No, Nuñez Feijoo no debe dimitir


—–
(¿cuánta gente resiste la difusión de todas sus fotografías, incluyendo algunas con crema en la espalda? En fin…Yo sí hubiese publicado estas fotos si las hubiese tenido, pero en un conexto mucho más humorístico y mucho menos inculpatorio. Porque en estas fotos ni hay delito ni hay responsabilidad política, pero todo se deja a la imaginación del lector. Y el lector está, cómo no, dispuesto a culpar siempre al político. Acaso como yo mismo, que procuro, sin embargo, hacer un esfuerzo de reflexión para no dejarme llevar de la indignación ambiental contra nuestros representantes. De los cuales, por cierto, me parece que Feijoo, salvo que alguien me demuestre lo contrario, es uno de los mejores. Y sí, ya sé que en su día defendí a Camps, de quien sigo pensando que no se metió un euro indebido en su bolsillo particular, aunque todo lo gestionase mal))
——-

Hay algunos políticos que son, sencillamente, unos chorizos. Ni más, ni menos. No creo que Alberto Nuñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia, figure entre ellos. Ya no se sabe cuándo poner la mano en cuáles fuegos, pero, hasta ahora, he tenido a N.Feijoo por persona seria, honrada, quizá no muy simpática y algo misteriosa, pero no es eso lo que estamos dilucidando. Lo que me importa considerar es qué hay tras la súbita publicación de sus fotos con un narcotraficante: qui prodest? ¿Por qué ahora?
Lo peor de todo lo que nos ocurre es, me parece, que estamos nermes ante las maniobras orquestales en la oscuridad de los verdaderos corruptos, esos que, diciendo luchar contra la corrupción, la diseminan, difamando. Es urgente saber qué manos negras mueven, desde las cloacas, famas y fortunas. Yo no quiero que nadie salga impune de los sucios manejos de quienes, sin duda, se han aprovechado de sus cargos representativos, pero tampoco quiero ser quien tire la primera piedra contra un presunto inovente. Y, menos aún, quiero hacer el juego de quienes, encima, se creen que me manejan de cara a sus intereses, que desconozco.

3 respuestas

  1. Señor Jáuregui, piense que a Alberto Núñez Feijóo le va como anillo al dedo el famoso dicho de que «en el país de los ciegos, el tuerto es el amo». Quiero decir que, entre tanta mediocridad política española de grado 10 en la escala Richter, a nada que algún político tiene una mediocridad de grado 9,7 , ya se le considera la repera. Y digo esto porque muchos de sus compañeros periodistas y de los compañeros de partido de este señor le consideran a Feijóo como la quintaesencia de la brillantez. Pero cuando uno ve la situación de los hospitales gallegos o la tasa de paro de la comunidad, uno se pregunta dónde está la brillantez, a no ser que pensemos que ser brillante es, simplemente, pasar sin hacer ruido. También hay que tener en cuenta el conservadurismo del pueblo gallego y la oposición fragmentada que tiene este señor. Así también se puede presentar usted o yo y ganar. En fin, que los méritos de este señor son bastante discutibles.

  2. Señor Jáuregui, en su periódico se ha publicado que el juez Castro procede del «cuarto turno», y parece ser que ese dato no es cierto. José Castro es juez de carrera. Pregúnteselo, si no me cree, a su colega Eduardo Inda. En cualquier caso, el cuarto turno no es razón para descalificar a un juez, porque algunos jueces de carrera tienen menos sentido común que un mosquito, hay que estar más en la realidad de la calle. No usted, pero sí algunos compañeros suyos, monárquicos convencidos, han intentado descalificar al juez Castro con este tipo de insidias. Saludos.

  3. A Alberto:
    tiene usted toda la razón, y yo mismo me he equivocado, mal informado sobre el tema del juez Castro. Pero no crea que nos unimos a una campaña de ataques a este juez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *