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Aquí, ayer, con los colegas Cristina Onega, María Peral y Pedro Jiménez, tratando de regresar de La Coruña, donde habíamos participado en unas conferencias convocadas por elPoder Judicial. Pero, ay dolor, resultó que había overbooking en el vuelo: aeropuerto hasta los topes, no había asientos, no hay buenos servicios. Así que unos aeropuertos son innecesarios del todo (castellón, Ciudad Real…) y otros estallan.
Bueno, al final conseguimos todos volar, aunque llegamos con más de dos horas de retraso, eso sí. La reflexión es: hay que conseguir que España funcione a la perfección también en la época de vacaciones. Ese es el verdadero test, no las resoluciones, que nunca se cumplen, tras el debate sobre el estado de la nación.
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