No me diga usted que no hay motivo para indignarse…

A veces, a uno le asalta la tentación de arrinconar el tono mesurado y tranquilo que procuro transmitir a mis artículos. Y, entonces, sacar a pasear la indignación sin duda justificada, que podría invadirnos ante el espectáculo con que nos obsequian cada día quienes se erigen –y a quienes erigimos– como nuestros representantes. ¿Harán falta unas nuevas elecciones para que entiendan el mensaje de unidad que cada día lanzamos los ciudadanos, indignados o no?

En fin: este es el artículo que hoy he enviado a mi columna sindicada en OTR… Si se suma al de ayer, que configura el post precedente a este,me parece que podemos hacernos una idea del panorama: miramos con ojos aterrorizados e impotentes a lo que nos pueda pasar y, sin embargo, nos dedicamos a discutir sobre el tristísimo panorama interno: tres trajes, un faisan, una sauna…País.

2 respuestas

  1. Lo que pides Fernando me suena a utopía pura y dura. Viendo lo que viene, no tengo muchas esperanzas a grandes pactos políticos. Para hacer eso, hacen falta POLITICOS. Aquellos que utilizan la política como medio para defender proyectos, valores, sueños, para definir y ejecutar proyectos económicos y sociales que consigan el desarrollo equilibrado del bienestar de una sociedad, que luche contra la corrupción, contra el dominio inmoral de los poderosos, que defienda al débil, que acabe con las injusticias. Lo de hoy, lo de casi todos, ha cambiado. La política se ha convertido en un fin, no en un medio. Vale cualquier cosa con tal de llegar al poder. Una vez allí, se acabó la tarea, a recoger los frutos.
    Ayer vi el documental Inside Job y ando algo bajo de moral!

  2. ¿Caemos todos en la misma trampa? El tema casi universal, es el descrédito de los políticos. Cuando las cosas van mal, todos tenemos que buscar un culpable. Como esto, no es solo cosa de la política, vamos a tardar un tiempo en salir de nuestra ‘depre’.

    Nadie dice que lo que nos sucede es culpa de la soberbia y avaricia de los demás. Que siempre son los otros y nunca nosotros.

    No hay un dios que salga diciendo que le va bien o medianamente bien, periodistas, médicos, abogados y muchas otras profesiones, ganan en su mayoría para vivir más que decentemente, pero… ¡Estamos en crisis! Y hay que salir gimiendo a la palestra, por si perdemos algo de nuestro patrimonio.

    No hay día que no salga alguien diciendo que todo va a ir a peor, Sres por favor, desde que el mundo es mundo, se han experimentado altibajos y cosas peores, como guerras fraticidas.

    Que hay motivos para indignarse, por supuesto, pero esos que más derecho tienen, ni escriben en blogs y en otros países se mueren de hambre, sin que les importe un pimiento a los plañideros que se quejan a díario, porque no les llega el salario para vivir a todo tren.

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