Lo malo (y lo bueno) de los momentos trascendentales en la vida de los países es que la gente acaba tomándoselos a coña. Y las coñas, en Internet (esto no hay quien lo pare) son como más gráficas, más libres, más graciosas (o menos), más inteligentes o más tontas, más progres o más fachas. Hay de todo y todo va más lejos de lo convencional. Una imagen vale más que…
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