En España faltan, como el comer, foros de reflexión, colectivos de debate civilizado (sobran algunas tertulias, por tanto, y no pocos columnistas, entre los que quizá debería incluirse quien suscribe). Falta, en suma, gente que hable claro. ¿Es que hay que ser Papa o Premio Nobel para decir lo que piensas sin cortapisas? ¿Dónde están las reacciones de Zapatero, de Felipe G., de Aznar –y de Rajoy– ante lo que ha ocurrido en Cataluña? ¿Dónde lo que tengan que decir sobre el ataque a Siria? ¿Dónde…?
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