre otra. Pero en los predios ‘esperancistas’ –no quiero involucrar en ello personalmente a Aguirre– se hacen cosas que no me gustan demasiado. Pienso que Rajoy tomó la decisión correcta tras las elecciones: no tirar la toalla, aguantar, prepararse para un nuevo combate contra Zapatero. ¿Qué hubiese ocurrido si Rajoy se hubiese marchado? ¿En qué manos habría quedado el PP, una formación con diez millones y medio de votos y setecientos mil militantes? Algo demasiado importante y serio como para dejarlo en las manos del primero/a que pasa.

Ya tuvimos una UCD, cuarteada entre liberales, socialdemócratas, democristianos, ‘azules’ y personalismos varios, que entablaron una lucha por el poder, que no ideológica. Y ahora, pienso que necesitamos una oposición sólida, seria, consistente. Porque la democracia precisa de una posibilidad de alternancia. Y, hoy por hoy, esa posibilidad se llama –díganme socialdemócrata los falsarios, si quieren– Mariano Rajoy. No hay más.

16 respuestas

  1. No veo yo a Rajoy muy en la línea de Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos, ¿eh?

  2. El debate este sobre la socialdemocracia en el seno del PP, es una chorrada importante. Soy de los que piensan que el liberalismo moderno occidental ha ganado – hace mucho tiempo – la “batalla de las ideas” al socialismo. Y soy también de los que piensan que los ciudadanos han ganado mucho cuando el socialismo aceptó el mercado y el liberalismo el estado de bienestar. Yo defiendo las dos (seguro que seré un ambiguo). Por eso no entiendo ese debate en el que se nos quiere hacer entrar ahora sobre supuestas sensibilidades socialdemócratas en el PP porque ¿Quién establecerá qué fulano o mengano es más socialdemócrata? Me temo e imagino quien y no acepto que nadie intente dividir a la familia del PP entre socialdemócratas y liberales. Y digo esto si, tal y como nos dicen, nos estamos circunscribiendo a un debate de ideas…

    Un abrazo

  3. Estoy de acuerdo con usted. Los periodistas no tienen que decir quien es el presidente del gobierno o el lider de un partido. Para eso estan, en el primer caso los ciudadanos, y en el segundo los militantes.
    Es insoportable escuchar a algunos contertulios, columnistas… pontificar sobre lo que deben hacer los políticos.
    Lo correcto, en mi opinión, es que los preiodistas se apliquen a lo suyo y se informen bien para luego informarnos a nosotros.
    Y por supuesto, en la vida privada que cada uno se sienta liberal, socialdemocrata, democristiano… lo que quieran, pero en privado, con sus amigos. Que eso a mi no me lo cuenten, que a mi no me importa

  4. El miedo al vacío (¿Qué hubiese ocurrido si Rajoy se hubiese marchado?). Quién lo sabe. Las ucronías están hechas para la literatura y los osados. Pero, desde la opinión de alguien en las antípodas del PP y desde el convencimiento de que no me gustaría padecer (ya estoy padeciéndola en Madrid) las políticas neo-liberales de la señora marquesa consorte, me da a mí que no es muy democrático, primero, no asumir responsabilidades por la derrota, endosársela a los demás para seguir en el machito, y luego acojonar al respetable (al suyo y al que se deje desde fuera) proponiéndose como alternativa única, la menos mala y la que más interesa a su partido y, por supuesto, a España (eso fue lo que dijo don Mariano el primer día). Me da a mí que la opción correcta sería similar a la que hizo Almunia en el Psoe: dimitir y convocar elecciones primarias y que se presente quien quiera, sin tutelas ni tu tías (como diría el otro), para que, libremente, su hinchada (perdón, militancia) se pronunciase. Vamos, digo yo.

  5. Lo mismico que pasó ya en la ucedé
    es lo que ahora sucede en el pepé.
    Y es que en Génova, todos se llevan mal
    aunque estén tan de acuerdo en lo esencial:
    economía de mercado, ladrillazo,
    ‘insider trading’, ingeniería financiera
    y colócame al cuñado en la naviera,
    que es manera de empezar a estrechar lazos.
    El debate ‘ideológico’ de hoy,
    el meollo del asunto que hoy se lanza,
    ni es el liberalismo de Esperanza,
    ni la socialdemocracia de Rajoy.
    Más está en no mover la dirección,
    En no andar meneando las poltronas,
    En no andar colocando chicas monas
    En puestos de alta remuneración;
    Ni dudar, eh, de las finanzas sanas
    De Aguirres, Ratos, Pizarros o Zaplanas…
    Y antes de mandar mudar a Acebes,
    Antes de permutar todos los popes,
    Escucha a Fedeggico allá en la Cope,
    Y recuerda todo lo que le debes.
    Esto es lo que el ciudadano a veces ve
    De la ‘crisis de ideas’ del pepé…
    Y usted perdone el ripio farragoso
    de un primo que hoy se levantó ingenioso.

  6. Pues a mi me divierte, hacía tiempo que en el PP no pasaba nada interesante, lo de Gallardón y Aguirre ya aburría, lo de ahora por novedoso aún tiene tirón.

  7. A mí lo que me divierte son los ripios del primo Ignacio, que ya he dicho alguna vez que es el literato de la familia

  8. Vaya versos que te marcas, primo, eres un carca,
    y el que mal carca, mal acaba,
    haciendo pis, haciendo caca, de la vaca,
    que la Espe se desmarca
    y a Rajoy hay quien lo aparca
    ¿que´te va a tí en ello, hijo de la Parca?

    Pues eso, marca (te) ese gol

  9. ¿Qué gol he de marcar (me), primo oscuro
    que apareces así de las tinieblas,
    brumoso y faltón entre las nieblas
    con la rima consonante, y dale duro?

    ¿Qué culpa tengo yo? ¿Qué quieres que haga
    más que tomarme todo este asunto a chanza,
    si ya manda callar a su Esperanza
    hasta el mismísimo don Manuel de Fraga?

    La pelea por fín llegó a su tope
    que la derecha comulga en lo esencial.
    Recula Federico allá en la Cope.

    Pedro Jota ya no lo ve fatal
    que Rajoy siga de máximo pope.
    Pelillos a la mar, y ni tan mal…

  10. Tpuché, primo Inazio
    que yo si soy los del fa(s)cio
    ni se llame el oscuro
    de poeta, ni el corazón ni el labio
    que con esto me fumo un puro
    Así que ni oscuro,
    ni otro, ni primo, ni sabio,
    curioso de blog jaureguiano
    Abrazo, y q t den dos duros,
    pero eso sí, abrazo

  11. Oigan, es la primera vez que me topo con comentarios en verso, lo cual no está mal para aderezar el siglo. En cualquier caso, les comunico que yo gozo de un escepticismo que la edad me trae, hasta mi santa biografía.

  12. Cosas veredes, amigo Diego,
    que los versos son de familia
    poetas, médicos, leguleyos,
    del mundo entero somos envidia

  13. Ea.
    Salu2 desde aquí arriba, primo (auténtico), y a seguir en la brecha.

  14. Avatar de Marta Jáuregui
    Marta Jáuregui

    Dan ganas de proseguir,
    aunque pierda en ello el tiempo,
    ya lo recuperaré,
    en cuanto termine el verso.

    Este juego al que llamáis
    con ingenuidad suprema
    un asunto familiar,
    no deja de ser encambio,
    sólo una forma de hablar,
    que ratifica de veras
    lo que decían antaño:
    primos, hermanos, da igual.
    Jaureguis en general
    seguimos siendo ¡ la pera !.

  15. Avatar de Primo Jáuregui auténtiko
    Primo Jáuregui auténtiko

    Primero, soy primo.

    Primo soy,
    que soy un primo
    número uno y trino
    que por poeta me doy
    el verso lo dirimo
    mejor, mucho mejor
    que si yo fuese Rajoy
    o Pons, el sucesor
    que soy, hoy yo lo soy
    el primo de zumosol
    Ah, casi me lo olvido:
    prima Marta, mi amor
    que sepas k testimo

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