——
¿Qué les darán cuando llegan al FMI? ¿Cuánto dinero, cuántos sustos, cuánto deterioro, por una sola declaración al menos imprudente?.
——-
Me preocupa el nivel intelectual del debate de algunos de nuestros políticos, ahora encantados de felices descubrimientos, como hablar de la “motosierra” que el partido rival usará para recortar los derechos sociales de los españoles. Pero, en fin, imagino que esto es, ay, relativamente normal en etapas preelectorales. Mucho más peligrosas me parecen otras actitudes y despropósitos en gentes que deberían cuidar muy mucho lo que dicen, porque los efectos de cada una de sus palabras pueden ser catastróficos.
Lo digo, claro está, por el anuncio, aviso, premonición -vaya usted a saber qué es: metedura de pata en todo caso- de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. La ex ministra de finanzas francesa, recién aterrizada en el que fue feudo de su compatriota Strauss-Kahn y, antes, del español Rodrigo Rato, ha perdido, en mi opinión, una espléndida ocasión de callarse al aventar que el mundo está al borde de una recesión económica. Y, claro, batacazo en las bolsas, porque nada provoca más crisis que anunciar que viene una crisis sin dar más explicaciones.
Porque lo de la señora Lagarde no ha sido una labor preventiva, sino de colaboración al pánico de los mercados, continuando una senda que ya inició, desde el banco Central Europeo, otro gurú que tiene poco de lacónico, el señor Trichet. Lo peor es que nadie controla a los controladores…
Deja una respuesta