Está siendo un agosto relativamente tranquilo. Pero ya se empiezan a ver fotos de incendios, hemos hecho el paleto con lo de ‘bienvenida miss Obama’, los controladores han ganado terreno en su desafío y de lo de la Jiménez y el Gómez en Madrid casi prefiero no hablar, porque ya lo he hecho en otros posts (por cierto: ¿alguien cree que un señor que se llama Lizzavetsky, o algo así, puede ganar la alcaldía de Madrid?¿De verdad no tenían algo mejor? Nos dejan en las garras de Gallardón una vez más).

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Hombre, lo del bloqueo de Melilla tampoco está mal: decían que teníamos resueltas las relaciones con Marruecos, y el propio Gobierno de Rabat se había lanzado a una campaña publicitaria cerca de periodistas españoles –algunos hemos viajado recientemente–. Pero ya vemos cómo se las gasta el divino monarca alauita…
Y a ver con qué nos sale mister ZP en el Consejo de Ministros del próximo día 20. Yo creo que debería hacer una crisis como una casa, pero, claro, no la hará; basta con que todos la pidan para que él, al grito de ‘a mí no me hace nadie la crisis’, se quede quieto.