La fiesta de Espe

He ido a la Puerta del Sol, más por ver el barullo que por afición a estas cosas, siempre latosas y más en un soleado sábado 2 de mayo. El barullo no era tanto –Gallardón no acudió, al parecer enredado en compromisos en Italia, los socialistas tampoco– y la asistencia, menor que otras veces: puede que el miedo a la gripe A, o el sábado, o el toque a rebato de Tomás Gómez y sus socialistas. Me ha parecido una celebración triste, doble –el PSM por su lado–, con un cierto aire de crisis tambi´ñen en el interior del PP madrileño; ahí estaba Ignacio González, el ‘número dos’ de Aguirre como arrinconado, víctima más que verdugo, preso de su propia y pasada altanería y de sus muchos enemigos creados a pulso. No ví a Granados, ni a algún otro consejero, ni a varios concejales, ni a más ministros que González Sinde, que estuvo poco rato. Por allí andaba Rajoy, en aras de la unidad del partido, y pocos miembros de la ejecuitiva del PP (ni Cospedal, ni Soraya, ni Esteban G.Pons, ni Mato, al menos que yo viese). No Rosa Díez, y pocos de IU –Inés Sabanés, que es la que más vale, sí; esa no se dejará tentar por los cantos de sirena del PSOE, creo–.

Triste, en suma. Estos políticos acabarán cargándose hasta ese motivo de orgullo patrio que es el 2 de mayo.

5 respuestas

  1. Por respeto, usted no llama Pepiño a José Blanco, que me parece fenomenal. ¿No le parecería mas apropiado decir Esperanza (Aguirre) en lugar de Espe?

  2. Tiene usted toda la razón, Luis

  3. En fin, yo me quedo con Espe y con Pepiño. Los descarados sufrimos menos de úlcera. Alguna ventaja tenía que tener.

  4. Avatar de Uno de los progres
    Uno de los progres

    Fiesta triste como triste y anodino es este gobierno de Madrid del PP. Anodino, altanero, sordo y sobretodo vanidoso, sigue en al creencia de que el poder les pertenece por derecho divino.

    Con sus melenas al viento, sus pañuelos de Hermes, sus pulseritas pseudohippies, según las encuestas se van a quedar el el poder por mucho tiempo, Eso me parece triste, tanto comunicador que aboga por los beneficios de la alternancia del poder … pero en Madrid parece que no toca …

    Este Madrid carquilla, burgués-liberal es irreconocible y no tiene pinta de cambiar.

  5. Este Madrid que lamentablemente huele bastante a podredumbre, no es capaz de quitarse un cierto aire casposo de un sector del PP que aún no se entera de los tiempos que corren. Pero no seamos injustos, a duras penas se ha escrito a cerca del problema del PSOE alicantino, o de la Muela, Pinilla y el PSOE de San Sebastián de los Reyes. O del PP de Lorca.
    Hace falta una limpieza y a fondo. Esa si es una de las «reformas estructurales» tan cacareadas y tan necesaria

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