Las dos españas del 2020

¿Es de elegir entre esto y esto otro de lo que se trata?

Antes uno creía que las dos españas eran la conservadora y la progresista, lo que abarca desde Cánovas y Sagasta hasta Rubalcaba y Rajoy, por poner un límite temporal. Otros hablaban de la España rural y de la urbanita. Pero ya no estoy tan seguro de que esas dos españas sean tan diferentes: ni la izquierda lo es en sus postulados fundamentales ni la derecha se diferencia de esos postulados mucho más que en cuestiones estéticas. A menudo cito al para mí gran Pompidou cuando decía que derecha e izquierda apenas se distinguen en el diseño de las corbatas de sus representantes…

Está claro que ahora los parámetros fundamentales de la economía los dominan unos señores sin alma ni rostro que, de pronto, deciden rebajar la calificación de los Estados Unidos y el mundo vuelve a vivir, menudo agosto que nos están dando, un sobresalto. No creo que a esos tiburones que mueven hilos inexplicables para los gobernantes les guste mucho más el Tea Party que Obama. Y a continuación viene el comisario Olli Rehn, que es un tipo bastante mediocre –bueno, mire usted cómo anda la eurocracia y ya me dirá—y de quien, si estuviésemos sanos, no tendríamos ni que oir hablar, y se permite urgir a España y a Italia que aceleren sus reformas, que parece ser lo único que hoy se les ocurre a todos para salvarnos del naufragio.

Y entonces, lejos de responder con una sola voz a Europa, a Moody’s, al Financial Times y a Merkel, los políticos españoles se empeñan en demostrar contra toda lógica que sí, que existen dos españas. Y continuamos en lo de siempre: en la caricatura de que que si uno no hace los deberes con la suficiente celeridad y que si el otro sigue tumbado a la bartola. Pero habrá acuerdo entre ambas partes, ya lo verán. Antes o después del 20-n. Tiene que haberlo necesariamente, aunque se posponga de manera irresponsable y suicida.

Yo, la verdad, las dos españas las veo más en la manera de concebir el futuro que en este presente compartido de manera tan roma. Los ‘indignados’ de la Puerta del Sol y aledaños (porque la solidaridad en toda España con los de Madrid se limita a apenas unos centenares de jóvenes) explican el año 2020 de una forma; seguramente que los que se van a concentrar en torno al Papa ven el fin de esta década ominosa de otra muy diferente.

Me parece que, con la desidia de los instalados, de quienes para entonces se ven ya jubilados o prejubilados –si es que pueden–, lo que estamos haciendo es preparar una nueva edición de las dos españas para el veinte/veinte. O a lo peor, con la falta de previsión, de ideas y de generosidad que nos caracteriza, lo que estamos haciendo es superar la maldición machadiana y generar las diecisiete españas, o las dos(cientas) españas, cada una con su plan educativo, sanitario, laboral y recaudatorio. Menudo plan: o en Sol con los indignados o en Cibeles con Su Santidad…o de mayoría silenciosa, co9mo siempre.

8 respuestas

  1. Yo creo que hay dos Españas: la que cree en el esfuerzo, en el mérito, en la virtud personal, en la humildad, en las virtudes cristianas, aunque los individuos concretos sean ateos. De esa España positiva, creativa y optimista, que inspira esperanza y luz han dado pruebas evidentes muchos españoles; pero voy a poner sólo dos o tres campos en los que hemos sido ejemplares:
    En el deporte: hablaré sólo del tiempo que yo he vivido y recuerdo bien. Nombraré personas concretas que fueron ejemplares como deportistas y como personas: Eizaguirre, Ramallets, los Gozalvo, Puchades, Zarra, Panizo, Gaínza, los Di Stefano, Pirri, Gento, Luís Aragonés, Vicente del Bosque, Pep Guardiola, todos los que nos han ganado el Mundial. En ciclismo: desde Federico M. Bahamontes y René Marigil y Salvador Botella, a Ocaña, Perico Delgado, Miguel Indurain, Samuel Sánchez, Rubén Plaza… En boxeo, en motos, an F1… En estos campos hemos hecho muchas cosas bien. En atletismo, natación: no me cabrían los muchos y grandes.
    En los negocios, en los bancos: Omitiré a los últimos por no irritar a los «indignados y a Rubalcaba»; pero es evidente que personas como Manuel Pizarro, Amancio Ortega, Juan Roig etc son un ejemplo para todos.
    Quizás habría que pedir a los que han conseguido hacer esta especie de milagros en ciertos campos de la actividad humana (todos españoles como Pau y Marc Gasol y el resto de campeones) en España, aconsejasen a los directivos de los partidos políticos, y a todos esos «indignados»,sobre cómo se alcanzan las grandes metas y como se selecciona en cada actividad a los mejores. Ni Nadal, ni Pau, ni Mendieta, ni Gema Mengual, ni sus compañeras, ni Marta Domínguez ni tantos otros habrán ido a muchos botellones, ni habrán estado muchas horas en acampadas de Puerta del Sol o de Plaza Cataluña. Ni habrán participado en programas basura.
    Está la otra España: la de los envidiosos, la que no tolera que un buen profesional en cualquier campo (el periodismo sin ir más lejos) triunfe por su bondad, simpatía y buen hacer. He pensado muchas veces en que habiendo tantos políticos mediocres, en todos los partidos y en muchos lugares de prestigio y dirección, nadie se ha metido con ninguno de ellos (pienso en Garzón, Rubalcaba, Aído, Pajín, Narbona, Bono, Chaves, Griñán, Zarrías, Zaplana, Ripoll, Alarte) con la saña y la mala intención con que se ha perseguido a Camps, el más votado en la Comunidad Valenciana, o persiguieron a Borrell desde dentro de su mismo partido.
    Durante la República se asesinaron personas como José Calvo Sotelo, José Antonio Primo, D Pedro Muñoz Seca, y también gentes de izquierdas, lamentablemente, muchos perseguidos no por los enemigos, sino por sus mismos compañeros. Con ello no quiero quitar culpas a los de derechas que también asesinaron.
    Ahora viene un Papa clarividente y de gran honestidad intelectual. Ha pedido perdón por el 1% (siempre serán demasiados) de los actos de pederastia conocidos, porque habían sido cometidos con gran escándalo y culpabilidad por ciertos sacerdotes indignos. Pero hay otro 70% de actos pederastas cometidos por otros señores o señoras en otros campos y profesiones. De esos nadie ha hablado, ni la Iglesia para excusarse.
    La Iglesia ha pedido perdón repetidamente de sus errores y pecados por boca de los últimos Papas. Durante la Guerra Civil las llamadas Izquierdas (aquellos a los que ahora molesta la venida del Papa y calculan los gastos que ocasiona su venida) arruinaron el patrimonio cultural de la Iglesia,de valor incalculable, mataron a miles de católicos, monjas y sacerdotes. No estaría mal que algún representante de la «izquierda indignada» por aquellos crímenes históricos, de los que nadie ha pedido perdón, aprovechara este viaje y se ofreciera a pedir perdón al Papa por todo aquello en El Escorial o en el Valle y Basílica de la Santa Cruz, que pilla bien cerca.
    Recuerden todos los españoles que los españoles que más han engrandecido el nombre de España en su historia han sido los sabios y los santos, los misioneros y las monjas que heroicamente han hecho el bien en todo el mundo: desde Raimon Llull, Raimon de Penyafor, Domingo de Guzmán, Iñigo de Loyola, FRANCISCO JAVIER a los cristianos, las monjas y sacerdotes anónimos que en Cáritas, en los comedores sociales, en las misiones de África en los lugares más insospechados y pobres, ponen un poco de esperanza. Sin olvidar a Santa Teresa de Jesús, Fray Luís de León, San Juan de la Cruz, Gaudí, Joan Maragall y hasta al golfo, mujeriego, sacerdote y grandioso poeta Lope de Vega. Cervantes era un buen cristiano, y como tal hizo morir al Quijote en su obra cumbre. Cirus.

  2. Don Fernando, me da la impresión de que en lo tocante al 15M, por sus reiterados comentarios, está hablando de oídas y sin demasiado conocimiento de causa. Un periodista tan de raza como usted debe acercarse personalmente a la información. No basta con que se la cuenten. Cuando se haya acercado una vez, sólo una, a alguno de los actos masivos que convoque el 15M: manifestaciones, concentraciones, asambleas… Véalo, escúchelo, obsérvelo en primera persona. No se fíe de lo que lea y escuche por ahí. Hágalo y, después, siga escribiendo lo que le plazca. Sus lectores, los de usted, se lo agradeceríamos.
    Salud

  3. A Pierre Miró:
    Es verdad que seguramente no tengo toda la información posible. Pero eso no quiere decir que no me haya acercado. He mantenido varias reuniones con distintos integrantes de los movimientos 15-m (que no son uno, como sabe) en mi periódico, y allí han celebrado chats a los que les hemos invitado. Alguno ha colaborado en la sección de opinión. He estado en la Puerta del Sol en cuatro ocasiones, hablando con quien he podido. Una de mis hijas ha estado allí y me parece que tiene grandes afinidades con lo que podríamos llamar ideología fundacional. Sé que, por edad y circunstancias, tal vez estoy lejano de los orígenes de este movimiento, al que considero importante. Pero, de verdad, he hecho lo que he podido por estar cerca, simpatizar (o empatizar) con el núcleo que he encontrado. Y, de hecho, simpatizo con la mera indignación; no me parece, empero, que eso haya tenido el desarrollo conveniente, como alguna vez he dicho.
    De verdad, no me siento culpable de haber hecho algo de lo que siempre he procurado huir: hablar de oídas. Pero me resulta muy complicado obtener un resultado ‘tangible’ (vamos a decirlo así, si me permite) de mis contactos con estos indignados (yo también me declaro indignado, si ha leído lo que escribo). Seguramente es incapacidad mía, pero no falta de voluntad, de veras. ¿Les achacamos a ellos un cierto porcentaje de la culpa de que acaso yo, y muchos colegas conmigo, no tengamos la información suficientemente objetiva de lo que hacen, pretenden?
    Y, de otro lado, qué le vamos a hacer: hay actitudes criticables en este movimiento, y no sería yo quien quisiera ser si evitara citarlas.
    Un saludo

  4. Enviado a diariocritico para un im-presentable:

    La policía impidió que un grupo de indignados entregase al Rey, en Palma de Mallorca, un escrito con sus reivindicaciones. Mal servicio a la monarquía y a la convivencia, cuando un reducido número de personas, representativas (más o menos, pero representativas) de un movimiento trata de mantener un contacto con el jefe del Estado, una figura tan popular como Don Juan Carlos de Borbón, y ese contacto se impide. Pensamos que desde la más alta magistratura del Estado hasta el último director general de la Administración deberían tener entre sus obligaciones enterarse de lo que la gente, los ciudadanos, los contribuyentes, los votantes, quieren decirles, siempre que lo hagan con respeto y por los cauces adecuados. Ocurre, no obstante, que no parece que haya demasiados cauces ni para que el Gobierno o las administraciones escuchen a la ciudadanía ni, menos aún, para que el Rey se entere de lo que los españoles, o un grupo de españoles, le quieren decir.

  5. Perroflautas.
    En nuestra nación, tenemos una abundante fauna de perroflautas, desde muchos de los “indignados” del 15M, pasando por banqueros, funcionarios, jueces y empresarios; estos últimos, perroflautas de cuello duro y corbata.
    Nunca he creído en los movimientos asamblearios, fundamentalmente porque son masa, y como ya decía Lenin, la masa es manipulable y estúpida. No es lo mismo una revolución, pues en ella, el pueblo tomas las armas y acaba de una vez por todas con el régimen que lo oprime; y si no las toma, los que las tienen miran para otro lado, o se suman a esa revolución. Esto es así, lo diga Agamenón o su porquero.
    Ya en el año 77, uno estaba curado de asambleas estudiantiles, de movimientos de obreros y estudiantes (faltaban los soldados claro, pero a ver quién se movía en un cuartel); que no llegaban nunca a ninguna parte, salvo eso sí, la manipulación total de comunistas y anarquistas en esas supuestas reuniones democráticas. Solo cuando los partidos empezaron a organizarse (excepto el PCE que ya estaba organizado) dentro del territorio nacional, y empezaron a actuar, comenzó la transición política, que nos ha dado este régimen que tenemos, el mejor de toda la historia de España. Este régimen creció de un lado, bajo la vigilancia de militares mayoritariamente golpistas, que poco a poco fueron desplazados por otros con ideas más democráticas (le entrada en la OTAN fue determinante), y de otro, bajo el chantaje terrorista, que no ha dejado que las libertades públicas se desarrollaran con normalidad. A pesar de todo, estamos donde estamos, y como español me siento orgulloso de haber contribuido con mi granito de arena a todo esto.
    Que nuestro sistema es manifiestamente mejorable, es más que evidente. Tenemos un poder político copado por dos partidos, cuyo funcionamiento democrático deja mucho que desear. Partidos todos ellos que no promueven más que perroflautas de la política. Los diputados elegidos, se dedican o preocupan más por lo que van a cobrar, o por sus privilegios, que en solucionar los problemas de los ciudadanos (total, como a ellos los pone el líder de turno).
    Tenemos un Poder Judicial, corrompido por las luchas políticas, por Jueces y Magistrados más preocupados del retrovisor para mirar a quién los puso, que de administrar justicia, o Tribunales como el Constitucional, emperrado en enmendarle la plana al Supremo, como si ellos fueran verdaderos magistrados y no perroflautas con toga puestos a dedo.
    Así, podríamos seguir extendiéndonos con ejemplos y críticas a la clase empresarial, a los sindicatos (verdaderos perroflautas profesionales), o incluso a esos funcionarios que no funcionan, que lo único que hacen es enredar, mientras otros compañeros sacan el trabajo que ellos son incapaces de acometer.
    Quizás debe ser porque somos un país en fondo mayoritariamente de perroflautas, cada uno en su hábitat, quizás somos el Estado Perroflauta por excelencia, pues no somos ni chicha ni limoná, no somos centralistas, sino descentralizados; no somos federales, sino autonomistas con 17 estados dentro del Estado, (alguno ha querido que seamos confederados, pero los brotes verdes eran de maría). No somos un pueblo, sino 17 poblaciones/aldeas.
    Algo tendrá que cambiar dese luego, pero para ello, ya es hora de que dejemos de ser perroflutas.

    En cuanto a las dos Españas, bueno, no es nuestro principal defecto. Escoger entre una concetración del 15M y una visita de un jefe de extrajero, me quedo en la playa.

  6. Coincido con usted en que un movimiento incipiente (3 meses llevan cambiando la agenda de muchos partidos, medios y prebostes, con toda la cohorte de recursos, asesores y gabinetes de imagen) tiene carencias en cuanto a la capacidad de suministrar información para que ustedes se enteren de algo. Pero es que los responsables de los medios de comunicación, que es lo que más sigo por deformación académica, no hacen nada o hacen extremadamente poco para enterarse realmente de lo que se está haciendo. En muchas ocasiones, con sacar una foto allí, enfatizar una algarada allá, decir que no hacen propuestas concretas, o exigirles que se comporten como un partido político al uso (con sus líderes, sus programas, sus portavoces, su gabinete de prensa, su burocracia), creen estar cumpliendo con la función constitucional de informar con veracidad, que, no se olvide, es un derecho constitucional de toda la ciudadanía. Derecho que exige un comportamiento proactivo de la prensa y no meramente de trámite, como se suele hacer por muchíiiiiiiisimos medios de desinformación.
    De aquí, sólo de aquí, mi comentario hacia usted. Porque le considero un buen periodista, y no me gustaría que con la edad, los compromisos empresariales, o las conveniencias, se nos vuelva acomadaticio, y con usted, el medio que dirige.
    Insisto: salud.

  7. Lo de Londres, Israel de estos últimos días, demuestran de manera más que clara, que aquí y en muchas otras partes, la gente está indignadísima de que los políticos se vayan por los cerros de Ubeda y no se ocupen de ellos.
    Los asuntos de estado y esa nube en la que todos los que no lo pasan mal, se envuelven de forma continuada, les hace descender poco, a contemplar la realidad.

    Brotes violentos los ha habido en Francia y ahora en Inglaterra, y aquí de ‘moñas’ decimos que las manifestaciones pacíficas, son intolerables.

  8. Londres es una cuestión delictiva. Tener los conceptos claros entre reivindicaciones sociales y vandalismo sería de gran ayuda para todos. Lo contrario es una pretensión política que se aleja de la realidad.

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