Las culpas de Zapatero…y las de los otros

Si usted escucha las declaraciones de algunos políticos, desde Aznar a Cayo Lara, pasando por Artur Mas, llegará a la conclusión de que aquí el único culpable de todo, o casi, es José Luis Rodríguez Zapatero. La salomónica –vamos a llamarla así—sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Cataluña, que a nadie ha gustado –como era previsible–, ha servido para que toneladas de cenizas condenatorias caigan de nuevo sobre la cabeza, cada vez más como ausente, de ZP. Y no digo yo, conste, que el presidente del Gobierno no se haya hecho acreedor a recibir algunos de los disparos con que le obsequian sus rivales (y quizá hasta enemigos) políticos, pero ¿somos todos conscientes de nuestras culpas?

[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/8946/cospedal-fascista-montilla-constitucional-estatut.html]

Si la situación económica del país es tan mala como dicen aquellos expertos que no aceptan una mejora coyuntural en las cifras del paro, ni la favorable calificación oficial de nuestros bancos, hay que insistir en que todos tendríamos que aportar nuestro granito de arena. Y hay que admitir que no todos lo hacen, o lo hacemos. A Mariano Rajoy, por ejemplo, le reconozco un esfuerzo de prudencia, por ejemplo ante la sentencia sobre el Estatut; él sabe lo que se juega en este envite y prefiere ser dueño de sus silencios que, como ha ocurrido tantas veces, esclavo de sus palabras. Un reconocimiento que no puede extenderse, lamentablemente, a otros miembros destacados del PP, empezando por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, lanzada a la senda del insulto sin matices, por ejemplo contra el president de la Generalitat, José Montilla, a quien llamó “fascista o marxista” (¿?). Aunque de Montilla, la verdad, tampoco puede decirse que ande actuando con cautela ni finura política, precisamente: se le ve angustiado ante la posible pérdida del sillón en las elecciones autonómicas de ¿noviembre? y quiere encabezar la oportunista manifestación del descontento catalán ante una sentencia del TC que aún nadie ha leído en su integridad, ni parece que tal detalle importe demasiado a unos y otros para sentenciar una opinión rotunda.

Claro que el principal rival de Montilla ante las elecciones catalanas, Artur Mas, entra igualmente en el ranking del despropósito, al colocarse de pistolero en el ‘saloon’, amenazando a Zapatero con forzar su caída “si no mide sus palabras”. ¿Cómo extrañarse luego de que uno de los feroces sindicalistas que han colapsado el Metro de Madrid amenazase con “reventar” la capital si “nos tocan los cojones”? Es la dialéctica del matonismo en la que estamos entrando, y que ya comenzó con algunos editoriales conjuntos ‘de advertencia’ contra lo que pudiese hacer el Constitucional con el Estatut. Ahora, producido ya el ‘sentenciazo’, estamos a la espera de un análisis, por parte de Zapatero, más profundo y detallado que ese ‘nos han dado la razón; el Estatut es básicamente constitucional’ con el que los socialistas han despachado una sentencia cuya literalidad, ya digo, no es aún conocida.

Claro que, para compensar, viene José María Aznar, en su semana de gloria –el ‘campus’ de la FAES–, admonitorio: el Estado peligra si se supera la ‘línea roja’ que marca el Tribunal Constitucional. Lo malo es que nadie, ni tampoco Aznar, parece saber exactamente dónde está esa, u otras, ‘líneas rojas’. Porque la ceremonia de la confusión, de la inseguridad jurídica –y ahí sí hay que decir que Zapatero carga, en solitario, con alguna culpa importante—no solo sigue, sino que se acrecienta.

Menos mal que llega Cayo Lara y, analizando las prioridades contraídas por este país nuestro, España, escribe una carta abierta a la selección española, llamada, y eso le gustará sin duda al coordinador de Izquierda Unida, ‘la Roja’, y les pide que donen la prima supermillonaria que les caerá si ganan el mundial a alguna causa social o humanitaria. Lo dicho: guay del Paraguay.

[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/8953/de-la-vega-gobierno-estatut-consejo-ministros.html]

5 respuestas

  1. Jauregui, se esta produciendo en ti una evolución. Asi lo observo.

    Vamos a ver. ¿Engaño ZP a Mas o no, cuando lo de no se cuantas cajetillas de Fortuna en Moncloa? ó ¿fue Montilla el que hizo un corte de mangas a ZP? Al fin y al cabo, no son del mismo partido, ¿o si?

    A efectos nuestros, no es lo mismo. Engaño hubo. Como consecuencia, Mas a la oposición. Eso es grave en nuestro sistema de politicos escondidos en listas cerradas como dice pascuamejia.

    En función de lo que piense Mas respecto al engaño de ZP, estaremos más o menos cerca, de que nos caiga encima Brey.

    Del presidente no conviene esperar profundidades. ¿no le viste en las explicaciones de Nueva York? Profundos no puede decirse que fuesen sus argumentos. Es más, dime una sola vez donde ZP estuviese profundo. Haz un experimento. Quita la voz a tu ordenador. Pon un discurso de ZP de antes del giro. Despues otro, tras la mutación.

    ¿Que? Any difference?

    El presidente es «numero uno» Es el lider MAXIMO. El máximo responsable. Puede enviar a otros al sacrifico. Es su privilegio. Pero cuando habla, es prisionero de lo que dice. Y en esto, a poco que repases tu propia videoteca, no hay santo, por generoso que sea que pueda justificarle. Nada, o casi nada de lo que ha tocado ha servido para que despues de meterle mano, sea más claro de lo que era. Un desastre. Asombra que haya estudiado Derecho. Y con inseguridad jurídica, ni pan, ni paz.

    Salud-os

  2. Yo, Fernando, no creo que Rajoy esté siendo prudente. Este jardín catalán nació del PP y ahora Rajoy aspira a que no se le vea el plumero: en esto del TC y Catalunya, para el PP ganar es perder y perder es perder. Pero le salió la criada respondona y, por favor, que nadie encuentre machismo en un modismo. De de Cospedal no sé si me sorprenden más las cosas que dice -¿fascista-marxista?- o las que hace –pedir un puesto pal pariente, a lo que parece.

    De Montilla ya te hablé –y no me contestaste, snif- y, salvo matices, mantengo lo dicho. Toca Artur Mas. Yo creo que intenta desmarcarse de la estrategia de Montilla, pero le resulta difícil.

    Si se queda quieto y mantiene un perfil bajo, parece la comparsa obligada del tripartito frente al PP catalán y los raritos; vamos, el camarón dormido que se lleva la corriente. Y eso no es bueno a falta de un cuatrimestre para las elecciones.

    Y menos todavía siendo favorito en los sondeos, habiendo sido (falsamente) acusado por ERC de hablar en castellano con su mujer –hay que ser ruín- y siendo el delfín de L’Honorable Jordi Pujol, adalid y encarnación de Catalunya. Quedarse quieto no es bueno, así que toma la bandera de Montilla y sale corriendo como el que más. No puede desmarcarse de la convocatoria del 10 de julio y tampoco puede ser la comparsa de Montilla y el tripartito. Lo entiendo, quiere ser president, el 129 president, que se dice pronto (el primero fue Berenguer de Cruïlles en 1359).

    Claro que yo habría hecho otra cosa antes y me habría guardado esta baza. Pero lo entiendo, sobre todo después del suspense de Durán i Lleida el otro día en el congreso.

    Ahora, equipar eso con las salidas de tono del sindicalista que quiere reventar Madrid es un poco excesivo, si me permites: Artur Mas no está incitando a la revuelta y el tal sí. Artur Mas juega con la dialéctica y el respeto a la ley (http://www.tv3.cat/videos/2992970/Mas-Ens-han-tocat-organs-vitals), el tal no. Tachar de matonismo el editorial conjunto, viniendo de un periodista sin trinchera, es poco serio. Sí, es presión al TC y puede que al gobierno y al partido que lo sustenta. Incluso puede ser un toque severo contra el PP. Pero, coño, Fernando, ¡son palabras en un Estado de Derecho y desde medios de comunicación libres e independientes! Joer, si eso es matonismo, que venga Aguirre y lo vea.

    De la demagogia de Toxo no voy a hablar, no lo merece. De Aznar tampoco. No entiendo su sentido patriótico y creo que los odios políticos deben desaparecer cuando uno deja la presidencia del gobierno y, a partir de ese momento, se pasa a formar parte del Club de los (ex) Presidentes cuya única misión ha de ser ayudar al país ayudando al presidente que está en el turno de tomar las decisiones.

    Para Pazos: No conozco los detalles de por qué se pactó el estatuto con Artur Mas y no con Montilla, pero lo cierto es que así fue. El presidente, al que voté, no ha actuado conforme a su palabra en esto del estatuto y además tiene su parte alícuota de culpa en la chapuza del TC, legal jurídicamente pero ilegítimo constitucionalmente. (¿Quién vigila al vigilante?)

    Yo creo que Artur Mas y su partido se sienten engañados de verdad. Y en grado sumo. Decía Descartes que Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez, y eso ha hecho A. Mas con su admonición. Además, resulta que A. Mas amenaza… porque puede. Montilla no. Casi seguro que muy pronto PSOE y PP, Zapatero y Rajoy, van a estar llamando a su puerta como corderitos. Y os recuerdo que los catalanes llevan en esto desde el año 1.300)

  3. A Pascua y Pazos:

    Hum, me gusta mucho el tono que empleáis, Pazos y Pascua, y tiendo a estar de acuerdo hasta en lo que me reprocháis desde el desacuerdo. Con debates así, donde cada cual, desde la independencia, dice lo-que-le-da-la-gana, este país llegaría hasta las semifinales políticas. Pero claro, aquí casi nadie se expresa con plena libertad, y pasa lo que pasa.

    Hay un tema, Pascua, que sí me preocupa: no se puede ver con normalidad un editorial conjunto de doce de los más influyentes periódicos catalanes amanazando, sí, amenazando, con consecuencias no muy definidas si el Tribunal Constitucional se atreviese a emitir una sentencia ‘disonante’ sobre el Estatut. No, no hay mucha independencia –lo siento mucho– en la prensa catalana, que a veces técnicamente (La Vanguardia) es la mejor contando las cosas que pasan ‘en los madriles’. Pero, cuando de tocar las cosas de comer catalanas se trata, desaparecen la crítica a la corrupción, a los manejos, a los trapicheos.

    De Montilla ya ni sé qué decir. Como otros políticos de esta cosa nostra (casa nostra, quise decir), me parece una desgracia ambulante. Espero sinceramente que pierda las elecciones, entre otras cosas porque ya va tocando que quien las gana sea quien gobierne, sin pactos contra natura. Pero, en fin, sobre la política catalana se podría escribir una enciclopedia, y no todo sería, desde luego, bueno. A mí ya me está empezando a cansar tanto ‘seny’; veréis cómo esto del Estatut se diluye tras la manifa del 10 de julio y ‘rebus sic stantibus’. O sea, que todo va a quedar en una tormenta jurídico-política en un vaso de cava.

    Yo, para el bien de España y de quienes la habitamos, me fío más de Mas (menudo mal juego de palabros) que de los demás, sin ser, claro un entusiasta del muy pragmático y nada glamuroso líder de CiU. Y, en fin, eso de sugerir que de su omnímoda voluntad depende que Zapatero caiga o no caiga, pues, qué quieres que te diga, que algo prepotente sí que resulta, ¿no?

    Por cierto, Pazos, que no sé muy bien hacia dónde evoluciono –hay que evolucionar, lo hacemos constantemente y ay de quien diga que siempre ha sustentado las mismas ideas–.¿O evoluciona la coyuntura? Nada es lo mismo, admítemelo, que hace dos años. Han caído varios muros de Berlín en doce meses y nos están cambiando la vida de manera casi radical. Anda, sé bueno y, sin esperar a una tertulia de Madero, díme hacia dónde ves esa evolución, porque me interesa mucho tu opinión, amiga y siempre ecuánime.

    Gracias a ambos. Tenemos que empezar a pensar en fundar un club…

  4. La razón no suele ser de uno solo y tiende a repartirse entre todos.

    Es verdad que la prensa catalana hace frente común cuando se tocan «les coses catalanes» y son capaces de tapar su propia porquería. Es verdad que «independientes» no son. Mi punto, empero, era y es que, al fin, matonismo no hay (puede que haya contubernio, complot, presión de un poder fáctico) porque lo que se dice en ese editorial (http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091126/53831123016/la-dignidad-de-catalunya.html) va firmado y se trata solo de palabras. Y las palabras, aunque no son inocentes, tampoco matan: recordemos que la democracia se fundamenta en las palabras, no en vano el templo de la democracia es el Parla (habla) mento. Por cierto, lo he vuelto a leer y no veo amenazas en él (¡parezco catalán, collons, y soy castellano!) aunque sí un tono de reproche y reconvención claro. (Te recuerdo que el seny catalá va acompañado de la rauxa: el seny es el sentido común, la rauxa es el arrebato fiero y ambos conviven en su esencia nacional)

    Lo que digo es que un editorial es libertad de expresión, que las palabras no matan y que me da envidia un país como EEUU donde quemar la bandera se considera libertad de expresión (chusca, claro) y donde no hay idioma oficial. Desde luego, los Padres Fundadores eran listos de verdad.

    Nosotros, los españoles, nos la cogemos con papel de fumar y equivocamos siempre el tiro -o la diana-. Por ejemplo, se filtra una diligencia judicial que muestra un delito de un gobernante XX y lo que importa no es el delito, si no la filtración.

    Lo que digo del Estatut (y conste que yo soy jacobino, aunque más moderado que la Montaña de 1789) es que

    1) Lo aprobó el parlamento catalan
    2) Lo aprobó el parlamento nacional
    3) Lo aprobó la sociedad catalana en referendo
    4) Y lo REFRENDÓ el rey

    así que cómo puede ser que este TC, legal jurídicamente pero deslegitimado en su esencia, pueda ir contra lo que ha decidido toda esa peña cualitativamente tan importante?

    Res, non verba (¿las vacas no hablan? ;)):
    Nos quedan, sin embargo, 2 hechos:

    1) Sí, los catalanes se sienten ofendidos y humillados y eso es malo, muy malo no por lo que tienen de catalanes si no por lo que tienen ellos de españoles, que nos ofendemos como hidalgos de la pata del cid por la más nimia insinuación.

    2) Sí, ganará Mas, pragmático, trabajador y pactista con buena memoria. El próximo gobierno de España dependerá de él, lo veremos, estoy seguro.

    En cuanto a que gobierne el más votado: aplaudo y apoyo, pero no con la actual ley electoral y con el actual senado (por favor, Fernando, ilumíname: qué coño hacen los senadores además de salir de vez en cuando diciendo chorradas en tono de bendición Urbi et Orbe como suele hacer Pío Escudero, y eso que parece listo el tío).

    Bueno, y un poco de humor: no os perdáis este programa de Polonia, especial Estatut. Es divertido, muestra como es nuestro país y es una gran muestra del sentido del humor catalán: http://www.tv3.cat/polonia#8

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