Me avisan de que, desde una emisora heredera de otra malévola, los malévolos –mal informados– comentan, para darme leña, claro, una intervención mía en una reunión de directores de medios digitales a la que fuimos convocados por miembros de la dirección del Partido Popular. Era una sesión de trabajo, para conocer algunos de nuestros problemas y me temo, de paso utilizarnos un poco so pretexto de los intentos del Gobierno de cerrar webs que violen las normas de protección a los derechos de autor. Intentos lamentables, por cierto, pero esa es otra película y ya la comentaremos si se tercia.
Entre otras muchas –muchas– cosas, yo dije que a los medios digitales nos tienen cortada la publicidad institucional, de la que sí disfrutan otros medios impresos y audiovisuales, a veces con menor difusión. Creo que es una discriminación intolerable, heredera de aquellos intentos desde La Moncloa de cortar toda publicidad –también la de las grandes empresas– que llega a nuestros medios: un intento de silenciarnos, vamos.
Creo que la mayor parte de los compañeros estaban de acuerdo en mi queja, que he expresado ya abundantemente ante sucesivos secretarios de Estado de Comunicación y ante varios directores de comunicación de Ministerios de sucesivos gobiernos. Es más: alguno de los asistentes llegó a encargarme que uniese su protesta a la mía cuando la expresase a algún responsable gubernamental.
Uno de los que asistían a la reunión con el PP era un representante de elmundo.es, que, en tono humorístico, dijo que si no teníamos publicidad institucional (ellos sí la tienen, y no poca) mejor, porque así éramos más independientes. No sé si el recibir publicidad institucional nos hace más o menos dependientes: lo que creo es que, si existe esa publicidad, obligación del Gobierno –o de quien auspicie esos anuncios, pagados con dinero público– es repartirla equitativamente entre todos los medios. ¿O es que los digitales no son medios de comunicación como cualquier otro?¿Acaso no pagamos impuestos?¿No contratamos periodistas, agencias de prensa y de vídeos?¿No nos dedicamos, por ventura, a informar?
Que alguien aproveche esta intervención mía –ya digo: hablé de muchas otras cosas que me parecen más importantes, como la necesidad de cambiar leyes para adecuarlas a Internet– para darme un palo radiofónico me parece propio de señores con bastante mala baba y peor deseo de informar objetivamente. En fin, ya vemos que en la lucha periodística vale todo, pero si en ese ‘todo vale’ no encuentran sino esta intervención en una sesión de trabajo a puerta cerrada en la ede de Génova, donde ni siquiera dije lo que dicen que dije, vamos bien. Los de siempre ladran –ahora con menos fuerza–, luego cabalgamos.
Deja una respuesta