Tolerancia es lo que nos falta a raudales. Leo con desazón un comentario en el diario La Razón, sin firmar, en el que se pide un periodista un poco más "sensible" en sus tomas de postura hacia el PP como responsable del congreso de nuevo periodismo que se celebrará este otoño en Valencia, organizado por la Generalitat valenciana. Lo que viene a pedir el comentario poco razonable es que el designado para el cargo –que, por cierto, no es retribuído– sea alguien pues eso, más…sensible (sic) a la política oficial valenciana, del Partido Popular. En lugar de valorar todo lo contrario: que es una muestra de independencia seleccionar a alguien que no tiene compromisos con partidos –porque iba a ser muy difícil demostrar connivencias del citado periodista, que no es otro que quien suscribe, con el PSOE, por mucho que se empeñen– para un congreso periodístico. ¿O es que quieren que un partido, el PP en este caso, monopolice lo que deben ser unas jornadas dedicadas a debatir libremente, con colegas extranjeros de peso, sobre los problemas que nos plantean las nuevas formas de periodismo? ¿Aceptarían muchas figuras de peso participar en un cónclave partidista? En fin, un comentario que hace un flaco favor a quien lo escribe y a quien lo inspira, que utiliza varas de mediar ya se ve que algo escoradas. Lástima.
No es, desgraciademente, el único ejemplo. En diariocritico.com nos ha dejado colgados hoy Rafael Simancas, el candidato a batir a Esperanza Aguirre en las próximas elecciones autonómicas, que se había comprometido para intervenir en un chat (lo habíamos anunciado) y que luego lo ha pensado mejor: nos dicen aunque no lo confiesen abiertamente, que no somos lo bastante próximos. Y, nuevo ejemplo, en la web oficial del PP, vemos reflejados periódicos de mucha menor audiencia que este pobre diariocritico, al que nadie parece querer, mientras que a nosotros nos silencian. Y mira que se lo hemos dicho: nos gustaría aparecer también en la web del PP, que no debe hacer como algún colega un poco talibánico, , que jamás nos cita y, en cambio, en su programa radiofónico santo no hace más que publicidad (gratuiíta) del periódico digital de su propiedad, Libertaddigital (nosotros sí citamos)…
Pues eso: que nunca seremos de verdad demócratas si no somos más tolerantes, más pluralistas. Y nuestra clase política, y buena parte de nuestra clase mediática, se aleja cada día más de estos sanos parámetros, me da la impresión, para enrocarse en la bandería, el sectarismo y la parcialidad.
(no me resisto a incluir este comentario en diariocritico, como un criti.com)
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