¿Hay que controlar los blogs?

Os sugiero la lectura de este artículo en La Vanguardia de hoy. Me parece un tema apasionante, que va a copar muchos debates y muchas discusiones. Desde luego, será uno de los asuntos que trataremos en el congreso de Cáceres que vamos a celebrar a finales de este mes (apuntaos).

Y sospecho, en cambio, que NO va a ser una cuestión que aborden –no en profundidad, al menos– los prohombres asistentes a la 64 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Esto de los blogs es, todavía, un tópico demasiado insignificante para gentes instaladas, como los directores de las academias de la lengua, Ignacio Polanco, Juan Luis Cebrián o algunos directores de periódicos latinoamericanos, me temo. Aunque sí hay personas detrás de esta reunión del SIP, que se inaugura formalmente –Rey y ZP incluídos– el lunes, que están más en contacto con el duro suelo, por ejemplo el presidente de Efe, Alex Grijelmo.

11 respuestas

  1. Sí. Off course. Los blogueros somos todos unos degenerados que nos hemos creído que todo el monte es orégano, o marialuisa, o yerbabuena. Y no, de eso nada. Nos tienen que atar corto porque si no adónde iremos a parar. Hasta ahí podíamos llegar, a que quisiéramos opinar de todo y a todas horas. Para eso ya está el gremio de tertulianos, comentaristas y demás profesionales del gremio. ¡Esos sí que saben! De todo, oiga. No hay asunto que se les resista y no como a nosotros, bloggers, blogueros o mamones, que es que no tenemos ni pajolera idea. Y encima nos metemos con gobiernos y oposiciones, con las culturas oficiales y las extraoficiales, con las iglesias y la prensa. Y eso sí que no. Con la prensa, no. Eso es competencia desleal. Nosotros no cobramos y ellos sí, aunque sea poco. Que sí, hombre, que nos controlen. ¿Qué nos habíamos pensado: que esto podía durar toda la vida?

  2. Avatar de Colectivo de Luz
    Colectivo de Luz

    ¿Pero una opinión puede ser sujeto de delito? Ya no se que creer…

  3. Avatar de Fernando Jáuregui
    Fernando Jáuregui

    Claro que una opinión puede ser objeto de delito. Analícelo este miembro del luminoso colectivo y verá cómo sí. Hay opiniones que son insinuaciones de conducta delictiva por parte del destinatario de esa opinión.

    Pero no creo que se pueda creer que yo esté pidiendo que se censure a los blogueros, como sugiere Miró. Para nada. Todo lo contrario. Pero creo que cada cual debe estar en su sitio, tener el peso que sus informaciones y opiniones merecen, ni más, ni menos. No creo en el desprecio ni en la minimización a y de los blogueros, ni creo tampoco en su sacralización, como si un blog fuese las tablas de la ley, o como si pudiese competir con un medio informativo en toda regla.

    Simplemente, digo que los blogs se están convirtiendo en un fenómeno nada despreciable –como están haciendo los asambleístas, tan importantes ellos, de la SIP– y que hay que profundizar en un tema que a las sociedades les ha pillado un tanto de sopetón.

    Aprovechaba, por cierto –perdón, mea culpa–, para publicitar ese congreso que vamos a organizar la Junta de extremadura, el Grupo Diariocrítico, Red.es y otras entidades. Allí sí que vamos a tratar a fondo esta cuestión de los blogs y el periodismo ciudadano. Hasta el Príncipe, creo, va a hablar de eso, lo que, para mí, no deja de tener un cierto interés.

  4. Mi texto era mera retórica irónica y nada tenía que ver con su posición, que es de la más atentas a las nuevas tecnologías y nuevos fenómenos comunicativos.

  5. Con sentencias como las que hemos visto ultimamente y con los «avances» de personajes como Evo, Hugo,Correa, Putin & co, con la inestimable colaboración del PSOE español, cada día los ciudadanos perdemos calidad democrático, eso sin descontar que Rajoy y Gallardón, de forma connivente, entran al trapo como el nombramiento de Carlos Divar fuera del seno del CGPJ, y tras hacer gala de un «pacto que apesta» intentar decirnos que en España tenemos «calidad democrática». mientras los propios periodistas silban al aire no vaya a ser que se nos caiga la mamandurria de la publicidad institucional

  6. Creo una estupidez controlar los blogs. No sólo porque vulneraría la libertad de expresión que tanto trabajo ha costado a nuestros padres y abuelos sino porque, además, sería imposible un control total sobre la blogosfera.
    No se puede negar el hecho de que los blogs están casi a la altura de un periódico. Y que los blogs más influyentes deberían autorevisar los contenidos que vayan a publicar de una forma más minuciosa ya que son muchos los que los leen.

  7. Y….. ¿puede el Rey controlar a los periodistas? Me extraña que no ponga usted, sr. Jáuregui, el grito en el cielo despues de saber que la casa real no va a invitar a los periodistas a la recepción del día 12 para evitar los «corritos» de Zapatero y de Rajoy con los peridistas. Si eso es libertad de prensa que venga Dios y lo vea.

  8. En su momento publicamos un im-presentable en diariocritico sobre el tema. Por supuesto, me parece mal que se restrinja el acceso a los informadores, aunque sea en un acto puntual. Cierto que la prensa del ‘cuore’ a veces da mucha lata y todo eso, pero ello no obsta para que esto me parezca un error de La Zarzuela.
    Lo que pasa es que el tema que yo he planteado me parece de mucho mayor alcance y más…universal, si se quiere.
    Por lo demás, me da la impresión de que el Rey hace tiempo que no controla a los periodistas. No hay más que leer algunos periódicos y revistas, escuchar algunas radios y ver cierta televisión. Hasta el punto de que _-ya sé que esto va a ser polémico y molestará a alguno– pienso que la figura del jefe del Estado, perfectamente criticable, debe ser objeto de al menos un respeto en su vida privada.

  9. Avatar de El primo Ignacio
    El primo Ignacio

    A los blogs, no sé yo si hay que controlarlos, pero sí a los blogueros lerdos como yo mismo, que intentando cambiar el aspecto de mi bitácora en Blogia di a la casilla equivocada y he fundido la página, que al parecer, se ha perdido de forma irremediable y sin copias de seguridad. Ya, ya sé que la Humanidad no se ha hundido con esta pérdida. Es lo que más rabia da. Ya lo decía el periodista argentino José Pablo Feinmann: «Cualquier pelotudo tiene un blog».

    Ah, Fernando, y aprovecho para distinguirme de ese otro Ignacio que te deja opiniones aquí. Yo soy el PRIMO Ignacio.
    Porque anda que no soy primo.

    Salut y força al canut con tu periódico digital.
    Ignacio Jáuregui

  10. Y, encima, primo Ignacio auténtiko, sales en la portada de diariocritico con tu blog…que cuando pinchas está dado de baja, sniff.
    Sic transit gloria mundi

  11. Falsa alarma. Al final he sido escuchado en Blogia y he recuperado mi bitácora.
    Qué vergüenza, haber contado aquí públicamente mi increíble pericia con la bloguería y el lenguaje html.
    Et vita in vico renascitur, oh primo.

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