Luis y sus botillazos

Luis del Olmo, colaborador de diariocritico y miembro del Consejo Editorial, acaba de celebrar los primeros once mil programas de ‘Protagonistas’. Lleva medio siglo en la radio y acaba de declarar en TV3 que va a por los doce mil. Se mantiene en la cumbre radiofónica española, es todo un referente ético y profesional y es uno de los grandes bastiones de Punto Radio, junto con Félix Madero, Rafael Martínez Simancas, José Miguel Azpiroz, Pepa Sastre, José Antonio Piñero, Castrillon, etcétera. Este jueves, el director de La Vanguardia le dedicaba su muy leído comentario: ‘once mil despertadores’. El lunes celebra en Barcelona su ya tradicional botillo, el botillón, al que asiste el ‘tot Catalunya’; este año, con la particularidad de que es el día siguiente a las elecciones. Dicen que hay bofetadas por conseguir un sitio…Allí estaré, y desde allí os cotillearé a todos

6 respuestas

  1. Hay DºFernando, y que sean Ustedes (los periodistas), los que nos tengan que informar del desastre que tenemos encima.Si Uds.no se enteran, viven igual que un cura de pueblo, venga viajecitos, venga comilonas, venga tertulias y sueldos.Que no, no se empeñen uds.los plumillas, que no saben de la crisis ni la decima parte que el populacho.Que le aproveche el botillo y se le sobra algo, ya sabe, al taper que esta la cosa «mu» mal.

  2. No es tan fácil como eso, amigo Víctor. Donde está la información es donde está la gente, toda la gente. Y hay alguna gente que da más información que otra, como es lógico. Ya conoce el dicho de ‘hay que ver la de langostinos que hay que comer para llevar garbanzos a casa’. A mí, los langostinos me gustan regular; el botillo, casi nada. ¿Cree usted que nosotros –la generalidad de los periodistas– no padecemos los mismos problemas que los demás? Un error, amigo Víctor, un error, sin duda derivado de que no nos conoce. Otra cosa es que algunos vivan muy bien, o bastante bien, y que, desde luego, la mayoría de nosotros disfrutemos con nuestro trabajo; si no, sería imposible mantener el ritmo y no pocas presiones.
    Pero no quiero andarme con lamentaciones: esto es duro, créame, pero llevo cuarenta años disfrutándolo: no sabría hacer otra cosa, y puede que ni esta la haga bien…
    Un saludo

  3. Hay un si es no es de acíbar en tus palabras, Víctor, y no me parece justo. No porque te metas con los periodistas en concreto, si no por esa mala costumbre que muchos españoles padecemos que consiste en creer que los trabajos de los demás son más fáciles y regalados que los nuestros y que nosotros trabajamos más y mejor que nuestros colegas.

    Por supuesto, no es lo mismo poner barrenas en una mina a 700 mts. de profundidad que diseñar estrategias de comunicación, pero eso no quiere decir que lo segundo sea más fácil; ni siquiera más descansado. Además, habitualmente se nos olvida que para llegar a lo segundo ha habido que estudiar mucho, esforzarse mucho y fijarse mucho en los mejores, en los peores y en los mediopensionistas.

    Los periodistas españoles no son los mejores del mundo. Ni siquiera de lo mejorcito de Europa, pero son los nuestros y cumplen, mal que bien, con su función. Sin ellos la democracia estaría coja, más aún de lo que ya está en esta España de partidos sin ideología pero pesadamente ideologizados. Los periodistas son los notarios de la actualidad y, aunque no todos son merecedores de encomio, en este caso te equivocas en tu planteamiento: Luis del Olmo ha inventado la radio tal como la conocemos en la actualidad en España y tiene en su haber personal un hecho silencioso pero brillante: le engañaron durante algunas horas para pertenecer en los 90 a lo que Juan Luis Cebrián llamó «el sindicato del crimen» (la AEPI) e incluso presidió la fotografía iniciática de su lanzamiento. Sin embargo, a los pocos días se dio cuenta del contubernio, abandonó la cosa y la denunció día tras día desde su tribuna lo que le costó no pocos disgustos, problemas y dinero. Desde entonces ha seguido lamentándolo públicamente siempre que ha podido y es sabido que le ha costado disgustos y amistades.

    En su haber tiene, además, que es el único -o de los pocos- con los güevos suficientes para llamar, entonces y hoy, al director de El Mundo Pedro JETA Ramírez y el «periodista más mentiroso de España» tanto por su vergonzosa participación en aquella trama junto con el salido de Ansón cuanto por su trayectoria posterior y su gusto por la conspiración.

    En cuanto a FJ, no lo voy a defender demasiado, no hace falta. Basten dos detalles: mi participación constante en este foro y mi fe en su divisa: «noticia es todo aquello que alguien no quiere que se publique».

    Así que, Víctor, si no son los periodistas quienes nos informan de cómo están las cosas, ¿quién lo hará? Más allá del cinismo casi senequista -un estocio- del «La de langostinos que hay que comer para llevar garbanzos a casa», movidas como el botillón son las que permiten que simples mortales como tú y yo podamos entrever qué se cuece en las alturas.

    Un saludo afectuoso.

  4. …pues qué quieres que te diga, Víctor; que, una vez más, me parece que estoy bastante de acuerdo con Pascua. Me refiero a lo de Luis del Olmo, que tiene sus claroscuros, como todos, pero que ha tenido bastantes güevos para denunciar bastantes cosas y para emprender bastantes campañas dignas. Habrá, ya digo, otros pasajes menos loables, pero ¿quién, en cincuenta años de profesión ante los demás, no ha sacado conejos falsos de la chistera remendada? Incluso eso puede llegar a tener cierta grandeza…

  5. Estuvo bastante bien el botillazo, Víctor. Es pesado y te deshace el estómago, pero allí andaba el ‘todo Barcelona’ y me enteré de varias cosas, entre ellas de la reunión de Zapatero con los empresarios, que cuento algo más arriba. Así que inútiles del todo estas cosas no son. El ambiente, dos mil personas, agobiante. Y casi pierdo el tren de vuelta…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *