La del pulpo y otros debates nacionales

Siempre he dicho que hay días en los que España parece un país enormemente dichoso. Así, que la muerte del pulpo Poul haya merecido los honores de abrir informativos en alguna cadena de televisión nacional, por encima de las resacas de la crisis de Gobierno, de la petición de Rajoy para que ‘repensemos’ el Estado de las autonomías o de la controversia acerca de la ‘conversión’ (o no) de Batasuna, es un dato altamente significativo.

Como lo es que, aparentemente, la problemática nacional se haya centrado estos días en el Gran Debate sobre unas lamentables declaraciones del alcalde de Valladolid, tras las que los socialistas pusieron el grito en el cielo, rasgándose las vestiduras ante las por otro lado desafortunadísimas palabras del edil, lo cual fue prontamente respondido con el ‘y tú más’ desde el Partido Popular, que sacó a relucir las hemerotecas como si fueran dagas sarracenas…Y así llevamos una semana, como si nada más hubiera que hacer en esta Arcadia feliz de cinco millones de parados.

Cierto es que cuando la crisis aprieta es el momento de organizar las más grandes polémicas en torno a un escritor a quien le gusta incrementar su popularidad con sus ‘boutades’ y que se permite, en la Academia, llamar ‘mierda’ al ministro saliente al que se le escapan las lágrimas. O en torno a ese otro escritor, aún más ‘boutadista’, que ha montado la parda con unas declaraciones sobre sus presuntas o reales relaciones sexuales con unas menores de edad. Tremendos temas que, sin embargo, opino que no deberían haber merecido tanta dedicación en los foros de internautas y en los titulares de algunos informativos, entre otros foros. Pero ya se sabe que ahora lo que cuenta es lo que circula, como liebres, por las redes sociales, que son el último descubrimiento de nuestra clase política e intelectual y no lo que se sedimenta en los escasos remansos de pensamiento que van quedando en este país.

Aún no se habían apagado los ecos de tan profundas disquisiciones, todavía teníamos al pobre Poul de cuerpo presente, cuando llega un nuevo torneo verbal a las playas españolas, ahora en forma de un par de series televisivas, una de ellas teniendo como protagonista a la familia real española. Y el corazón hispano, que a veces parece hecho de papel ‘couché’, ‘partío’: las dos españas, a garrotazos sobre si la serie –que a mí me parece más bien simplona; una opinión meramente personal, ya digo—potencia esa campaña de imagen presuntamente urdida en torno al Príncipe de Asturias y a su consorte o si, por el contrario, denigra a los habitantes del palacio de La Zarzuela. Muy trascendente ¿verdad?

Nunca se me había hecho tan evidente la diferencia entre lo importante y lo interesante: ya se sabe que la gente nos pirramos por lo coyuntural, lo accidental, lo folclórico, y nos cuesta abordar los temas de gran calado como los que España debe afrontar. Lo peor es que buena parte de la clase política participa –qué digo participa; lidera—del gran cachondeo nacional y, a la hora de la verdad, propuestas que nos saquen del atolladero, pocas. Pero qué importa, si estamos de luto nacional por Poul…

9 respuestas

  1. Realmente se da importancia a los «cinco millones de parados» al menos lo creo.
    Ninguna a la muerte de un pulpo, llamese Paul…o Steven!!!
    Muchisima, a la de un empleado de una televisón estatal donde describe como lo hace con dos niñas (sean chinas, japonesas o rusas) Ahora mismo solo puedo decir…
    » Asco » . Que es lo que me produce este hombre , por llamarlo algo. En el mismo momento en que llama a las niñas zorritas por su manera de vestir , ya está DESCRIBIENDOSE.Y lo cuenta tan orgulloso . Esta mas que claro cuantas y donde tiene las neuronas este … .

  2. Yo estoy que no vivo don Fernando, de hecho he llamado a mi madre para que me prepara hoy al almuerzo pulpo a la gallega en homenaje a tan insigne personaje.
    Lo que se hubieran reído lo alemanes, si al final hubieran vendido el bicho, por el cuál, perece ser que ofrecían una verdadera fortuna; pero claro, los teutones pretendían hacerlo llegar hasta la próxima Eurocopa a ver si les tría suerte.
    De todas maneras hablar del pulpo, es menos repulsivo que hablar de ciertos personajes o mejor personajillos.
    ¿Que a quién le importa los cinco millones de parados?, pues salvo a ellos mismos y a su familia, poco más. De hecho ya ni los bancos se preocupan de eso, ya han descontado el impago de hipotecas; ahora se dedican a hacerle la competencia a promotores. De seguir así, llegará el día en que veamos a la entrada de las sucursales; a parte de los calderos, mantas, mp (el que sea) que ofrecen como regalo por domiciliar lo que sea; pues maquinitas de preservativos, de golosinas, o de bollería industrial (ahora que las han prohibido en los coles). Puestos a sacar rendimientos marginales, igual hasta un kiosko de prensa, o cibercafé para los ratos de espera (con las reducciones de personal ya son «ratazos»).
    Buenas tardes srs.

  3. Totalmente de acuerdo contigo Paula, lo malo es que nunca es «importante», total llevamos 2000 años siendo de «segunda», el trato que se da a noticias si es en femenino. Se empieza por un srta, se continua por esos morritos y ya el impresentable (ha rectificado, Boadella no ha dicho ni pío, por cierto) jactándose de ser pederasta y no ser pillado. Sr. Jaúregui, no sólo es importante los 4 millones largos de parado, que lo es y muchísimo, también hay otras cosas, igual que usted no sólo come un tipo de producto, enfermaría… Saludos

  4. Lo peor ha sido oír a Espe salvándole la cara al impresentable de Dragó. Dragó es peor persona que escritor -que ya es decir- y lo demuestra queriendo apuntarse un tanto de donjuán trasnochado inventando un lance sexual. También en eso demuestra su escasez de talento: puestos a inventar, tírate a Marylin, a Ava Gardner, a BB o, puestos a ser rarito, a la mismísima Golda Meïr.

    Sin embargo, después de mi cabreo por la apología de la paidofilia, lo que más me ha escocido es que Espe, que no sabía quienes eran Sara y Mago el mismo año en que le dieron el Nobel a Saramago -dicen que es leyenda urbana, pero yo juraría haberla oído- haya comparado a SD con Miller, García Márquez o Gil de Biedma (pariente de Espe por otro lado).

    Dragó no escribe bien. Ni siquiera habla bien. Es un gran polemista, un hombre de cultura amplia, aunque mal asimilada, y un provocador. Ha pasado por todo el arco ideológico desde su juventud maoista a su actual fuerzanuevismo -edulcorados y descafeinados ambos por falta de poso y densidad intelectuales-, pero no ha mejorado su capacidad literaria ni un ápice en este tiempo.

    Todo esto de corrido y enrabietado como me siento. Y sin dejar de decir que la novela es ficción, una gran mentira con sus reglas y normas, y de cuyo manejo técnico en perfección nace el arte literario. Y que nada hay que objetar a la amoralidad o inmoralidad del arte, no seré yo quien ponga a este, para mí, axioma la más mínima traba.

    Pero ficcionar la propia biografía tiene otro nombre en castellano, muy alejado de la tejné literaria y más cercano a la tontería: se llama mentir. Y cuando se hace por vanagloria personal o simplemente por parecer «de vuelta de todo» conviene añadir el adjetivo «patético».

    Brrrr

  5. Me había propuesto no comentar el lamentable espectáculo que están dando determinados personajes de la literatura en este país. Pero claro, ante la justificación que hacen algunos políticos cuando es alguno de los suyos el que mete la gamba, y el linchamiento cuando es del contrario, uno no sabe muy bien cuál es la estatura moral que tienen, o cuales sus principios.
    Desconozco las habilidades literarias de Dragó, y por supuesto, ahora las conoceré menos. Nunca he sido capaz de mantenerme mas allá de 10 seg., viendo sus apariciones públicas (creo que tenía un programa tv, de esos que provocan zapping), pues es un personaje que me repele.
    Me sorprende por contra el Pérez-Reverté, y su sacada de pies del tiesto. Desconozco cuál era la pata de la cojeaba el pirata, pero creo que se ha puesto en evidencia; y me refiero no a la legitima discrepancia ideológica, sino a la falta de respeto con la que se ha dirigido a Moratinos.
    He estado en muchas ocasiones a punto de comprar uno de sus libros, pero al final, mi mano se ha ido a otros autores y siempre me ha quedado ese regustillo/curiosidad por conocer su obra. Creo que tampoco la conoceré nunca.
    De todas maneras, resulta curioso que todo esto haya salido después del Nobel a Vargas Llosa, y que de su última novela se haya pasado imprimir 250.000 ejemplares a 500.000. Resulta evidente cuál será el libro/regalo navideño por excelencia. A lo peor, estos escribidores lo único que buscaban es su momento de gloria por estas fechas, no se vaya a olvidar el gran público, de que también existen.

  6. A Kroker:
    creo que es necesario deslindar al autor-persona de su obra. De no ser así, leeríamos muy pocos libros. Además, los seres angelicales escriben muy malas novelas. Conste que esto no es un elogio a la obra de Sánchez Dragó, que no es precisamente angelical, y solamente ha escrito una cosa que me parezca, al menos a mí, digna de mérito. Hablo de ‘Gárgoris y Habibis’, que dicen que FSD escribió ‘a medias’ (o no) con una novia que entonces tenía…

  7. Evidentemente sr Jáuregui coincido en que hay que deslindar al autor de su obra, como bien dice entoces pocos libros leeremos, pero también está la libertad de opción de cada uno. Si ya de por sí, dichos novelistas poco me atraían ciertamente, y por ello no había adquirido niguna de sus obras, ahora me atraen menos aún.
    En cualquier obra cultural, siempre el autor imprime en ella su personalidad/ideología/valores, aunque sea inconscientemente; las obras neutras no existen. Cuando adquieres una obra, sobre todo literaria, también estas comprando parte de esa persona, de su forma de pensar o de ver las cosas, por tanto, no creo que este tan claro el deslinde autor-persona de su obra.
    No he querido entrar a valorar la obra en misma, de ninguno de ellos, en primer lugar porque no estoy capacitado para ello (solo puedo decir si algo me gusta o no, pero nada más), y en segundo lugar, que para criticar algo, hay que conocerlo con anterioridad y no es el caso. No sé si son buenos o malos escritores y tampoco si son buenas o malas personas, allá cada uno con sus «pecados»; pero desde luego el nivel de empatia con estos señores es nulo.
    Dicen en la ciencia política, que el sexto poder esta entre el nivel de descantralización del Estado e Internet. Personalmente creo, que el sexto poder que emerge y con fuerza es el consumidor (muy ligado también a Internet). En nuestra mano está, el que un coche, una lavadora, o un dentífirco se vendan o no, y de que una empresa o una persona salgan o no adelante con su actividad.
    Dicho esto, creo que todo este asunto ha sido un burdo montaje mercantilista por parte de estos señores para obtener notoriedad (por lo dicho en mi anteriror comentario). Podría por analogía extrapolar aquello de: «no dejes que la verdad te estropee un titular», por «no dejes que un Nobel te chafe las ventas de navidad».
    Buenas noches sr. Jáuregui.

  8. Salvaré, Fernando, a Gargoris y Habidis cuya lectura -no sé ahora- hace 30 años valía la pena. El resto de la producción editada de FSD no merece ni siquiera el calificativo de literaria.

    Y sí, hay que separar persona de escritor -de artista diría yo- pero no todo escritor es, por sola esa condición, un «buen» escritor. Gabo es un cabrón con pintas y una pésima persona, pero no creo que haya otra prosa española tan limpia en el siglo XX. FSD es un tonto útil, pero comno escritor no es mejor: cuando muera Planeta aprovechará el tirón para vender alguito más pero luego se lo tragará la vorágine del Tiempo y su enterrador el Olvido. Requiescat in pacem lo que dicho a 2 de Noviembre tiene coña.

    P.S.: Lo de reverte, bueno, era twitter que es como un diario semi privado y fue en internet donde uno puede expresarse con más ñlibertad que en otros medios. ¿Un mierda? Yo no habría usado esa expresión, pero sí es verdad que me chirrió que llorara. En realidad, me chirría la facilidad de los españoles para llorar en público. Semos mu blanditos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *