Permanezco voluntariamente al margen de la marcha del periódico y de la política española. Es la única manera de desengrasar. Pero a veces el largo brazo de la actualidad te atrapa. Estando en el areropuerto de Bergen, para salir a Tromso, me llama una amiga que tiene un cierto carguete en el socialismo madrileño. «Espero que gane Tomás Gómez»,me dice, enfática. «Verás cómo antes de un mes os habéis pasado todos a las filas de Trini Jiménez», le respondo. Ni siquiera se toma el trabajo de desmentírmelo: «¿tú crees», me pregunta. Seguro: así son las fidelidades y lealtades en esta política española de hoy, y hasta lo comprendo. ¿A qué aferrarse a alguien desahuciado por el alto mando de Ferraz y hasta de La Moncloa?.
No doy un duro por Tomás Gómez y, aunque esa batalla interna en el PSM me importa poco –siempre andan en guerras estos señores–, lo siento por mi amigo Eduardo Sotillos, que se está partiendo el corazón como asesor de comunicación del hasta ahora candidato ‘oficioso’, que ya se ve que no oficial…
En todo caso, menudo episodio este de Gómez-Trini; me temo que no se han sentado precisamente las bases para una victoria de los socialistas en Madrid, y es ya la tercera vez consecutiva que casi todo se hace mal. ¿Qué pasa en Madrid, que todos los partidos se estrellan? ¿Quizá que todo está demasiado degradado, corrompido, comprado y vendido? ¿Quizá que en la capital se asientan todas las peores ambiciones de poder?¿Acaso que los más relevantes –mejorando lo presente– que surgen en Madrid se van a la política nacional y se quedan los de la serie B?
[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/9183/trinidad-jimenez-video-madrid.html]
[tele=http://www.diariocritico.com/tv/video/9089/video-tomas-gomez-canditado-psm-comunidad-madrid.html]
Los vídeos que incluyo evidencian que Trinidad es una candidato más atractiva que Gómez, al menos para ciertos sectores de los votantes madrileños de clase media. Peroojo, no desestimemos a Gómez, que es luchador y está cachas y cabreado. Para mí que ninguno de los dos ganará en Madrid a una Esperanza Aguirre que, con todas sus limitaciones y pasadas, se siente obviamente muy segura de sí misma.
Deja una respuesta