No es un prevaricador. Es un mal juez, pero de eso tenemos bastante. Es una víctima de las dos españas, y él las ha encarnado a ambas. Y es una víctima de sí mismo, es decir, de esta Justicia que tenemos en este país, llena de egos, de subjetivismos, de politicastros. Pero no quisiera verle caer por la acción…¡de la Falange de las JONS! Manda carallo.
El otro día hablé con él. Para otra cosa. Está, me parece, enfadado conmigo: no le gusta que diga que es un mal instructor. Lo es. Pero de ahí a prevaricar hay, me parece, un abismo. ¿Cómo se demuestra que un juez prevarica? Y, en el fondo, ¿qué se entiende exactamente por prevaricar?
En fin, otra semana que va a estar protagonizada por las togas. Mala señal en una democracia…
[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/8352/lqi-importa-interesa.html]
Empieza ahora su calvario judicial. El ha impuesto muchos calvarios, con más o menos razones. NO le deseo nada malo, aunque me ha decepcionado, allá en el pasado, mucho, cuando –él era el delegado del plan antidroga– yo creí que él podría haber ayudado mucho a muchos.
Deja una respuesta