La crónica que me gustaría escribir este domingo: ahí queda la utopía

Hubiese dado algo, mucho, por haber podido escribir, con visos de realidad, esta crónica que he enviado, como Carta a la Utopía, a la agencia Off the Record:

“El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras reunirse con el Rey y con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ante la grave situación política que vive el país, ha convocado al president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, a La Moncloa. Con el objetivo, manifiestan fuentes de Presidencia, de “llegar a una solución política” en el conflicto abierto por la convocatoria unilateral de una consulta sobre la independencia de Cataluña, que tendría lugar el próximo 9 de noviembre, dentro de poco más de un mes, aunque haya sido desautorizada por el Tribunal Constitucional. Mas ha respondido afirmativamente a la convocatoria de Rajoy, que se concretará muy probablemente en un encuentro esta misma semana.

Aunque el presidente del Gobierno central ha insistido en que la vulneración de la legalidad es imposible, las fuentes consultadas reconocen que hay ‘vías paralelas’ y ‘secundarias’ para, sin desviarse de la ley, tratar de llegar a un acuerdo que salve las posiciones, que en ámbitos nacionalistas catalanes reconocen que empiezan a ser desesperadas, de Mas y de Convergencia Democrática de Catalunya. El ‘plan Rajoy’ pasa, obviamente, por la decisión que tome el Tribunal Constitucional, que, al aceptar el recurso del Ejecutivo, ha paralizado los preparativos de la consulta por parte de la Generalitat. Donde, a título anecdótico, hay que subrayar que algunas fuentes admiten el ‘relativo fracaso’ de la convocatoria de la Asamblea Nacional catalana en la campaña ‘puerta a puerta’ por la independencia llevada a cabo este fin de semana, con la presencia de algunos ‘famosos’ como la periodista de programas televisivos Karmele Marchante.

El Alto Tribunal considerará separadamente la pregunta que sería sometida al referéndum ilegal del 9-n, el decreto de convocatoria de esta consulta y la propia ley de consultas aprobada por el Parlament catalán, una ley que podría llegar a ser constitucionalmente admitida en el futuro próximo si se somete a algunas modificaciones, como evitar alusiones directas al término ‘independencia’. Este paso podría llevar a alguna reforma constitucional de escaso peso, que ya estaría siendo abordada en conversaciones informales entre Rajoy y Pedro Sánchez. El desbloqueo de esta ‘reforma constitucional’, de menor calado que la ‘federalista’ genéricamente propuesta por el PSOE, constituiría un primer paso ‘de gigante’ en el encuentro entre Rajoy y Mas de esta semana, ya que serviría para que el president de la Generalitat se presentase en Barcelona con un logro importante –acompañado del ‘sí’ a buena parte de las 23 propuestas presentadas el pasado mes de julio en La Moncloa–. Y serviría también para que Rajoy, sometido a un fuerte castigo en las encuestas de este domingo, se presentase ante el electorado como un estadista capaz de acabar con un bloqueo político que, hasta ahora, se viene considerando muy peligroso. Casi un previsible choque de trenes, en cuyos vagones viajamos todos.

Medios cercanos al Tribunal Constitucional indicaron que el desbloqueo de la reforma de la Carta Magna “no supone un excesivo problema”, al no necesitarse siquiera la ‘reforma agravada’, que supondría la disolución de las cámaras, un referéndum y una nueva convocatoria de elecciones. Lo cual, para abordar otros supuestos de reforma también considerados necesarios, como la estructura y funciones del Senado o la sucesión al Trono, tampoco sería excesivamente complicado, dado que, de cualquier forma, dentro de poco más de un año concluye necesariamente la Legislatura, y podría aprovecharse la disolución de las Cortes para convocar el preceptivo referéndum de reforma constitucional, una vez pactada esta entre las fuerzas políticas. Un pacto al que se unirían, sugieren sus máximos responsables, formaciones como Izquierda Unida, UPyD, Ciudadanos e incluso ‘Podemos’, cuyos seguidores, por cierto, se han mostrado, en las últimas encuestas, fuertemente reticentes a la independencia de Cataluña.

En el caso, considerado por todos los portavoces como probable, de que se llegase a un acuerdo esta misma semana o, como máximo, a comienzos de la próxima, La Moncloa ha escenificado ya la presentación del mismo: Rajoy, Sánchez y Artur Mas saldrían a la puerta del palacio presidencial para dar cuenta conjunta del nuevo ‘pacto’, que tendría connotaciones similares al nunca del todo oficialmente suscrito entre Tarradellas y Adolfo Suárez o el tácito entre Jordi Pujol y todos sus sucesivos interlocutores monclovitas, entre ellos el José María Aznar de su primera Legislatura, cuando se llegó al denominado ‘pacto del Majestic’. El acuerdo sería saludado, no sin alivio, como ‘positivo’ por el lehendakari Iñigo Urkullu, según aventuran medios cercanos a Ajuria Enea.

Naturalmente, Esquerra Republicana de Catalunya expresó su radical oposición ante cualquier expectativa de acuerdo en el sentido que anticipamos. Una fuente de Unió Democrática de Catalunya, el partido liderado por Josep Antoni Duran i Lleida, y que, ante las posibilidades de auge de una ‘tercera vía’ para resolver el llamado ‘problema catalán’, ha suspendido sus proyectos de ruptura de su coalición con Convergencia, subrayó que “en estos momentos, todo lo que le parezca mal a Esquerra, es bueno para el futuro de Cataluña” y recordó que ERC ha sido la principal, ya que no la única, culpable “de todos los males históricos que han padecido los catalanes en un siglo””.

Usted, amigo lector, sabe cuánto me gustaría escribir hoy, ahora, esta crónica, o una similar a esta, en términos reales. Pero hoy, ante esta semana que comienza, solo nos queda, a usted y a mí, soñar y quién sabe si instalarnos en la utopía, de la que casi –casi– siempre uno se despierta dándose de bruces con la cruda realidad. Yo, por si acaso, inveterado y acaso sin remedio optimista, dejo estas líneas escritas, por si algún día tengo que rescatarlas ‘de verdad’ en todo o en parte, Dios lo quisiera.

Una respuesta

  1. Avatar de Octavio Lazos del Río
    Octavio Lazos del Río

    Fernando, te envío un fuerte abrazo desde este lado del charco, con mis mayores deseos de prosperidad.
    En la vida existen distanciamientos, pero la amistad prevalece y sabes que te aprecio.
    Un abrazo amigo

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