Marco Polo Rajoy Brey


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(A Rajoy no le gusta(ba) viajar y hasta se dice de él que padece ese incurable temor a volar. El no saber, mal tradicional en la política española de todos los signos, idiomas agrava ese inicial aislamiento. Pero hay que reconocer que está haciendo un esfuerzo, y que su agenda inernacional para las cuatro próximas semanas es impresionante. Nótese, por cierto, que en el antiguo grabado que representa uno de los viajes de MP, este se parece un poco a MR)
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Algunas fuentes procedentes del Consejo de Ministros cuentan que Mariano Rajoy ha vuelto de sus vacaciones con lo que podríamos llamar ‘síndrome europeo’; cree el presidente, dicen, que fuera de las decisiones benéficas de Europa hay una muy difícil salvación, y a ello, a conseguirlas, se va a aplicar celosamente en las próximas semanas. Y hace bien el jefe del Ejecutivo español: precisamente de esa ofensiva europea va a depender la benevolencia con la que las instancias políticas y bancarias (que son más o menos lo mismo) europeas traten el considerado inevitable ‘rescate’ a España. Puede que no sea todo lo que Rajoy puede hacer para sacar al país del atolladero: viajar a ver a líderes occidentales y/o recibirlos en La Moncloa puede ser condición necesaria, pero no suficiente.

Ya se sabe que en las próximas horas Rajoy se encontrará con el ‘presidente’ europeo, van Rompuy, que no es precisamente quien decide el rumbo de la UE ni pasa por ser persona con gran independencia de criterio; pero es el hombre elegido por quien de veras manda en Europa (Alemania, a veces en connivencia con Francia, pero no siempre) para ocupar un sillón que en ocasiones parece más simbólico que efectivo. Yo diría que mucho mayor significado y trascendencia tienen los dos euroencuentros posteriores, el primero, esta misma semana, con François Hollande, el presidente francés, y el segundo, la semana próxima, con la canciller alemana Angela Merkel. El msmo día, 6 de septiembre, en el que, por cierto, el Banco Central Europeo debe anunciar las medidas que piensa adoptar (o no) para relajar (o no) la presión de los mercados sobre nuestro país.

De nuevo, pues, la figura del presidente del BCE, Mario Draghi, gravitando sobre las atribuladas cabezas de los españoles. Un Draghi omnipotente, que hace y deshace a su antojo sin nadie que pueda coartar sus iniciativas, acertadas o no. Aunque parezca lógico que se muestre sensible, en primer lugar, a las presiones alemanas; a las francesas en segundo término y quién sabe si a las de su amigo el primer ministro italiano Mario Monti en tercero. Por eso, otro encuentro de Rajoy con Monti a mediados de este mes tiene un especial significado, dado que los intereses españoles e italianos frente a la actuación del BCE coinciden notablemente, al menos en este cuarto de hora.

Yo diría, pues, que el mes que se inicia el próximo sábado va a ser más crucial aún que los precedentes a la hora de ver cómo sale España de bien, o mal, librada del trance en el que se encuentra. Parece inimaginable un trato desfavorable por parte de países que, como Francia, Alemania o la propia Italia, tanto tendrían que perder, y tan poco que ganar, ante una quiebra pura y dura de nuestro país. Pero, claro, ya hemos visto cómo una simple declaración periodística del Draghi especialista en claroscuros, o de la canciller germana, especialista, cuando quiere, en ambigüedades, pueden hacer saltar hacia arriba o hacia abajo la prima de riesgo española.

Parece que, excepto esta ‘ofensiva exterior’, imprescindible, Rajoy ha traído pocas cosas de sus vacaciones. Cierto que hay que intensificar las acciones de imagen, relaciones públicas y hasta ‘lobby’ en todas las direcciones (Marruecos, Finlandia y Estados Unidos –Asamblea general de la ONU, con sus encuentros bilaterales– son otras metas del mes que entra). Pero los gobernantes españoles tradicionalmente olvidan que la economía tiene bastante de sociología, algo de psicología y mucho de acción política, y ahí es donde se detecta a ausencia de un Plan de actuación, sobre todo mirando hacia el interior.

Temo que el alejamiento de otras fuerzas políticas –cierto que el PSOE vive su propio desgarro casero–, la falta de diálogo con los agentes sociales y con la sociedad civil y la escasa explicación de algunas medidas ‘duras’ (la prórroga del ‘subsidio’ de los 400 euros a los parados de larga duración no lo es, pero se ha dado la imagen contraria) hayan sido factores que poco han contribuido a mejorar la confianza y la empatía de los españoles hacia su Gobierno y hacia su clase política. Aplauso, pues, para esta ofensiva exterior que inicia Rajoy, y que debería ser incluso incrementada; pero yo al menos no puedo aplaudir la atonía perceptible en la política interna, y bien que lo siento: hay que mover banquillo y cambiar mentalidades, pero nada indica que Mariano Rajoy comparta estas obvias necesidades.

8 respuestas

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  2. Me parece que más parecerá el viaje de Marco a la Argentina en compañía de su mono Amedio (¿será APR?), en busca de su mama.
    Desde luego Sr. Jáuregui, para usted la botella siempre está media llena.

  3. A Kroker.
    Lo procuro, amigo Kroker, lo procuro. Y, cuando me da el bajón (que en este país nuestro no es difícil), cuento hasta diez. O hasta cien, depende.
    Un saludo cordial.

  4. Hola, G.K. Dime, por favor, tú que estás metido en esto de la «Justicia»,
    creo que te dije alguna vez por qué no seguí los estudios de Derecho:

    ¿Es ético, coherente, oportuno, humano, decente o ni tan siquiera ú-
    til que ese merluzo botaratado del Juez, que le concedan la libertad
    condicional a semejante energúmeno sociópata y que, por ende, esta
    «Justicia», se cachondee y humille de este modo a todo el pueblo es-
    pañol y, más directamente a sus víctimas? A este «señor Juez»(que lo
    más seguro es que sea «pariente ideológico de Garzón),aparte de su
    separación inmediata y in secula seculorum de la Judicatura, su ingre-
    so en prisión incondicional e incomunicada,debería ser la prioridad más
    absoluta del resto de los Jueces del Estado Español.

    Es una vergüenza que cosas así pasen en un país medianamente civilizado.

    Lo siento mucho porque adoro a este país, pero este país, amigos, se
    va, irremisiblemente, a la mierda.

  5. Sí, es ético, coherente, oportuno, humano, decente y útil, como ocurre en un pais civilizado, evidentemente el terrorista no hubiera hecho lo mismo, pero precisamente por eso, nosotros somos diferentes a ellos, por lo menos algunos lo somos, y nuestros criterios y valores son diferentes a los de ellos.

    La diferencia es entre los que piensan que se puede asesinar para conseguir o mantener una patria o nación, y lo que creemos que no, y de ambas cosas hay en Euskadi, Madrid, y cualquier otro lugar.

    Y quienes se cachondean y humillan a las víctimas son quienes las han utilizado, y quienes lo siguen haciendo, para sus intereses partidistas y personales, manipulando sus sentimientos y creando una realidad inexistente, y claro, ahora da cosa ver lo que decían y hacían los del PP y el Gobierno…..

  6. Mire, Pedro, respeto su punto de vista, pero después de tantos años
    de «poner la otra mejilla», creo que ya es hora de empezar a utilizar
    el «ojo por ojo» y lo de «quien a hierro mata,….».

    Yo, y creo que casi toda la nación española y los que nos consideramos españoles, estamos más que hartos de «ser buenos» y
    de respetar a quien no lo merece.
    Con eso, sólo conseguimos que se envalentonen más y
    que se nos suban a la chepa y ya está bien:no puede pedir piedad un
    asesino con tantas muertes a su espalda y, encima, pretender que se la tengamos, ¡vamos, es de pánfilos! Y así nos va a los españoles:
    Los terroristas, nos aterrorizan y, fruto de ese terror, es
    la escalada que han tenido en conseguir puestos en las instituciones.
    Los políticos, en vez de contribuir a la recuperación eco-
    nómica del país, contribuyen a agravar la crisis con medidas estúpidas
    que no conducen mas que a la ruina total; a nosotros, los que les pa-
    gamos su sueldo, nos recortan, nos asfixian y nos empobrecen y ellos,
    con toda la desfachatez de la que son capaces, viajan en primera, co-
    bran dietas por vivir en su propia ciudad, tienen todas tecnologías de
    última generación a su alcance y gratis, tienen infinidad de vehículos
    a su servicio mientras que, la mayoría de nosotros,no tenemos ni para
    el metro, contratan a un sin fín de asesores teniendo a los titulares de
    las Carteras Ministeriales tocándose las narices, para eso que ocupen
    las Carteras los asesores que, al fin y al cabo, son los que hacen todo
    el trabajo. Y al PP, al Gobierno(este y todos los anteriores)que les den
    y perdón por la expresión, por el forigol y que se vayan a barrer en el
    desierto, que el mismo provecho para nosotros sacarán.

    Un cordialísimo saludo.

  7. Corbmari, hace 50 años hubo quienes se hartaron de ser buenos, poner la otra mejilla y empezaron con el ojo por ojo, y así nos ha ido a todos.

    Como digo la diferencia es entre los que piensan que eso se puede hacer por una patria o nación, como Ud. o los etarras, y los que no lo pensamos, que no es ser pánfilo, simplemente más inteligente y mejor persona.

  8. Bueno, también nos fué fatal durante la República y con FG, y luego,
    deseando que todo cambiara, se volvió a votar a los mismos y nos
    fué fatal.Lo que no entiendo es por qué, para ser buena persona,se
    ha de ser cornudo, apaleado y, encima, pagarle la cama al bestiajo
    que nos pone los cuernos.Lo siento,Pedro, pero yo,considerándome
    una buena persona que no le ha hecho daño, que yo sepa, a nadie,
    y ¿por qué no decirlo? bastante inteligente e instruido,no me sale de las narices ser bueno con unos asesinos. Y dicho sea de paso,en nin-
    gún momento le he faltado yo a usted el respeto, por tanto, no use
    usted conmigo conjunciones disyuntivas ni copulativas. Para mí, pa-
    tria o nación,es la gente que vive en nuestro país y, entre esa gente,
    están mis hijos, mis nietos, mi familia y todos ustedes.
    Me gustaría oir su opinión si fuera usted uno de los afectados por los
    atentados de estos salvajes.Creo si temor a equivocarme que,desde
    luego, no sería la misma. Y si usted, por proximidad geográfica o por
    la proximidad que sea, piensa de un modo diferente, al igual que yo,
    no se crea usted en posesión de la verdad absoluta, porque si usted
    preguntara a distintas personas su opinión, me da la impresión, sin
    miedo a equivocarme tampoco,que mi postura le ganaría a la suya en
    una goleada escandalosa. Un respetuoso saludo.

    Post Scriptum: si se refiere usted a lo que yo creo,hace bastante más
    de 50 años, 76 para ser más precisos. Yo aún no había nacido, pero
    casi casi.

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