Lágrimas, sonrisas y mentirijillas

Tres notas adicionales a lo ya dicho sobre la remodelación ministerial de este miércoles. Una, dicen que el hasta ahora ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, lloró, emocionado, al conocer su cese. Siempre tuve a Moratinos por un buen diplomático y, por ende, un buen ministro en lo suyo. No era un político, ni lo es, pero para hacer política mirando al resto del mundo ya está el presidente del Gobierno. Le han sacudido de lo lindo estos últimos días, porque hay quienes exigen que España, a base de firmeza, prácticamente rompa relaciones con todos los países que no cumplen escrupulosamente los requisitos de una democracia; pero el papel de un jefe de la diplomacia es precisamente evitar tales rupturas, y a fe que Moratinos, no siempre, es verdad, con brillantez, lo ha hecho. Sinceramente, no estoy seguro de que ganemos con su sustituta, Trinidad Jiménez, que conoce bien Iberoamérica, pero no mucho más. Y eso que ya he escrito muchas veces que ‘Trini’ ha sido una excelente ministra de Sanidad, pero una pésima candidata en unas primarias frente a Tomás Gómez que jamás debieron plantearse así. Y no todo el que sirve para perder en Madrid vale para comerse el mundo mundial.

Segunda nota: el Moratinos lacrimoso contrasta con el contento de Elena Salgado, abrazada por su mentor, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no es el nuevo hombre fuerte del Gobierno porque ya lo era, aunque ahora se haya oficializado su título. La vicepresidenta segunda no solo ha sacado a flote los Presupuestos –bueno, ha sido Zapatero quien llegó a los pactos con los nacionalistas vascos y canarios–, sino que se ha mantenido en el cargo contra viento y marea. El apoyo del ministro del Interior, que la colocó ahí, ha tenido, desde luego, su importancia. Salgado ha sido dócil a la hora de los cambios imprescindibles, exigidos desde fuera, que rompían un programa electoral que nadie, en el PSOE, ha reivindicado. Es de la dureza del diamante, y ello se hace imprescindible para no flaquear en momentos de tribulación. Y es un peón de oro para el ascenso de APR.

Un tercer apartado en el bloc de notas es para Zapatero, que el domingo negaba que pensase en más cambios en su Gabinete que el del titular de Trabajo, despistando así a los periodistas que le siguen por tierra, mar y aire. Lo mismo hacían sus portavoces y encargados de las relaciones con los medios en La Moncloa. No me creo, simplemente, que tomase la decisión de la macrocrisis entre el domingo y el martes por la noche; si así ha sido, echémonos a temblar. Pero todos los indicios indican que ZP no dijo la verdad a la prensa que le rodeaba, para recoger los aplausos que recibía, en el mitin dominical de Ponferrada. Y así, señor presidente, no se cimenta una sólida confianza, la verdad.

11 respuestas

  1. Estimado don Fernando:

    Efectivamente Rodríguez mintió, en varias oportunidades respecto a la remodelación ministerial, por lo que viene muy bien su comentario al respecto.

    Lamentablemente no es el único que nos ha mentido con alevosía. Ahí tiene usted a Rubalcaba, encumbrado a segunda autoridad del país, con un historial de mentiras a los ciudadanos impresionante.

    Desde aquellos tiempos de portavoz de Felipe, cuando lo del GAL era una «infamia gravísima», hasta sus verificaciones de que «alto el fuego» de Eta era «completo y real» mientras atacaban una ferretería, extorsionaban empresarios y robaban pistolas en Francia, todo esto mientras los peligrosos zulos se convertían en su boca en inocentes «proyectos de zulos».

    Ya ve usted, el Vicepresidente primero, Ministro de Interior y Portavoz de Gobierno tiene un historial que se las trae.

    Por ello que me ha decepcionado el proceso de remodelación ministerial.

    Creo que no es el tiempo de políticos profesionales, duchos en el arte del navajazo y la mentira, o de políticas nóveles que no han gestionado ni los presupuestos de su escalera.

    Era el tiempo de la grandeza. Era el tiempo de nombrar a los mejores, era el tiempo de la unidad, del esfuerzo conjunto.

    Era el tiempo adecuado para que un verdadero líder, con pasta de estadista, hubiese convocado a los mejores ciudadanos en cada campo, con el compromiso de esforzarse al máximo, dando lo mejor de sí, para solucionar el problema de millones de españoles que lo están pasando muy mal.

    Lamentablemente, Rodríguez tiene de estadista lo que yo tengo de cantante de opera, y tendremos más de lo mismo, politiquería de tercera regional.

    Nadie gana, excepto los salientes que se aseguran un par de años percibiendo sus nóminas de ministro íntegras, y los entrantes, que ingresan al olimpo español de los privilegiados.

    Pierden todos los demás, seguro que usted y yo incluidos.

    Un cordial saludo,

  2. […] Cenáculos y Mentideros » Archivo del Blog » Lágrimas, sonrisas y mentirijillas […]

  3. Cachondo nos ha salido el nuevo Ministro de Trabajo:

    Después de participar en la manifestación convocada por los sindicatos en contra de la reforma laboral, hoy señala, sin ruborizarse, que «no está ni ha estado «nunca» en contra de la reforma laboral».

    Simpático el ministro.

  4. ¿A quién no le maravilla
    ver en su gloria, sin tasa,
    que es lo más ruin de su casa
    Doña Blanca de Castilla?
    Mas pues que su fuerza humilla
    al cobarde y al guerrero,
    poderoso caballero
    es don Dinero.

    ¿Qué Vedo?

  5. Señor Jauregui, si el presidente del gobierno ha estado meditando la decisión de varios cambios, no lo ha pensado dos veces en cuanto al ministro de trabajo, un sindicalista que estaba en contra de la reforma que ahora el tiene que defender y poner en marcha, no creo que sea la mejor persona o:

    ¿Con este nombramiento ha dado un paso atrás con la reforma?.

    yo creo que sí, y entonces ¿Qué reforma se va a aplicar o vamos a estar los trabajadores en un limbo en cuanto a nuestros ya penosos derechos laborales?.

    Un saludo y me alegro poner mi pequeñito grano en este blog.

  6. Pues ya ven ustedes, don Fernando, don Pascua y don Mario; yo creo
    que, sobre las felonías de este par de timadores y mentirosos estultos
    compulsivos,lo único que se puede decir es:A TAL SEÑOR,TAL HONOR.
    Por cierto, si no lo han hecho aún, lean el comentario del Alcalde de
    Pucela sobre la nueva Ministra de Sanidad; me gustaría saber cuantos
    sueldos acumulará ahora….y casi cinco millones de españoles sin curro
    y sigue subiendo el desastre.

  7. Corbmari, no sé si te refieres al comentario, fechado 21/10/2010, que se publica en http://jesaal.wordpress.com/ y que suelta esta lindeza:

    «El alcalde de Pucela se ha referido a Leire Pajín y lo ha hecho con elegancia, fortaleza y dignidad. Eso no ha impedido que desde la ‘izmierda’ le reprochen sus sinceras palabras. No ha dicho, ni más ni menos, que lo que pensamos la mayoría. “Con esos morros nos recuerda a una furcia cualquiera del panorama represivo al que ha llevado el PSOE a miles de mujeres”. ¿Algo que objetar?»

    O al otro, más sexual y vulgar, que le he oído hoy en Onda Cero sobre lo que él piensa cuando la ve.

    Yo creo que Leire Pajín es una persona mediocre y mal preparada a la que tanto el cargo de Secretaria de Organización del PSOE como el actual de ministra le quedan no ya grandes, enormes.

    Su CV. es huero: aparte de una licenciatura en Sociología, esta mujer no ha tenido ninguna experiencia gestora real y, favorecida por la sombra del buen árbol al que se arrimó, ha ido desempeñando con más pena que miseria un rosario de cargos de nombre rimbombante y contenido escaso. Yo no dudo de su entrega y de su intencionalidad, pero manifiesto abiertamente su incapacidad y su inmadurez profesional y personal. Nuestro país necesita entrega y ganas, sí, pero sobre todo preparación, anticipación e ideas y no creo que Leire Pajín las tenga.

    Cosa distinta es su aspecto físico y su edad. La juventud no es un valor pro se, es apenas una condición cronológica que se cura con los años, pero lleva en el haber una fuerza y unas ganas que los que vamos cumpliendo décadas sabemos que se va diluyendo como un azucarillo y, por lo menos yo, a veces hasta siento nostalgia de cuando las tuve.

    El aspecto físico no tiene relevancia alguna. Ser feo, guapo, alto, cojo o amarillo no dice nada de nuestra capacidad ni de nuestra conciencia o intenciones. Resulta insano e injusto intentar destruir a alguien o a sus argumentos señalando su aspecto físico. Los argumentos ad personam están más que superados y remarcan la indecencia de quien los utiliza. A mí me basta con la máxima machadiana de Juan de Mairena: la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero.

    Leire Pajín puede vestir como quiera, tener los labios que desee o peinarse a lo rasta si se lo pide el cuerpo y nada de eso la hará ni mejor ni peor persona ni la capacitará más o menos para los cometidos que desempeñe.

    El alcalde vallisoletano me resulta mucho peor que Leire, mucho más pernicioso para la sociedad a la que dice servir que la mediocridad de cien profesionales mal preparados pero mejor intencionados. Este hombre no va a dimitir -y debería hacerlo por sus comentarios y por haberse echado en contra a la ministra y al resto del gabinete: seguro que será excelente para Valladolid tener unas relaciones institucionales tan sanas- y su mera existencia política nos arrastra a todos hacia un abajo tenebroso del que el simple sentido común debería hacernos huir como de la peste.

  8. Que conste, Pascua, que no estoy de acuerdo con el edil de Pucela.
    bueno, sí, pero creo que una persona con su cargo debería guardar
    las formas y no decir groserías de nadie;solamente os lo preguntaba
    porque yo,debido a mi trabajo,sólo me entero, y tarde, de lo que va
    aconteciendo por el mundo cuando abro el DCCV y sentía curiosidad
    por conocer vuestra opinión; no hay otra intención en mi pregunta:
    pero sí quisiera, si lo sabes, es que me informes de lo que aún no he
    podido enterarme: ¿Qué requisitos académicos mínimos son precisos
    para acceder al cargo de Ministro? Es que me parece esperpéntico el
    que gente sin título universitario ni nada que se le parezca, esté al
    frente de alguna que otra cartera Ministerial; a lo peor es que, el ser
    Ministro, sólo depende de la digitocracia, y así nos va. Saludos.

  9. Lo cierto, corbmari, es que ningún requisito es necesario. Por un lado es lógico, por otro lamentable.

    Es lógico porque si se exigieran conocimientos o titulaciones (sufragio restringido) estaríamos fomentando una oligarquía y negando a muchos el derecho esencial e inalienable de todo ciudadano a presentarse como candidato.

    Por otra parte, la complejidad de la sociedad y la necesidad de obtener el máximo rendimiento de los recursos nacionales -tamizado este objetivo con el poso ideológico de cada candidato- hace que los votantes debamos ser exigentes con nuestros políticos y con las propuestas de modelo de sociedad que nos presentan y es, claro, esta exigencia la que debería llevarnos a elegir personas preparadas y capaces y a rechazar a los medradores.

    (NOTA: Ser capaz no necesariamente significa tener un título, pero no deberíamos aceptar, por ejemplo, una ministra de Exteriores que no hable inglés o un presidente -o candidato- que tampoco lo haga. Tanto Rajoy como Zapatero han tenido tiempo suficiente para aprender idiomas y economía en profundidad).

    La bicha, de nuevo, es el sistema que tenemos en España. Al votar listas cerradas, al no poder elegir al presidente al margen del parlamento -nuestro sistema es parlamentario, pero desde su inicio tiene una acentuada componente presidencialista que, en mi opinión, habría que reglamentar- y al no tener un sistema organizado de lobbying, nuestra capacidad decisoria está minimizada por no decir capitidisminuida (valga el palabro) y los políticos y gobernantes se ven con las manos libres para nombrar a cualquiera, por incapacitado que esté, para cualquier cargo, como hemos visto esta semana. Y el mal se extiende como un cáncer: muchos de los cargos que deberían estar en manos de funcionarios técnicos especializados acaban en manos de amiguetes del ministro o secretario de turno, cosa que estamos viendo estos días y que, me temo, seguiremos viendo en los próximos.

    La elección aparte del presidente, un sistema de Primarias obligatorias para todos los partidos y a fecha fija y una ley de financiación propia del siglo XXI añadirían un plus a nuestro sistema que llevaría a los cuadros de los partidos a presentar a los mejores y a sus afiliados y simpatizantes a exigirles que así fuera. Tal como estamos ahora, el sistema premia a los paniaguados y a los más cercanos al líder de turno. Y esto, desgraciadamente, ocurre en todos los partidos españoles. Unos lo llevan mejor (PNV, CiU) y otros peor (PP, PSOE, UPyD, IU, UM).

    Por eso, corbmari, estoy en esta lucha ciclópea sintiéndome muchas veces un insensato que intenta vaciar el mar con un dedal, aunque no por ello voy a descansar: creo en mi país, aunque no en la mayoría de nuestros políticos.

  10. Estoy de acuerdo en que un título no es garantía de aptitud, pero lo que
    sí está muy claro es que un ignorante enciclopédico no puede estar al
    frente de un Ministerio y esto es una de las cosas más urgentes que se
    han de reformar en nuestra Legislación. Lo he dicho muchas veces y sé
    que seguiré diciéndolo, mientras me quede un hálito de vida, que es, a
    veces, casi diría que siempre, mucho mejor, que una nación se lleve como una empresa y se la gestione de forma eficiente y racional,lo que
    se ha dado en llamar una tecnocracia, que no que haya cuatro señores
    que, a cuenta de una ideología trasnochada, nos lleve a todos(y perdón
    por la expresión)com a cagalló per sequia, como decimos los de la C.V.
    Si nos fijamos un poco, sólo un poco, vemos la enorme discriminación
    que sufrimos en España con respecto a los políticos; me explico: Now a
    day, que dicen los ingleses, hasta a un señor que se dedica a barrer las
    calles o cargar la basura en los camiones, se les exige un Graduado y
    si quieres entrar en la función pública, con un pequeño cargo o ser algo
    más que un simple número, te exigen Diplomatura o Licenciatura, todo
    eso para, cuando has conseguido acceder a tu puesto después de unas
    oposiciones diabólicas, cobrar un minisueldo miserable y que un buen
    día, en que al energúmeno de turno que está en el poder,porque se ha
    levantado con el pie izquierdo o le duele una muela, se le ocurra,en un
    alarde de genialidad,bajarle el sueldo a los funcionarios y querer hacer
    creer al pueblo que esa es la panacea que nos librará de la crisis.Eso es
    lo que está haciendo este individuo con España.Por otra parte,no te creas
    un insensato porque yo también estoy en ello y aunque yo utilizo un dicho
    parecido, «tratar de recoger el Diluvio con un vasito de papel», trato de
    hacer cuanto está en mi mano(reconociendo que es una gota en el mar)
    para cambiar esta infame situación de desamparo total en que nos vemos
    inmersos todos lo españoles.Saludos.

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