Diariocritico ha sido hackeado tres veces en ocho días. De manera particularmente perversa, porque se forzaba a Google a incluir un aviso sobre la ‘peligrosidad’ de nuestro ‘site’. Estamos a la busca de la prodecencia de un ataque que nuestros técnicos han tardado en contrarrestar: quien ataca, y más desde el anonimato cobarde, siempre tiene ventaja. Y, por supuesto, es susceptible de hundirte las fiestas navideñas.

Es cierto: nos han hecho mucho daño y quiero creer que quien esto lea comparte que se ha hecho daño también a la libertad de expresión (hay quien ha escrito qwue nos está bien empleado por ‘sectarios’…y lo curioso es que lo han escrito desde los dos extremos; qué pena…).

¿Quién quiere callarnos? ¿Por qué? Insistimos en la necesidad de una regulación a fondo en la deficiente legislación sobre Internet, en la vigilancia policial –que no todo van a ser los aberrantes delitos sexuales; algunos más hay– y en la cooperación internacional –sabemos de dónde proceden bastantes de estas acciones delictivas–. Pero nada: todo el mundo está atento a otras cosas, que serán muy importantes, pero esta también lo es, y parece que cuesta mucho entrar a regular unos delitos que arruinan famas y fortunas.

Escribo esto como respuesta a tantos lectores que se han interesado por lo que nos ocurría, se han solidarizado con nosotros, han lamentado con nosotros la impunidad en la que estas redes ‘matonistas’ y delictivas se mueven. Puede que denunciar esta situación nos acarree más ataques, pero no estamos dispuestos a claudicar en nuestras denuncias.

Iniciamos así, en plena pelea y confiemos en que ayudados por las unidades contra los delitos informáticos de Policía y Guardia Civil, un año 2013 que sin duda será duro, beligerante…Pero lo sobreviviremos, aviso a navegantes y navegadores. Estamos dispuestos a hacerle frente y no dejarlo pasar en espera de un 2014 más benigno. ¿Cómo renunciar a doce meses potencialmente apasionantes?

Felicidades, pues. Y no nos dejemos ganar por el desánimo, por difícil que a veces pueda parecer.