No, no haré huelge en este día triste

No, no haré huelga, pero tampoco abominaré de los sindicatos. Los culpables de un día tan triste como el de hoy somos todos. Adjunto el editorial que he enviado esta mañana a mi periódico.

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Editorial.

Un día muy triste, un fracaso general.

Toda jornada de huelga general –y van ocho en la democracia– tiene un componente de tristeza. Porque es un fracaso general en lo que debe ser el entendimiento y la concordia nacional. Un fracaso en el que todos tienen, tenemos, un poco de participación. Sería absurdo e injusto atribuir, como algunos han hecho, a la «ceguera» y «tendenciosidad» de los sindicatos toda la culpa de lo que en un día como hoy esté ocurriendo: algunas –muy aisladas afortunadamente– escenas de violencia, surrealista guerra de cifras sobre el seguimiento de la huelga, tensiones internas en algunas empresas…También entendemos que sería poco equitativo señalar al Gobierno y a su reforma laboral como los exclusivamente responsables de estas horas tensas, por suerte excepcionales en nuestra democracia. La reforma laboral, lo hemos repetido, es muy mejorable, aunque era necesaria, y el Ejecutivo de Mariano Rajoy, atrapado entre la espada de las exigencias europeas y de los mercados y la pared de la insatisfacción ciudadana ante la situación, ni siquiera tiene plena capacidad de actuación en estos momentos. Y algo semejante podríamos decir de los sindicatos: ¿era esperable que no se diese la protesta global ante una nueva normativa que impone una auténtica revolución en los que eran usos y costumbres en el ámbito de trabajo individual y colectivo?

Eso sí, la inflexibilidad de una y otra parte, la insuficiencia del diálogo entre los llamados sectores sociales, la excesiva dureza en los planteamientos gubernamentales, nos han llevado a esta situación. Los propios sindicalistas admiten que una huelga no deja de ser una anomalía social que a nadie conviene. Máxime, y eso no lo dicen los sindicalistas, cuando esa huelga patentemente no va a servir para modificar el componente principal del texto legal de la reforma, porque el Gobierno, que aún no tiene ni cien días a sus espaldas, ya lo ha dicho. Es más: se lo ha dicho a quienes dictan ahora las normas, que son las implacables autoridades europeas, que un día tanto ayudaron al desarrollo de las infraestructuras españolas y ahora son percibidas por los ciudadanos de a pie como unas dictadoras que pretenden hacernos pasar por unas horcas caudinas de difícil aceptación.

Ya lo dijo Cambó: para propiciar el desastre, nada hay como pedir lo imposible o retrasar lo inevitable. Una frase que puede, lamentablemente, definir la situación que vivimos en este angustioso, tremendo, final de marzo en el que todo se precipita. Porque precipitado es que, en la jornada siguiente a una huelga general, el Gobierno, quizá para celebrar –es un decir– el cumplimiento de esos días días de mandato, haya de anunciar a los españoles unos Presupuestos que seguro que no van a gustar demasiado a la ciudadanía, aunque puede que sí gusten en Berlín, Bruselas, Washington o en las redacciones de esos periódicos anglosajones tan influyentes y tan exigentes con nuestro país. Eso sí, no solamente pretenden unos y otros influir en el contenido de esos PGE 2012, sino que, de manera no siempre razonable, se ha presionado al Ejecutivo para que acelere al máximo la presentación de esas cuentas públicas, cosa que, por otro lado, puede que el Gobierno haya ido aplazando hasta después de esas elecciones autonómicas que en Andalucía y Asturias han dejado al PP –y a todos– un sabor más bien amargo.

Y esta es la situación: una ciudadanía desconcertada, pesimista. Un Gobierno –tuvimos ocasión de comprobarlo el miércoles en algún contacto ‘de pasillos’ con ministros– obviamente tensionado, y no es para menos. Unos sindicatos que saben que, al margen del mayor o menor seguimiento de la huelga, han jugado su última carta. Una patronal que se ha proclamado, al margen de toda conveniencia estratégica o táctica, ganadora de la situación. Y una Europa, a la que pertenecemos y a la que seguimos, es de esperar, queriendo pertenecer, que nos mira, o esa sensación tenemos, como un científico mira al insecto raro y potencialmente molesto cuando le aplica la lupa.

Es preciso, en medio del oleaje, mantener el optimismo y seguir pensando que el barco llegará a buen puerto. Pasará la jornada de huelga, conoceremos los Presupuestos más restrictivos de la Historia de la democracia –nada será lo mismo tras este mes de marzo– y es de temer que sigamos escuchando los tambores de guerra de una clase política que parece condenada a no entenderse, de unos agentes sociales más distanciados que nunca. Pero puede también –aferrémonos a la utopía– que el efecto de este repetimos que triste día de paro más o menos generalizado tenga algo de vacuna. Puede que la sociedad en general, comenzando por la clase política, continuando por la patronal y los sindicatos y concluyendo por todos nosotros, entendamos que es necesario el pacto, el acuerdo para remar juntos. Mirar hacia aquellos pactos de La Moncloa, que se desarrollaron en circunstancias pensamos que aún más difíciles que las actuales, produce algo de nostalgia. Y no poca envidia. ¿Seremos, todos, aún capaces de afrontar el reto?

Por lo que se refiere a nuestro periódico, hay que decir que el seguimiento de la huelga ha sido escaso. La mayor parte de la redacción ha pensado que una jornada histórica no podía pasar sin que, en cumplimiento de un deber profesional, se atendiese a la urgencia informativa. Pero, al tiempo, expresamos nuestro respeto hacia aquellos compañeros que han entendido que su contribución al servicio del desarrollo de una sociedad mejor, más justa, era no acudir hoy a su puesto de trabajo. .

14 respuestas

  1. Triste es que te puedan despedir mucho más fácil y barato que antes.
    Triste es que te puedan despedir por una baja médica justificada de 9 días.
    Triste es que te puedan contratar con un periodo de prueba de 1 año y te despidan por cero.
    Triste es que el empresario pueda cambiarte las condiciones de trabajo, horario, salario o mandarte a La Coruña, aunque estés embarazada o con reducción de jornada por cuidado de hijos.
    Triste es que una empresa pueda hacer un despido colectivo aunque tenga beneficios, y de forma fácil y barata.
    Triste es ser interino en la Educación o Sanidad Pública y que te manden al desempleo.
    Triste es estar en paro y que con tanta gente que están despidiendo sea más dificil encontrar trabajo, y si lo encuentras sea en una condiciones chinas.
    Triste es la resignación, la empanada mental y el pánico con que a muchos trabajadores les hacen percibir la realidad para que traguen con todo.
    Triste es perder todo lo que se ha conseguido en décadas a base de luchar, protestar, moverse, en la empresas, manifestaciones, huelgas, que es como se han conseguido unas condiciones de vida y trabajo dignas en los paises democráticos occidentales. Sí , tambien las tuyas y las de tus hijos.
    Porque lo que diferencia a los paises democráticos occidentales, desde NorteAmérica a Europa, es que hay sindicatos, huelgas, manifestaciones, participación política…., un equilibrio en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, justo lo que estamos perdiendo, si no lo impedimos.

  2. Estamos en el siglo XXI y las relaciones laborales deben adaptarse a esta nueva realidad.
    Soy trabajador por cuenta ajena pero me pregunto ¿cuál es la razón fundamental de la existencia de la indemnización por despido a cargo de la empresa? La única respuesta que encuentro es que se trata de poner un freno y desincentivar el despido. Lo cual me genera otra pregunta: en condiciones normales, si un trabajador resulta valioso y productivo ¿por qué razón una empresa va a querer prescindir de sus servicios?
    Creo que una posible solución es que cada uno de los trabajadores accediéramos a «ahorrar de forma forzosa» un x% de nuestro salario mensual, del mismo modo que ‘contribuimos s Seguridad Social’ sólo que el dinero ahorrado es NUESTRO y nadie puede disponer de él salvo nosotros (fíjate que incluso llevado un cierto tiempo trabajando podría servir como aval para solicitar un préstamo…)
    En fin y resumiendo, creo que estamos en ese momento de la Historia en el que hay que redefinir cómo son y van a ser nuestras relaciones laborales (ya lo hemos hecho con las familiares, por ejemplo) y para ello, se necesita ‘apertura de miras’.

  3. Muy bonito todo, pero mañana dia 30 habrá que pagar los seguros… y el día 20 el IVA. ¿hacemos huelga esos días y no pagamos? damos de baja a los 16.000.000 de trabajadores y esperamos un milagro?.
    No existen milagros, solo el esfuerzo nos sacará de esta. Cuando trabajemos el doble -en horas y en rendimiento- que los alemanes o los suizos, es decir después de muchos años ahorrando, entonces habremos ganado y merecido el nivel de vida de los mismos. El espejismo se acabó y delante no queda mas que el desierto.

  4. @ Fray Luca:

    No estoy seguro ahora, pero creo que lo que propones es el modelo austríaco, y parece ser que funciona.

  5. @ Pedro:

    Amén.

  6. @ Jara.
    ¿Porqué debemos trabajar el doble?. Debemos trabajar lo mismo y quizá según las cifras en muchos sectores se trabaje más.
    El problema es que nuestras empresas son poco competitivas y eficientes; pero…¿es acaso culpa de los trabajadores?. ¿No será más bien de la ineptitud empresarial?

  7. Una pregunta para todos los que me preceden en la opinión.

    ¿Alguno es o fue empresario. O tan siquiera autónomo?

    Saludos a todos.

  8. @ Antón.

    Yo he sido empresario, y ahora soy autónomo. Mi padre (rip) siempre fue autónomo, por tanto conozco las miserias y grandezas de ir por libre desde casi niño.
    También he sido décadas empleado por cuenta ajena, o sea, que he estado en todas las tricheras. ¿Y esa pregunta por…?

  9. Después de esta huelga echo en falta una declaración del PSOE poniendo las cosas en su sitio, que son a saber las siguientes:
    1º Que una vez regrese al gobierno el PSOE, desmontará una por una todas las leyes y normas dictadas por el Gobierno de Rajoy.
    2º Que los derechos adquiridos de los trabajadores volverán al punto cero, es decir el momento antes de la aprobación no ya de ésta reforma, sino la que ellos mismos pusieron en marcha.
    3º Todas las normas regresivas de este Gobierno, en relación al resto de derechos derogados y pisoteados por este Gobierno, serán derogados al día siguiente de la toma de posesión.
    4º No se debe apoyar ninguna norma que signifique una vuelta atrás, en nada. No vale apelar a sentido de responsabilidad alguna, pues los principales irresponsables están al frente de la CEOE y los bancos. Los hechos son los que cuentan y ahí está la responsabilidad de los bancos en la crisis, y de la patronal pretendiendo pescar a rio revuelto; vaya ejemplo para dar si hasta no hace mucho tenían a Díaz Ferrán, ese portento empresarial al frente de ellos.
    Así de claro y así de rotundo, quién gobierna a golpe martillo por sus santos c., deberá ver derogadas todas sus normas, y vuelta a empezar. Si esto no se hace, es que hay connivencia con la derecha por parte del PSOE.

  10. Porque tu estás autorizado con justicia a opinar de dichas y desdichas que otros no conocen. Cuando la gente entra a trabajar, desde el primer momento adquiere unos derechos que no se corresponden con el mismo número de obligaciones. Yo también fui trabajador por cuenta ajena y autónomo. Nunca viví y disfruté tanto como siendo obrero.

    Decía Madame de Sévigné: » Si los hombres han nacido con dos ojos, dos oidos y una lengua, es para que vean y oigan dos veces antes de hablar»

    Todos sabemos derechos(tu eres abogado??) pero a que carecemos de conocimientos de obligaciones???.

    Saludos.

  11. EN RTVE24HORAS,HAY MUCHOS CHUPOSTEROS,Y PELOTAS.¡¿HASTA CUANDO?;¡¿CUANDO DEJA EL PSOE DE MANDAR EN RTVE24HORAS!?

  12. @ Antón:
    En este país nuestro, es muy duro ser emprendedor sea profesional, autónomo o pequeño empresario. Tienes razón cuando dices que trabajando por cuenta ajena, es como mejor se vive, por lo menos en cuanto a la ausencia de preocuparte si tu negocio/empresa/actividad te va a permitir afrontar todos los pagos a fin de mes, y además poder vivir. Si eres empleado, haces tu trabajo y pones la mano a fin de mes, que para eso te lo has ganado. Cuando asumes el riesgo y ventura de lo que haces, las cosas cambian y de qué manera.
    Dicho esto, o este país cambia y cambia el chip de los políticos-funcionarios que tenemos, o nunca saldremos de ser una país mediocre, que solo avanza a base de pelotazos y burbujas ocasionales. Tratar de abrir una empresa en España es no solo una aventura en si misma considerada, sino es empezar a comprender el entramado de AAPP que financiamos, y que cuyo único fin es retroalimentarse para complicar lo más posible las cosas. A ello añadimos una AEAT que se comporta mayormente como “Torrente el brazo tonto de la Ley”, y ya tenemos dibujado el cuadro del porqué somos unos impresentables nivel europeo.
    El procedimiento administrativo decía hace unos días un magistrado juez de lo mercantil en una ponencia, no deja de ser un catálogo de buenas prácticas para la Administración. La LG Tributaria y su Reglamento, es la materialización de la tradicional Ley del Embudo, en la que incluso los principio constitucionales quedan suspendidos, por mucho que los comisarios políticos del TC y TS, ya se hayan encargado se santificar.
    Si el sistema administrativo español es la basura, el continente de la misma, podemos deducir claramente cuál es…..

  13. Aclaración.
    A partir de La LG…etc, es opinon particular, no de SSª.

  14. @ kroker
    Así es. Pero es la ignorancia de los que solo se preocupan por la nómina los que, a veces, te encabrita y te hace mandarlo todo a paseo.
    Un autónomo tiene dos quincenas al mes.
    Una, la primera, donde te dedicas a pensar en como pagar al banco, a la administración(adelantando un IVA de facturas que puede que no cobres), al ayuntamiento, a la seguridad social, al tonto más tonto del mundo pero que se lleva su parte.
    Y la segunda quincena comienzas a pensar como conseguir el dinero suficiente para pagar los sueldos y viendo como debes adelantar unas letras para que el banco siga haciendo negocio con tu sudor. Nadie lo ve, nadie lo sufre, nadie lo agradece.
    Mi consejo es que nadie se haga ‘emprendedor’ hasta que la administración no se vea axfisiada.

    Saludos.

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