12 respuestas

1. 

   emefese

   18 de septiembre de 2011

   Pues no sé qué es peor, si una mayoría absoluta y absolutista o una medio-mayoría necesitada de media docena de cerebros interesados que hipotecan verdaderamente a la real mayoría. En esta última suposición mayoritaria el beneficio se lo queda una minoría (irónicamente)totalitaria.

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2. 

   Pablo Cano

   18 de septiembre de 2011

   Me han contado de muy buena tinta,que Raoy está absolutamente acojonado con lo que se le viene encima.Dios,si existe,nos coja confesados!

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3. 

   Cirus

   19 de septiembre de 2011

   Jo sí que vull una majoria absoluta del PP i de Rajoy especialment a Catalunya i a Andalusia, perquè ahi va guanyar Rubalcaba VII les eleccions passades que ens han dut a la confrontació i la corrupció.
   Com crec que R VII és més piròman que Rajoy i com envidia la nostra capacitat de parlar i escriure dues llengües espnyoles, jo vull esciure en eixa segona llengua descoberta ara abraçant a la Carme Ch.
   Estoy convencido, Fernando, que Rajoy aunque gane por mayoría absoluta en toda España (ojalà, o Dios lo quiera) sabrá gobernar con respeto a las minorías y escuchando a todos.Recordemos que el que ha intentado sacar delo juego político a Rajoy, al PP y a todos los votantes del PP ha sido RVII, el que má me recuerda al nefasto Fernando VII. Menos demagogia. Más respeto a la inteligencia y a la buena fe. Àngel de Ciro.

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4. 

   Cirus

   19 de septiembre de 2011

   Hay que recordar a toda hora el Pacte del Tinell, hay que pedir responsabilidades a Pujol, Duran i Lleida y otros. Y no olvidar a las víctimas del terrorismo como Miguel Ángel Blanco y el dignísimo secuestrado de máxima duración. Si olvidamos a estas víctimas y a las del 11-14M, estamos perdidos. Yo no quiero ser gobernado por gentes que pactan con las pistolas encima de la mesa y sin pedir perdón. Por parte del Estado que pidan perdón a los Vascos los que fueronculpables de ciertas torturas y crímenes. Àngel de Ciro.

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5. 

   Uno de los progres

   19 de septiembre de 2011

   Ya sabemso como se las gasta la derecha española cuando tiene mayoria absoluta y cuando no. Así que dependiendo del resultado tendremos un «Pujol enano habla castellano» o un «… es que yo hablo catalán en la intimidad» u otra famosa referencia al «movimiento nacional de liberación vasco».

   Estoy esperando ver los resultados de esas otras políticas del PP frente a los disparates socialistas. Por el bien de nuestro viejo país espero que sean efectivas (y esto va sin coña), pero me temo que lo único que la derecha tiene claro es que hay que desmontar ese estado del bienestar socialista de «vagos e ineptos».

   Así que leña a l fuego a la educación pública y la sanidad, privatizar hasta la extenuación, liberalizarlo todo y … tonto el último.

   Que bien me sientan estas galopadas rojas de lunes …

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6. 

   pascuamejia

   19 de septiembre de 2011

   Como ha dicho el propio MRB en la SER hoy a las 09:00, es absurdo creer que porque cambie el color del gobierno se van a arreglar las cosas.

   Pues eso, necesitamos un gran pacto.

   Por cierto, ¿no pagar el IVA al estado hasta que el empresario lo haya cobrado? Es una temeridad más que una propuesta y como decía aquél, además es imposible: entre la picaresca de los muchos y el descenso de ingresos del erario público el descalabro será mayúsculo. Claro que la cosa no va a pasar de ser un (otro) cebo electoral.

   ¿Mayoría absoluta? En realidad necesitaría conseguir unos 200 diputados para poder pasar el rodillo legislativo por el guirigay autonómico, renovar las infraestructuras y regenerar la educación para que sea adecuada al siglo XXI. Por debajo de los 190 diputados necesitará -y nosotros- pactar con el PSOE.

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7. 

   Maruja

   19 de septiembre de 2011

   Completamente de acuerdo sr Jáuregui, las mayorías absolutas me asustan. Pero no quiero acuerdos de Gobierno PSOE-PP, pactos puntuales sobre temas de Estado sí, pero acuerdos de Gobierno, no. Yo soy de las que todavía cree que hay diferencias entre la izquierda -bueno, más o menos izquierda- y la derecha-derecha.

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8. 

   corbmarí

   19 de septiembre de 2011

   ¡A FAVOR DE QUIÉN VA LA DIFERENCIA, T.H.? Para ní, izquierda o centro
   o derecha o ultras, o norte o sur, si se habla de mezclarlo con politica, la
   misma caquita son, os pongáis como os pongáis.
   Y ya vale, que esto ya empieza a parecer el juego de la taba, hostia.
   Yo no le veo nada bueno a la derecha, pero la izquierda, por lo mostrado
   hasta ahora, de pena, penita, pena, y no sólo en España.
   Echa una ojeada por los países del mundo mundial, Pascua y, alomojó, te
   quedas acojonáo con la «izquierda».
   Gente preparada+gente inteligente+mentes limpias+expertos reconocidos
   +honradez+ateísmo político+cultura+decencia= Gobierno eficaz.
   Todos los demás aditivos, son como los conservantes artificiales:
   ¡¡CANCERÍGENOS!!
   Así que, ideólogos políticos, todos ¡¡A CASCÁLA!!
   La LOGSE, lo mismo.
   Y ya lo dejo que se me escapan las buenas intenciones. Saludetes……

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9. 

   Cirus

   19 de septiembre de 2011

   Leído el artículo de Pascuamejía en la sección de opinión de este DCCV, yo que no sé nada en comparación de lo que sabe él y lo demuestra en sus buenos artículos, creo que a España le conviene una victoria clara y por mayoría absoluta del PP de Rajoy, de Antonio Basagoiti, de Rita Barberá de Alberto Fabra, de Núñez, Cospedal, Esperanza etc… Lo cual significa que el PSOE de ZP, Zarrías, Rubalcaba, Barreda, Chaves, Guerra, Chacón, etc tenga un fracaso estrepitoso. Así podrá regenerarse de verdad con gentes como Patxi López, Nicolás Redondo, Pablo Castellano, Cristina Alberdi, Francisco Vázquez, Joaquín Leguina, Nicolás Redondo, Antonio Asunción… A un PSOE de ese nivel le votaría otra vez con gusto.
   Y eso, además, para que se pueda anular de verdad el Pacto del Tinell y se pueda volver a alcanzar algo parecido a los Pactos de la Moncloa, y a un consenso suficiente para una reforma en profundidad de la Constitución, con limitación seria y radical de ayudas estatales y gubernamentales a los sindicatos y a los partidos, con leyes de austeridad en gastos corrientes y en fantasmadas como ciertos aeropuertos y ciertos AVEs, primando, en cambio, inversiones para creación de riqueza y empleo a largo plazo, con argumentos técnicos sólidos como el Corredor Mediterráneo, imprescindible ya.
   Que una necesaria y posible mayoría de Rajoy no nos lleve a un gobierno dictatorial. Que todos (también los posibles perdedores y los nacionalistas) entiendan que España y Europa necesitamos urgentemente entendimiento, disciplina, autoridad y un Gobierno Central Europeo fuerte y elegido democráticamente en toda Europa, con demarcaciones electorales que podrían coincidir con autonomías o agrupaciones de autonomías: posiblemente las que tuviesen lenguas, intereses y proyectos comunes y consensuados, estimulando desde Europa, desde su Gobierno Central (de momento de los estatales actuales: desde el Gobierno Central Español), la disminución de autonomías, la refundición de las mismas, cuando sea posible, y la capacidad de aumentar el trabajo, la ocupación y la riqueza en toda Europa, con la finalidad de que, en un futuro, ya no sean necesarios los actuales estados y gobiernos estatales actuales, reduciendo todo a un Parlamento Europeo democrático, un Gobierno y un Presidente Europeo de los EEUU de Europa y, bien representado, una especie de Senado autonómico de autonomías bien estudiadas y delimitadas para absorber el problema de los pueblos «independentistas» (si fuese posible), y unos gobiernos autonómicos representativos de grandes regiones europeas, coincidiendo o no con los actuales estados, como demarcaciones electorales, con limitaciones bien claras en cuanto a previsión de gastos, uso de lenguas propias y estímulo (más que obligación ) de conocer las tres o cuatro, o cinco, lenguas más importantes y más usadas de Europa. Àngel de Ciro.

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10. 

    kroker

    19 de septiembre de 2011

    Mayoría absolutas sí.
    Nos hemos dotado de un sistema proporcional para la elección de nuestros próceres, y el hecho de que un candidato logre una mayoría absoluta, ya es sintomático de por donde respira el votante. Una mayoría absoluta permite aplicar un programa de gobierno sin pagar peajes, para bien o para mal, y además hace responsable absoluto de lo que pase al que gobierna; ahí no se le puede echar la “culpa al chachachá” ni cosas por el estilo.
    Que nuestros políticos confundan la mayoría absoluta con el poder absoluto, es porque el sistema no está bien diseñado; y no está bien diseñado por que el poder ejecutivo mete la nariz o la mano en demasiadas cosas (véase Fiscalía del Estado, CGPJ, gobernar por Decreto etc.). No existe un contrapoder real en la democracia española; la división de poder, es sobre el papel. El Gobierno controla lo que decide el partido mayoritario, pues la disciplina (fascistoide o estalinista) de partido impide que los miembros de las Cortes tengan criterio propio (para lo que tenemos ahora, podríamos poner unos muñecos hinchables, y nos ahorraríamos un pastizal en sueldos y dietas), con lo cual controla el legislativo. A su vez, este controla al judicial no garantizando su independencia, y lo único que se consigue es un encefalograma plano en cuanto a criterio propio de jueces y magistrados, que baila al son que le marcan a los que deben su puesto.
    Una mayoría absoluta en nuestro caso, dejará margen al ejecutivo como ya dije, para no pagar peajes; peajes que se pagan a los nacionalistas de turno, dispuestos a lo que sea con tal de sacar ventaja para su CA en detrimento la mayoría de la veces de las demás. Para defender los intereses particulares del las CCAA está el Senado, y si no vale como tal o no realiza esa función, más vale cerrarlo y dejar de pagar sueldos para que determinados atorrantes exijan la traducción simultánea, y se pasen el tiempo en la piscina de ese antro.

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11. 

    argantonio

    19 de septiembre de 2011

    Leido hoy mismo en este Diariocritico (que, afortunadamente nada tiene que ver con PRISA ni PSOE):»si la educación es obligatoria y gratuita en una fase, a lo mejor no tiene que ser obligatoria y gratuita en todas las demás fases» (E. Aguirre dixit). Cuando tengan la absoluta (que la tendrán, gracias Zapatero)……
    Y mientras, en los foros, disputando si han de llamarse Hernández o Fernández (inovidable Tintin) los que apliquen las políticas ultracapitalistas (por fin el Heredero Único ha perdido el miedo y se quita la careta temeroso-compasiva de la «socialdemocracia»)….
    Y nosotros, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas (Alfonso XII a su inminente viuda: Cristinita cuida el…país)
    ¡A los soñadores todavía nos queda Islandia!

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12. 

    pascuamejia

    20 de septiembre de 2011

    primero lo primero: Gracias, Ángel por la lectura y los piropos inmerecidos.

    No soy yo quien debe decir lo que es bueno o malo para España. No creo además que ningún individuo pueda hacerlo. Otra cosa, claro, es la crítica y el análisis político.

    ¿Qué pasará el 20 N? Deberíamos hacer una porra forera y cenaculera. Es probable que gane el PP. Lo que no sé definir es la calidad de su victoria.

    De la misma manera que no es lo mismo tener mayoría relativa a falta de un escaño para la absoluta que tener mayoría simple a falta de 6 escaños, tamñpoco es lo mismo una absoluta con 176 escaños que con 200.

    ¿Son malas las mayorías absolutas? ¿Son malos los cuchillos jamoneros?

    El sr. Rajoy, desde mi punto de vista, tiene a su favor algo muy importante, dramáticamente importante diría: su partido detenta en este momento el poder autonómico y municipal. Cualquier cambio administrativo debe pasar por la aceptación de estos dos «podercitos» nada desdeñables.

    Sugiere Cirus que se unifiquen ayuntamientos, desaparezcan diputaciones y se reduzca el número de CCAA. (Fíjate que no hace falta la diferencia ideológica para ponernos de acuerdo porque comparto tu propuesta casi totalmente).

    Ayuntamientos y diputaciones, sí. ¿CCAA? A mi parecer no sería necesario pero, sobre todo, sería peligrosamente raro. No sería bueno para España que Navarra y País Vasco se «fusionaran» (la Constit. prohibe la federación de CCAA, art 145.1) o que Cataluña, Aragón y Valencia lo hicieran al grito de Jaume I y tanca el regne d’Aragó.

    En cualquier caso, si ganara el PSOE de Rubalcaba (teniendo en cuenta el censo y las demarcaciones electorales, a mí me tocaría votar a una lista de personas de la que no solo descreo y hasta abomino, sino que de algunas de ellas tengo claro que estarían mejor en cualquier mundo excepto el de la política) la situación sería muy difícil.

    De entrada APR no contaría con el poder autonómico y municipal, así que seguiríamos con la majadería tan española de utilizar el poder propio para jorobar al poder ajeno: CCAA y ejecutivo/legislativo de Madrid no harían más que meterse el dedo en el ojo mutuamente y el país no está pa’ esos lances.

    En segundo lugar, se enquistaría terriblemente la situación social: si PP no gana las elecciones en 20 N se va a producir una catástrofe interna y no es el momento procesal oportuno para que los partidos se desmiembren por dentro.

    Por último, a mí no me da miedo que gane el PP.Ni siquiera que ganara IU. Si tal es la voluntad de la mayoría, sea. El PP aplicará sus recetas -que ni son tan liberales como se dice ni tan carcas como se cree: a mí no me gustan los líderes del PP actual, pero cuando leo su proyecto (http://www.pp.es/nuestras-ideas) puedo vivir con la mayoría de sus planteamientos sin rasgarme las vestiduras.

    Por supuesto, me parece mejor y más profundo el análisis que propone el psoe en su acuerdo marco (http://www.psoe.es/download.do?id=478871) pero lo que importará al fin de este proceso es lo que diga la mayoría el 20 N.

    Yo soy de los muchos que creen que PSOE y PP deben firmar un acuerdo, un pacto, como se llame, en el que se recojan las cuatro o cinco decisiones que hay que tomar sí o sí, gobierne uno o gobierne otro. De la misma manera que creo que Europa debe llegar a un acuerdo macro con USA para solventar los problemas financieros de occidente, superando las diferencias sobre inflación, fortaleza de la moneda y austeridad.

    Dice María que ella sí cree que hay diferencias entre izquierda y derecha. ¡Claro que hay diferencias! Lo que yo no creo bajo ningún aspecto es que las diferencias sean insalvables. Necesitamos buena voluntad, capacidad de acuerdos, superar a los PNV y CiU de turno y recordar aquel tiempo no tan lejano en que cuando un político decía una majadería se le aislaba desde todas las ópticas y si en lugar de argumentar opinaba o insultaba se le afeaban sus juicios de valor (justamente con esta expresión) y sus malas maneras.

    saludos

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