Estado de cabreo.

Quizá se pueda discrepar en algo del lenguaje y de la redacción,  pero me declaro muy de acuerdo, porque es tema del que incluso he tenido ocasión de hablar últimamente en algún medio de comunicación, con una carta llegada a nuestra línea crítica. Esta carta me ha sorprendido por su grado de indignación y porque me parece que debe reflejar el estado de ánimo de más de un ciudadano. Yo, personalmente, estoy en esta sintonía, hoy más que nunca:

"¿Y nos preguntáis en este periódico que qué nos parece? Que se vayan a la m…Construyen como locos, recalifican terrenos rústicos para construir y forrarse, planifican mal urbanísticamente, para seguir forrándose, no tienen huevos para planificar, en una ciudad como Madrid, la carga y descarga, protegen a sus amigos los florentinos para que sigan construyendo y abigarrando el tráfico, y tienen los santos huevos de imponernos otro impuesto por contaminar con los coches diesel, que son más baratos porque nos asfixian con impuestos a la gasolina. Es para indignarse ¿o seguiremos, pueblo de bueyes, sumisos con la cabeza baja, mugiendo nuestro agradecimiento porque hayan accedido a gobernarnos con nuestro dinero y nuestros votos? Somos idiotas, como suena. Ah, y el cabezón Gallardón nos quiere impedir circular con los coches viejos. Todo para los audis de Flortentino y de Fernández Tapias, y de Del Rivero, que son nuevecitos. Repito: que se vayan a la m-i-e-r-d-a. ¿O tampoco tenemos ya derecho al pataleo?"

Bueno, ya digo que acaso un  poco extremado el fondo y un poco emborronada la forma, sin duda. Pero toda una síntesis de lo que podría ser una conferencia sobre las relaciones entre el poder y los administrados. ¿O debería decir súbditos?

6 respuestas

  1. Me sumo al cabreo , Fernando , actualmente la unica ‘participacion’ que se me exije es el pago de mis impuestos , y uno en su manifiesta maldad trata de contrarrestarla con esta curiosa forma de participacion politica que son los blogs.

    Si hay que decir :Al Carajo!!! este es el foro.

  2. Gallardón en el Ayuntamiento no habla ni con funcionarios ni escoltas, es un hombre que nunca se ha preocupado por los demás y que no sabe lo que es compartir. Bueno, yo también estoy indignada, mi coche anterior tenía 12 años cuando lo cambié y éste último lo he dejado después de 13 años de convivencia. Gallardón tiene muchos coches último modelos pero no tiene los autobuses en condiciones ni tampoco se preocupa de la contaminación de las obras.

  3. Una vez escuché decir a Felipe González que las ciudades tienen alma…
    Desde luego Madrid no es que tenga alma, es que le están sacando las entrañas unos pateticos gestores.
    Y en referencia a Gallardón, personas que le ven de cerca, dicen que es demasiado vanidoso y solipsista. Lo contrario que fue Leguina, quien algunas veces se montaba en el metro sin escoltas y saluda a todo el personal que trabajaba en sus dependencias, independientemente de su rango. Todo, una vez más, es cuestión de talante.

  4. Menudo cabreo se tiene el payo y con razòn.

  5. Avatar de Ciudadano Kalle
    Ciudadano Kalle

    ¿Es casualidad que se escoja un comentario contra el PP para mostrar las características de los blogs?. Creo que se debería haber buscado un tema aséptico, o haber puesto un ejemplo contra el PP y otro contra el PSOE. Todo esto contribuye a esa excesiva agresividad entre los políticos españoles da la que, farisaicamente, os haceis eco tantas veces. De hecho los comentarios de los lectores, más que a opinar sobre el tema que supuestamente se estaba planteando, entran al trapo contra Gallardón.
    Luego os molesta que en el Confidencial Digital os tachen de estar vendidos al PSOE. Un poquito de por favor.

  6. Ciudadano Kalle: seguro que tú no padeces asma agravada por las faraónicas obras del Sr. Gallardón. Probablemente, tampoco tienes necesidad de utilizar tu vehículo porque no tardas dos horas en llegar a tu trabajo en transporte público. Imagino que tampoco tiendes la ropa para recogerla blanca de polvo y no por efecto del detergente. Y puestos a imaginar, imagino que no te habrán talado demasiados árboles en tu barrio.
    No sé de qué color es este blog, ni me importa.
    Lo que sí te digo es que, si tengo un alcalde que me está haciendo la vida imposible, hasta el punto de plantearme si quiero seguir malviviendo y generando agresividad aquí, lo mínimo que se me puede conceder es el derecho, como a otros muchos, de sentirme altamente cabreada y plasmarlo donde me parezca oportuno, como hacen otros comentaristas de esta bitácora. Lo mismo que tú utilizas ese derecho a criticar a los que critican.

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